Descemer Bueno o el problema es que el sirope vende
5/2/2018
En un disco de duetos por el que seguramente no va a ser recordado, Descemer Bueno asegura que “el problema es el amor, que parece tan difícil”. A su lado, Jorge Villamizar y El Chacal le hacen coros y continúan agregando que “prefiero morir que volverte a perder”.
No sé para ellos; para mí está clarísimo que el problema no es el amor, sino el mercado, que exige matrices cada vez más simples, cada vez más elementales para un público adaptado de antemano a la receta que vende. Y para responder a esas exigencias, más del bolsillo que de la inspiración, Descemer parece haberse entrenado en tiempo récord.
Todavía lo recuerdo hace algunos años, cuando era un mulato con dreadlocks que cantaba aquello de “yo lo que quiero es un carro para después que tenga mi casa, irme pa’ mi casa en mi carro”. De haber seguido en semejante cuerda estética y con mecanismos de promoción underground, probablemente hoy tampoco tuviera carro, ni casa, ni hubiera concebido esa fórmula para hacer canciones en dos días que bien pudiera patentar como el sirope Descemer.
Desde el disco “Amor y música”, que compusiera junto a Kelvis Ochoa y que conmueve de principio a fin; desde sus primeros hits, los más auténticos, hasta los remix de hoy ha llovido más de la cuenta.
solo trasciende cuando hay sustancia de fondo”
Tanto que, del más reciente fonograma, solo creo salvable el tema a dos voces con Carlos Varela titulado “Cero a cero”, una canción atípica en ese álbum pero que, en honor a la verdad, no se me ocurriría pedírsela a Varela en un concierto.
El problema es el mercado, repito. Y si no, que le pregunten a Shakira, que no ha vuelto a ser la misma de “¿Dónde están los ladrones?”, para bien de quienes la siguen por sus condiciones físicas —despampanantes, estamos claros—, pero no tanto para quienes admirábamos sus habilidades vocales, ahora reducidas al sonido onomatopéyico y al waca waca. Tampoco es que debamos culparla: se vive mejor como la colombiana exótica, amantísima esposa de Gerard Piqué, que como la muchachita irreverente de la guitarra al hombro y de los pies descalzos.
Aunque para buscar ejemplos de creadores escurridos por el tragante del mercado tampoco hay que cruzar el Atlántico. Aquí mismo, no sé con exactitud si en Puerto Rico o en Cuba, Diana Fuentes se debate entre su antiguo apego por la canción inteligente, la que defendió en un memorable concierto hace unos años en el Teatro Mella, y su reciente desdoblamiento como el sex symbol de la fusión, incluido cambio de look, de proyección escénica y una creciente interacción con los fans en redes sociales. Ya casi ni recuerdo que cantó en Síntesis…
Y sobre Qva Libre, ¿qué añadir? Obviando de golpe y porrazo que una vez fueron rockeros, los chicos de la actual agrupación debieran tener presente que la excentricidad no es un género musical, por más Lady Gaga y Pink y Madonna que haya en el mundo. Ellas, al menos, han probado ser más que vestuarios extravagantes y sombreros.
Así que no, Descemer, el problema no es el amor. El problema es crear para darle al mercado únicamente lo que el mercado quiere; meter en una coctelera las matrices exprimidas de siempre y zarandearlas bien, hasta que esté lista una canción que pase por nueva.
El problema —y los músicos deberían saberlo— es que el arte solo trasciende cuando hay sustancia de fondo, pollo en el arroz con pollo; las sopas instantáneas terminan aburriendo.
Leí el artículo y no me gusta con la mala leche que está escrito. No creo que Descemer tenga, ni haya tenido en ningún momento la intención de hacer una canción de autor de alto contenido social o algo así. Esta mal componer algo para que funcione en el mercado? A mi me gusta el trabajo de Descemer. Me parece bien hecho y musicalmente tiene una manera propia de hacer las cosas. No sé. Me da que el jefe de ella le dijo. Escribe algo de todo el que le vaya bien y habla y déjalo mal parado. Por ejemplo la crítica a Diana es que interactúa mucho en redes sociales, eso es malo? Es algo que pocos artistas cubanos pueden hacer por el limitado acceso a internet que tienen.
De acuerdo o no con el texto que han publicado y con el comentario que me antecede, es muy cierto que ese Decemer no se parece al que compuso una canción tan bella como “Tú y yo” y que con toda sensibilidad interpretara luego Haydée Milanés, por citar solo un ejemplo. Lo he definido siempre como un compositor que apela a la simplicidad de las palabras pero expresando un sentir genuino y poético, rescatando nuestra tradición musical y exaltando sobre todo el lugar de los boleros en esta tradición, y ojo, que no lo descubrí con “Bailando”, ni con la banda sonora de “Habana Blues”, sino un poco antes cuando participó en el disco “Futuro Inmediato”, de nuestro inolviadable y apasionado Santiguito Feliú. Entonces sí, su proyección más reciente me desconcierta.
COMPAÑERA periodista “cultural”; ¿estaremos hablando del mismo Descemer, o de un ‘mal’ clonado?
Resulta ofensiva tu publicación desde el mismo título, siguiendo luego con la afirmación: “…para mí está clarísimo que el problema no es el amor, sino el mercado, que exige matrices cada vez más simples, cada vez más elementales para un público adaptado de antemano a la receta que vende. Y para responder a esas exigencias, más del bolsillo que de la inspiración, Descemer parece haberse entrenado en tiempo récord”.
Sin ánimo de reproducir su CV ni enzarzarlo, Ése Descemer al que Ud. Mal se refiere, debe ser el mismo que el cantante, compositor, arreglista, contrabajista, percusionista, director musical y dramático musical, productor; egresado de las escuelas de música cubanas Manuel Saumell y Amadeo Roldán de La Habana; el profesor de música en las Universidad de Stanford (California), y Cape Town (de Sudáfrica)… que todos conocemos.
Que tiene a su haber decenas de trabajos discográficos, composición de bandas sonoras para audiovisuales, anuncios publicitarios, dirección musical de espectáculos y dramático-musicales, colaboraciones en autorías con: Carlinhos Brown, Vinicius Cantuaria, Juan Luis Guerra, Enrique Iglesias, Thalia, Jorge Villamizar, Andrés Levine, Ana Torroja, Baby Lores, Reyli Barba, Fonseca, Samo (Camila), Cabas, Ana Bárbara, Tobi Love, Nohelia, Luz Casall, Luis Enrique, Thalia, Winsin y Yandel, Baby Lores, Reyli Barba, Roberto Fonseca, Samo (Camila), Cabas, Ana Bárbara, Tobi Love, Xavier Turull Piera, Abraham Quintanilla, Pável Urquiza, Juan Carlos Pérez, Andrés Levin, Yusa, Jorge Moreno, Toby Rivera, Andrea Puig, Liset Alea, Dasari Kumar, Francis del Río, Reyli Barba, Pável Núñez, Kelvis Ochoa, Israel Rojas, etc. Rberto Carlos ha incorporado en su repertorio la canción “Cuando me enamoro”.
Que ha hecho colaboraciones o compartido escenario con: Santiago Feliú, Roberto Carcassés, X Alfonso, Elmer Ferrer, Yosvany Terry, Dafnis Prieto, Angá, Steve Coleman, Andrés Levin, Xiomara Laugart, George Pajon de los Black Eyed Peas, Omara Portuondo, Issac Delgado, Leoni Torres, Waldo Mendoza, Israel Rojas, Steve Coleman, Gonzalo Rubalcaba, Wynton Marsalis, los grupos Habana y Estado de Ánimo, Jorge Villamizar, Omar Hernandez Jr. Omi, Carlos Varela, Boris Larramendi, Nam San Fong, Baby Lores, Buena Fe, Kelvis Ochoa, Gema Corredera, Haydée Milanés, Diana Fuentes, William Vivanco, Julieta Venegas, Raúl Paz, Haila, Alain Daniel, Baby Lores, Gema Corredera, Omar Hernández (Omi) o Luna Manzanares.
Crees entonces que puedas darle lecciones de cómo o qué es lo creativo?
Hay versos profundos para personas simples
Hay versos simples para personas profundas
Hay versos profundos para personas profundas
Hay versos simples para personas simples
Hay de todo en la viña del señor
Hay corazones para entender y otros para ofender…
Lo que no hay es un talento como el de Descemer Bueno cada día!
Anneris Ivette Leyva
Directora
La Jiribilla (revista de cultura cubana)
Estimada Ivette,
Recientemente hemos leido el articulo publicado en La Jiribilla por la señora Gisselle Morales Rodriguez titulado: “Descemer Bueno o el problema es que el sirope vende”.
Descemer Bueno siempre ha estado abierto a la critica, porque sin duda contribuye al mejoramiento musical y humano. Sin embargo, los descuidados e irrespetuosos parrafos escritos en el apartado Musica y Mercado, que supone un analisis mucho mas profundo, al menos con algo de conocimientos sobre la industria de la musica y en el marco profesional del periodismo, van mas alla de la critica.
El articulo tiene ese sabor amargo por realizar un intento de desacreditar, manchar y deshonrar el trabajo de un gran musico y compositor cubano, que con el tiempo y muchisimos esfuerzos, logró evolucionar y alcanzar el éxito, sin descuidar la estetica de sus canciones, pero adaptandose de manera conciente a la actualidad musical y el entorno en que se dearrolla.
Cuanto nos habria gustado leer en este mismo articulo sobre el visrtuosismo musical de Descemer, de cómo ese mismo mulato nacido en la Havana Vieja llego a impartir clases de musica en Stanford University en San Fransisco; de como aquel joven musico a pesar de la zozobra del apartheid llego a educar en la Universidad del Cabo en Surafrica; de sus años junto a ese grande que fue Santiago Feliu; de como llego a compartir el escenario musical con Winston Marsalis, incluso podria haberse hablado tambien de cuantos artistas nacionales e internacionales han colaborado en las canciones escritas por el.
En la publicacion, se pudo tambien hablar de la sensibilidad humana de Descemer y de cómo cada año se preocupa y ocupa de visitar hospitales y llevar alegria a los mas desfavorecidos. Ya habiria sido demasiado pedir que se hablara de los 51 premios recibidos y la 22 nominaciones en prestigiosas premiaciones internacionales de lo cual pocas veces Descemer habla, pues no lo honran ni la vanidad ni la arrogancia.
Nos parece difamatorio y especulativo, escribir sobre un album que ni siquiera ha visto la luz; solamente hemos hecho publicas algunas canciones como “360 grados” (junto a Buena Fe), “Preciosa” (junto a Eliades Ochoa) y “Te Hecho de Menos” (Junto a Tamara). Sobre el tema que destaca la señora Morales “Cero a Cero” (Junto a Carlos Varela), solamente se hizo un lanzamiento radial en Cuba. Es de destacar que todos estos temas han tenido gran aceptacion.
Parece entonces, a pocas luces, que Gisselle Morales no esta muy orgullosa de su cubania, de lo logros de nuestros musicos cubanos por el mundo, ni muy conforme con nuestra cultura o parte de ella. En su sombrio e infeliz articulo, pareciera que existe un animo por arremeter e infamar sobre todo lo que pueda oler a éxito, con una envidia repulsiva llena de un rencor inexplicable, que se exitiende por demas a Diana Fuentes y Qva Libre, dos queridos artistas cubanos que se esfuerzan cada dia por llevar adelante la musica que hacen con un honor muy grande.
Lamentamos que medios de comunicación tan prestigiosos como La Jiribilla, publiquen este tipo de escritos, que lejos de ser cosntructivos, empañan el trabajo de los artistas cubanos y sus deseos de internacionalizar su obra.
Sinceramente
Equipo de trabajo de Descemer Bueno
Estimados lectores,
Estoy en el cargo desde octubre de 2016, a partir de que Anneris tomó su debida licencia y comenzó el proceso de maternidad que le propician nuestras prestaciones laborales. Conozco a Descemer, he dialogado más de una vez con él y tengo, como ustedes, una valoración muy alta de su persona y de su talento; pero, al parecer, hasta aquí llegan nuestras coincidencias al respeto.
Opino que reaccionar a una crítica de manera abrupta y mediante descalificaciones, ni ayuda al criticado ni facilita el diálogo. Giselle Morales ha escrito lo que piensa, sin ofensas personales, derecho que le he escuchado defender (y le he respaldado) a Descemer mismo en más de una ocasión y a varios de los miembros de su equipo, cuando de apostar por sus canciones y criterios se trata. Solo que ella no piensa igual que quienes le colaboran al cantautor, correspondencia que, por otra parte, encuentro lógica, ya que todo empleo supone un determinado grado de identificación con la filosofía de trabajo y de vida del empleador. Por lo tanto, a Giselle le asiste el mismo derecho que a ustedes de pensar y actuar de modo coherente con su profesión y labor, y le asiste además el derecho de publicar su parecer en una revista que le abra sus puertas, como hemos hecho nosotros. No percibo falta de respeto personal en lo que escribe, leo solo opiniones sobre la proyección artística del cantautor, de modo que no habría por qué alarmarse.
Si profundizan ustedes un poco más en el verdadero origen de esta ágil y efectiva crítica, verán que fue publicada antes (31 de enero de 2018), en el blog Cuba Profunda: https://cubaprofunda.wordpress.com/2018/01/31/el-problema-es-que-el-sirope-vende/ y reproducida inmediatamente por más de una publicación, lo cual nos hace preguntarnos por qué se aferran a nuestra versión y no a alguna de las anteriores, a pesar de que matizamos el título en portada y graficamos con una foto de Descemer y Kelvis, dialogando intencionalmente con la zona que a ustedes le interesa destacar dentro de la trayectoria de su representado. Prefiero culpar al azar de esta decisión, desechando de antemano cualquier otra posible hipótesis.
Relativo al texto, es claro que la autora no niega el prestigio de Descemer, sino que se refiere a una zona muy específica de su trabajo, con la cual ha decidido no comulgar. Hablando de reglas de mercado (en este caso del periodístico, y aquí me traslado a su misiva), no hace falta que usted ponga en circulación todos los temas de un disco para que la crítica se pronuncie sobre los que ya dio a conocer (¿o acaso hemos de aguardar la orden del compositor para emitir nuestros criterios?), ni es pecado aventurar una opinión sobre el todo, a partir de lo que nos enseñan algunas de sus partes, sobre todo si estas han sido escogidas como cartas del presentación del fonograma. El más elemental razonamiento indica que si usted salta al ruedo con una propuesta artística, sea cual fuere su intención o efectividad, abre un abanico de opciones interactivas que van desde las avalanchas de fans hasta los críticos, pasando por las más diversas mediaciones promocionales, empresariales y de todo tipo y carácter.
De cualquier modo, se trata exclusivamente de una opinión, tan falible y legítima como cualquier otra. El argumento de que la crónica pudo (o debió) haber incluido determinados antecedentes de la carrera del criticado puede ser válido, pero su inclusión o exclusión será siempre decisión privada del cronista, así como es decisión del receptor formarse una opinión sobre la crítica misma y expresarla, de una manera u otra, como ha ocurrido en este propio caso. Es un hecho probado que no podemos exigir a otros los textos que nos gustaría leer. En tal caso tendríamos que escribirlos, o cuando menos encargarlos, transacción mediante.
Tocante a la revista, si bien no encargamos ese texto, suscribimos su perspectiva y nos pareció pertinente su publicación, sin ver en ello esa lápida infalible que resulta de su amplificación del problema. Es solo una opinión, Javier y demás colegas, un criterio pensado para su circulación online (de ahí su brevedad, su título y su tono), pero adecuado al perfil de nuestra publicación, en la cual, como puede constatar, ofrecemos derecho a réplica y cumplimos con nuestro deber de acusar recibo y responder a la correspondencia recibida. Esta “recomendación” desconoce además que la cronista parte justo del prestigio acumulado por Descemer para lamentar lo que ella percibe como negativo en la más reciente etapa de su creación, males que, efectivamente, critica también en otros autores dentro del mismo artículo, tomando siempre como referente a ese modelo de banalización en que ha devenido Shakira.
Pero no veo que tal operación convierta a la cronista en alguien que no está “muy orgullosa de su cubania, de lo logros de nuestros musicos cubanos por el mundo, ni muy conforme con nuestra cultura o parte de ella (SIC)”. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? No hay que exagerar ni arribar a conclusiones descalificadoras, sin haber analizado previamente el asunto, por más que nos interese defender a un artista que, según su propio alegato (aquí volvemos a coincidir, momentáneamente), no necesita ser defendido, sobre todo si nos atenemos a lo mejor de su trayectoria artística.
En casos como este conviene saber, además, que el primer indicador de efectividad de una crítica es la respuesta que produce y que, de todas las reacciones posibles, las airadas y descalificadoras constituyen el sueño de todo polemista, ya que hablan mejor del crítico que de sus interlocutores.
Espero no haberles ofendido, aun cuando no coincida ni con sus puntos de vista ni con sus maneras de expresarlos. Ha sido un placer dialogar con ustedes.
La “señora” periodista lleva razón, y esta es una excelente crítica, causa pena y asombro que no sea “asimilada” por el equipo de trabajo de Descemer, que al opinar en su nombre, le ponen en ridículo
“Es una excelente crítica, causa pena y asombro que no sea “asimilada” por el equipo de trabajo de Descemer”
Yo me pregunto ¿Y cuál es la profesión de Descemer? Componer canciones, venderlas, cantarlas… Mientras más dinero hace con ello, a más personas estará satisfaciendo y mejor estará ejerciendo su profesión. ¿O es que ya estamos en la época en que uno no trabaja por dinero sino por amor al arte? ¿Acaso ya llegamos ahí? Quien escribió el artículo ¿se levanta temprano los lunes por amor a la humanidad? Sospecho que no… Por tanto ¿debería tener Descember en su profesión un propósito más altruista que el resto del planeta? No veo por qué. Y además, no le hace daño a nadie. Porque por otra parte aborrezco la actitud elitista y condescendiente de esa minoría que se autoproclama jueza de qué es buen arte y qué no, y que en base a su encumbrado ombligo estima que mientras el resto (la mayoría) de las personas no comparta ese gusto, estas últimas serán inferiores, estarán disfrutando menos la vida y en el mejor de los casos habrá que intentar corregirles el gusto. Qué arrogancia! A mí me encantaba el Descemer de Yerba Buena, el Descemer bajista de Santiaguito Feliú. Este de ahora es otro y sigue siendo un monstruo. Al que no le guste, que no lo escuche.
Hacer música para el mercado es tan comprensible como lo es para un carpintero construir la misma silla, una y otra vez, para venderla.
Lo que sí no puede ser tolerado es escribir con tanto odio. La buena música de Descemer será recordada y la mala será olvidada, así de simple.
Crítica precisa y certera de lo que es ya un problema mundial en casi todas las esferas del arte. Tristemente la mediocridad prevalece. Descemer es unico, sabe lo que hace. Que a muchos no nos gusta lo que hace ultimamente porque es mucho mas popular, se entiende. El mundo va cada vez mas en camino de lo comercial, ya lo original y “under” se vuelve a la larga en una basura repetitiva llena de likes cuando cae en las redes sociales.
La critica como expresion es un acto muy relativo y de apreciacion muy personal. Se juzga con una vara impecable o no se hace. Los tiempos son otros, en el mercado tambien hay mucha buena musica.
Tantas miradas no pueden estar equivocadas, debería enrutar su prosa que no es mala a otros artistas mediocres y vulgares que hay muchos, comenzaron por sensurar a buena fe y música vital, ahora descember es superfluo que sigue, se lo tragara la cosa. Nadie puede estar de. Acuerdo con usted solo quizás en lo dependiente de fotos que se ha vuelto diana fuentes que no. Comparto pero no creo que descember le esté tirando las fotos ni le halla comprado la cámara. La invito a que toque el tema música vital. A y el. Álbum de Shakira Fijación oral es muy bueno para recordarle alguno
Esta “periodista” parece que vive en una burbuja que la mantiene alejada de la realidad. Hoy en el mundo, y Cuba es parte de el, todo se hace enfocado al mercado y no hay que salirse de la isla para saberlo. Es algo tan sencillo como que por ejemplo en la ultima decada la matrícula en especialidades medicas tanto a nivel técnico como universitario se ha incrementado significativamente atendiendo a las necesidades del mercado internacional y en ocasiones afectando el servicio a los nacionales. Incluso se han organizado cursos “express” para darle respuesta a las necesidades del mercado internacional y engrosar las arcas del Estado. De hecho los servicios médicos al exterior son una la principales fuentes de ingresos de nuestro PIB, y eso es mercado, algo bien alejado del mas puro juramento hipocrático. Lo mismo esta sucediendo con los deportes, mas alla del espiritu olimpico. El mundo actual esta regido por el mercado, esa es la realidad.
No pongo en duda lo que dice acerca de la calidad artistica de esta obra de Descember, pero la saña con la que intenta despotricar al cantautor es similar a la que siglos atras utilizaron los inquisidores para masacrar a la humanidad en nombre de la mas pura religion.
Puedo estar de incluso de acuerdo en algunos aspectos del tema OK……
Pero le propongo lo siguente…
Revise,analice, y cuando termine esto,escriba un articulo que contenga los aciertos y desaciertos (que no son pocos) de la temática y quehacer cultural de la Nueva Trova Por supuesto en el nuevo trabajo que se le destine cuando la expulsen por opinar de vacas sagradas. Entonces si podra catalogarse como una verdadera critica y cultura capaz de opiner sin miedo ni parcialidades.
Esa es la verdadera forma de opinar, sin excluir a nada y nadie. Atrevase y vera que pasa.
Gracias por su atencion,excelente articulo y esperamos el proximo
“Tanto que, del más reciente fonograma, solo creo salvable el tema a dos voces con Carlos Varela titulado “Cero a cero””(Un disco que aun no ha salido) La periodista hiere desde el mismo título (el sirope vende?!), es triste que el companero Javier Otero no vea más allá, pero a la vez admirable que salga en defensa de su pupila y su revista. “Y para responder a esas exigencias, más del bolsillo que de la inspiración” …en fin, senorita periodista, el mercado evoluciona, los artistas evolucionan, desde Buena Fe hasta Shakira, yo creo que quien necesita evolucionar es usted…y si necesita escuchar viejos estilos, puede volver a reproducir esos viejos CDs que tanto extraña. Usted es una Contracorriente como diria buena fe, lo facil no es la lírica, sino lo facil y trivial de escribir este articulo tan superficial
Escucho Preciosa, y pienso en Cero a Cero, algo de lo más actual de la historia musical de Descemer. Yo creo que en esta ocasión, a juzgar con lo que leo aquí, él va ganando Una a Cero. El desnivel entre la crítica y el objeto de la crítica favorece abultadamente al último.
No he escuchado el disco aún, lo buscaré y me formaré mi propia opinión. Sin embargo admiro a Descemer, a Diana y a Qva Libre, pero la crítica es un derecho y un deber y la réplica otro tanto y para eso deberían estar estar los periodistas y la prensa. El que solo quiera palabras complacientes que no sea una figura pública y le pregunte opiniones a su abuelita.
La joven es fan de un grande, Sabina y juzga a Decemer por ese parametro.
No soy musicologo, pero me atrevo a asegurar que su “Bailando” es una porqueria
Creo que los músicos se creen dioses o alguien los ha hecho creerse dioses… Toda propuesta artística o “mercadictiva” tiene el derecho de ser criticada. Lo que pasa es que varios músicos en Cuba después que pasan algunas alfombras rojas se han llenado de arrogancia. Yo no me creo eso de los niños y los hospitales, ardides para llamar la atención, y mucho menos los premios, esos son falsos positivos. Felicidades, periodista, ha concebido un excelente trabajo que el sentir de muchos cubanos de a pie, como yo. Deberían salir muchos más…
Bueno, en honor a la verdad, el artículo no está muy bien escrito, pero de que tiene razón, tiene razón.
Muy buen escrito, con una perspectiva crítica, atinada y sobria sobre una realidad que justamente por global afecta cada vez más profundamente nuestra cultura. Muy mal por el equipo de Descemer. Una pena hayan respondido así.
Coincido con el enfoque de este texto.
Más allá de toda declaración, o no declaración, soy de los que creen que Descemer ha hecho muchas concesiones con tal de ganarse la vida. Dejó a un lado las canciones aquellas de hace casi 20 años. Canciones que cantaban los trovadores del momento como Gema y Pavel, David Torrens, entre otros. Canciones inteligentes con música y letra hechas con todo el sentido del respeto.Ahora Descemer consigue engañar a muchos con sus concesiones musicales y canciones facilistas. Letras que redundan en lugares comúnes, fuera de toda inteligencia. Música sencilla con estribillos que se pegan y construidas desde y para el propio estribillo. No hay una sola canción de este autor, de las más contemporáneas, que se pueda igualar a aquellas que cantaban los que ya mencioné. Conozco muchos músicos que hacen concesiones con la música y por eso hacen «sopa» en hoteles y otros lares. Pero conozco muy pocos que hacen canciones cambiando por completo estilo, forma,contenido, e intenciones. Este asunto es muy triste. A mí, por lo menos, me causó mucha indignación.
Vasily creo que es la primera vez que no voy a estar de acuerdo contigo, tal vez dirás que soy un ignorante en materia de la vida de Decemer, pero es que en realidad de esa etapa de hace veinte años de el no conocí nada como autor, ni como intérprete, ni como instrumentista, a Decemer lo vengo a conocer en estos últimos diez años cuando ya era famoso, de sus canciones de esta época, las que conozco, muchas me gustan y las disfruto, otras no tanto, pero no dejo de percibir y reconocer que estoy en presencia de un músico integral, con mucho talento y oficio para crear canciones, muchas de ellas con un gran valor, otras ,como cualquier otro buen compositor, con un sentido más comercial, pero en cualquiera de los casos, las canciones que he escuchado de el todas son joyas artística al lado del regueton mas´´ decente y humanizado´´ que exista, y sin embargo en nuestra provincia hay instituciones muy importantes que se han tomado la honrosa tarea de patrocinar al huérfano, desvalido e inofensivo regueton, con toda honestidad te digo que en esta batalla de ecologizar nuestro ambiente sonoro, no creo que Decémer sea lo prioritario, antes que el hay un batallón bien, pero bien grande contra quien luchar , hasta extinguirlo del pentagrama nacional, y no te hablo solamente de reguetoneros, te hablo hasta de algunos que por esnobismo se dicen trovadores, aunque de l guitarra solo conozcan menos de cuatro acordes, y otra cosa no me gusto para nada el estilo ni el contenido del artículo donde la autora pareciera que conociera algún pecado extra musical de ultima hora ,y muy imperdonable de Decemer ,que nosotros no conocemos.
Descemer, excelente músico y ademas buena persona! Diga lo que diga el articulo de la Jiribilla…él es un gran artista!
Mis respetos y admiración van para él.
Creo que están confundiendo arte con entretenimiento. La industria del entretenimiento se toma licencias todo el tiempo que están reñidas con con nuestro concepto del arte. Hay artistas que no les interesa para nada el mundo del espectáculo y viven y trabajan acorde con eso, dígase Silvio, Chico Buarque, etc y hay otros que están aquí para entretenernos sin preocupaciones más allá de mover el c… o flotar sin consecuencias: Enrique Iglesias. Nuestro Descemer ha viajado y triunfado en estas dos dimensiones, va del jazz al reguetón, del rock a la timba, del almíbar a la miel pura, Descemer es dos o tres músicos simultáneamente, si hablamos de uno solo de ellos entonces la rumba no está completa.
La gente, especialmente la gente que tiene tribuna en Cuba, se refiere al mercado como si fuera “la puerta del mismísimo infierno”. Lo que me parece más interesante, ó desconcertante, es que no se entienda que el mercado es simplemente la conjunción de compradores y vendedores; donde los primeros realizan sus preferencias, gustos, intereses y los segundos los bienes y servicios que les costó producir y que están dirigidos a satisfacer, justamente, los gustos y preferencias de los primeros. Un tema distinto es la importancia relativa de los que participan en este mercado; aún así, el concepto de mercado ofrecido sigue siendo válido. Entonces, me pregunto, ¿acaso la autora de este artículo cuándo cobra su salario no es participante también del mercado que en tantas ocasiones demoniza en el artículo? Con independencia de quién, ó quiénes, determine el precio de La Jiribilla en Cuba, indirectamente se favorece de la presencia de Cuba en el mercado. Sin mercado, la autora no tendría papel, lápiz, tinta ó, yendo con la modernidad y la tecnología de hoy, computadora con los cuáles criticar al mercado. Este es un tema muy poco entendido en Cuba, pero del cuál todos, de una forma u otra, participamos.
Si la crítica es al arte -y estoy totalmente de acuerdo en que se exprese un crítica de esta u otra índole- a la forma de expresarlo, a la (des)honestidad del artista, ¿qué rayos tiene que ver el mercado?
El mercado no es el problema. Piense en el mercado cuando vaya al Agro a comprar tomate, papa o yuca y elija la que más le gusta; seguidamente, haga el símil de esta situación particular con el mercado de la música.
Un saludo.
Me parece que aquí el problema principal es que Descemer es una cantante cubano que se decidió radicarse en Miami, y ya de ahí deriva todo el tufillo ideológico subsiguente…
Excelente artículo, realizado con valentía, desprovisto de prejuicios. Respetuoso y agudo. Comparto, por demás, los criterios que expresa, no sin dolor, pues era uno de quienes más admiraba al Descemer de Yerba Buena… Lo cierto es que hace mucho que ha degenerado…
Me gusta que La Jiribilla ponga la polémica que falta en muchos medios dejados llevar del sirope, precisamente. A muchos nos entristece ver como ruedan cuesta abajo buenos músicos que se quedan en la superficie de lo que vende. Y la reacción del equipo del cantante me parece infantil y desproporcionada, toda vez que se sabe que de un producto, las lecturas y opiniones simplemente son libres e incontrolables, y hay que ser maduros para aceptarlas y dialogar con esas visiones. Por otro lado, le faltaría solo a la crítica un tin de sensibilidad para lograr el equilibro del crítico sobrio y objetivo. Supongo que la joven todavía crecerá para seguirnos regalando lecturas cada vez más certeras.
Así es como se escribe un artículo, sin hacer guiños al artista de turno, para entrar gratis a sus conciertos. Fantástico.
Estoy de acuerdo con el artículo, muy valiente de parte de la periodista, y es preocupante que haya defensores a capa y espada de esos facilismos.
Buen artículo; me agradan los periodistas valientes, esos que no tratan de agradar, sino de ayudar.
En mi opinión se trata de una crítica desequilibrada. Ciertamente existe una diferencia entre el Descemer de Yerba Buena y el actual, pero estas cosas son parte del desarrollo de un artista.
Tener una opinión al respecto, aunque sea una crítica desfavorable, no es necesariamente el problema, pero esta debe tener sustancia. Esta crítica, sin embargo, es pródiga en diatribas morales más que en disentimiento estético.
Si yo fuera Descemer agradecería a la periodista, con sencillez y respeto el acierto de su crítica. No sé puede ser tantas personas al mismo tiempo, por ejemplo: con las mujeres, con los enfermos,con los fans, con los cubanos de allá o con los de acá, en fin lleva una carga muy grande el pobrecito. Eso solo ocurre cuando vives tu vida ligada a la actuación, pero ojo.