Para celebrar su treinta aniversario, el Centro Provincial de Arte de Holguín encargó la realización de un documental que recopilara buena parte de esas más de tres décadas liderando la gestión, exhibición, investigación y promoción de las artes visuales realizadas en la provincia. También sobre la participación de artistas de varias partes del país que han expuesto en sus salas, desde maestros y premios nacionales de Artes Plásticas hasta jóvenes creadores y exponentes de otras naciones (sobre todo en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana y Romerías de Mayo, con su evento Babel).

Para los interesados en las artes visuales, la realización audiovisual y la cultura en general, esta solicitud se concretó en el documental Remolinos, una producción de aproximadamente treinta minutos dirigida por Frank Batista Álvarez y Dayamí Rodríguez Gómez, dos reconocidos realizadores. El primero, vicepresidente de la Uneac en Holguín, con experiencia en la televisión y la producción independiente, y Dayamí, con trayectoria en las artes plásticas y en el video-arte. Ambos, profesores de la filial de la Universidad de las Artes-ISA en la provincia.

Satisfacer un encargo institucional desde la creación audiovisual no es tarea sencilla. Lograr el equilibrio entre qué contar y cómo hacerlo, mediante qué herramientas, respondiendo a los intereses de quien solicita sin que se vea coartada la creación, no deja de ser una tarea de empeño que, en este caso, logró un resultado satisfactorio.

Remolinos es una producción de aproximadamente treinta minutos dirigida por Frank Batista Álvarez y Dayamí Rodríguez Gómez.

Mediado también por la amplitud de miras —no es lo mismo, obviamente, una institución, así como sus decisores, no vinculada a lo artístico— que ha caracterizado el trabajo del Centro de Arte, con un equipo joven que ha sabido arriesgar más de una vez, como premisa de trabajo, en disímiles proyectos curatoriales (este liderado por Yuricel Moreno Saldívar, quien junto a Clara Hilda Moreno, realizó el guion del documental, lo que subraya un camino en común trazado entre la institución y la dirección del mismo).

Remolinos está dedicado a tres personas importantes para las artes visuales y la cultura en Holguín y el país fallecidos en 2022: Ramiro Ricardo Feria, artista visual, profesor y director fundador del Centro de Arte, entre 1989 y 1991; Ramón Legón Pino, crítico, curador y profesor, creador del evento Babel, en Romerías de Mayo, y Cosme Proenza Almaguer, uno de los más reconocidos artistas cubanos no solo de Holguín y de su generación.

“El documental ‘narra’ la historia del Centro de Arte de forma cronológica, desde la fundación hasta el presente”.

De Ramiro (el título del documental parte, justamente, de una exposición homenaje por su aniversario 70) y Legón, el material incluye videos de archivo que complementan la investigación. El fallecimiento de ellos, tres golpes de los que aún se repone la cultura holguinera, pudo haber activado, además del aniversario de la institución, la necesidad de resguardar en video testimonios imprescindibles para cartografiar una época, un pensamiento, una vigencia y la actualidad del arte en y desde Holguín.

Remolinos, que obtuvo el Premio de la Ciudad de Holguín en la categoría Televisión este año, “narra” la historia del Centro de Arte de forma cronológica, desde la fundación hasta el presente, que es, de alguna manera, hacerlo de la institucionalidad artística en Holguín: los principales proyectos, con un subrayado en Babel, en Romerías de Mayo; las exposiciones tanto personales como colectivas, incluidos los salones, el de la Ciudad y el Provincial, y la relación y vinculación con los creadores.

Así contribuyen a darle cuerpo, desde sus testimonios, los artistas Jorge Hidalgo Pimentel, Leticia Leyva Azze, Ronald Guillén (quien fuera su director entre 1991 y 1995), Magalys Reyes y el joven Cristhian Escalona. Todos con vínculos estrechos con la institución.

Completan los entrevistados el especialista Manuel Arias, el investigador Martín Garrido (trabajador del Centro desde 1994), Tatiana Zúñiga, al frente entre 1995 y 2003, y Yuricel Moreno, Doctora en Ciencias sobre Arte y directora desde 2013. El material añade una mirada foránea, no residente en Holguín ni vinculado laboralmente pero conocedor, como pocos, de los procesos del arte cubano: el reconocido creador y crítico manzanillero Manuel López Oliva.

Tatiana Zúñiga, una de las entrevistada para el documental, dirigió el Centro entre 1995 y 2003.

Sus testimonios, precisos y necesarios, seleccionados adecuadamente, aportan información contextualizadora de lo que ha significado “construir” —porque eso también ha sido el Centro de Arte, un sitio para la “construcción” de significados y sentidos, un marcador sociocultural que ha sabido labrar su vigencia— paulatinamente una institución así.

Pero ellas, las entrevistas, se complementan desde lo audiovisual, con un adecuado trabajo de realización. Remolinos explota las posibilidades gráficas de la propia creación plástica, lo que le añade justamente plasticidad y dinamismo; un ritmo que agiliza la información que, en este caso, es aportada tanto por imágenes de archivo, desde fotografías hasta recortes de prensa y carteles, como por las obras de arte.

El reconocido creador y crítico manzanillero Manuel López Oliva está entre los participantes en Remolino.

Es en este último caso, el de las piezas, donde mejor se complementa esta dinámica, este rejuego visual que agradece el espectador y que añade elementos artísticos a un tipo de material que, por sus características, muchas veces tiene fronteras comunes con el reportaje periodístico (solo desentona la utilización de elementos “enmarcadores” en algunas de las entrevistas, como “cuadros que cuelgan” en una pared, duplicando la imagen, un recurso poco atractivo en este caso).

Por lo demás, Remolinos posee una edición y montaje, realizados por Dayamí, que se potencian en el uso de recursos sonoros y aportan, en resumen, el dinamismo que un material necesita. Porque dinámico ha sido el trabajo del Centro de Arte en estos más de treinta años: exigente —siempre digo que Babel, el evento que organizan en Romerías, es uno de los mejores y más sólidos del también llamado Festival Mundial de las Juventudes Artísticas— y coherente con su historia y su tiempo; con la fuerza de un remolino, una peculiar imagen que ha sabido explotar el documental realizado por las productoras Trident3 y Desde Cero con el que la institución celebró sus 30 años; abriendo las puertas a la posibilidades de nuevos capítulos audiovisuales para continuar profundizando en la historia de la visualidad gestada y promovida desde esta parte del país.