Entre mogotes, del 27 y el 30 de noviembre, en el Valle de Viñales, Pinar del Río, se realizó el Encuentro de escritores, editores e ilustradores de la literatura infantil titulado En el Valle de la Pájara Pinta. El evento fue organizado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en el territorio, la editorial Cauce, el Centro Provincial del Libro y la Literatura, y contó con el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz y otros actores de la provincia. Sobre estos días, hay mucho que relatar, pero en este texto solo apuntaré algunos de esos momentos que se quedaron, como la luz del sol, en los mogotes.

Después de varios años, y de haber recorrido casi toda Cuba, por fin llegó a Pinar del Río la exposición Retoños de almendro, aquella que forma parte del libro del mismo nombre y que recoge cuentos e ilustraciones para niños de escritores cubanos, con una selección de Eldys Baratute.

El día de la inauguración de la muestra en la Uneac pinareña estuvo la escritora para niños Nersys Felipe, Premio Nacional de Literatura, Premio Nacional de Radio y Premio Casa de las Américas en dos ocasiones, que escribió el prólogo de Retoños de almendro.

Luis Yuseff Reyes, director de Ediciones La Luz y Jenny Pupo, directora de Cauce, reconocieron que el proyecto unía a gran parte de los ilustradores pinareños, y que, en algún momento, la provincia fue el punto de encuentro de los ilustradores para niños en Cuba.

La Luz (de)muestra lo que es posible lograr desde la gestión y promoción de autores cubanos, jóvenes y consagrados, con el uso de las tecnologías, y el respeto al arte de editar libros.

En las palabras de la muestra, el escritor Enrique Pérez Díaz, apuntó:

Recuerdo que, al ver por primera vez, durante una reunión en el Instituto Cubano del Libro, el “libro señal” de Retoños de almendro, como niño malcriado no quise que abandonara mis manos. Igual les ocurre a cuantos lo encuentran en cualquier librería del país. Gracias a su diversidad temática, estilística y de técnicas empleadas en cada dibujo, esta exposición, con sus hermosas y artísticas ilustraciones, nos lleva de nuevo al universo mágico de aquellos y otros muchos retoños de almendro, pues gracias a cada imagen, se nos permite soñar, intuir mundos desconocidos y, cual niños inquietos y aventureros, adentrarnos en ese otro camino diferente y singular, que solo consiguen proponernos los genuinos e inspirados ilustradores cuando su creación es una auténtica y enriquecedora obra de arte.

Ediciones La Luz, como casa editora, como equipo, fue la homenajeada en esta jornada de El Valle de la Pájara Pinta. Desde Holguín, la editorial, que forma parte de la Asociación Hermanos Saíz y del Sistema de Ediciones Territoriales, no ha creído en límites y se ha convertido en la mejor a nivel nacional, reconocida así por el Instituto Cubano del Libro en la Feria Internacional del Libro de La Habana en 2023.

La Luz (de)muestra lo que es posible lograr desde la gestión y promoción de autores cubanos, jóvenes y consagrados, con el uso de las tecnologías, y el respeto al arte de editar libros. Reconocida también con el Premio La Rosa Blanca, de la Uneac, que distingue la excelencia al trabajo con las infancias, La Luz sabe lo que vale trabajar para los más pequeños de la casa, para los que serán muy pronto el futuro de la nación.

Las propuestas de La Luz llegan atractivas en libros impresos y digitales, dibujos animados, audiolibros, concursos de booktubers; sus contenidos son distribuidos por las redes sociales y aprovechan el poder del audio para los que prefieren o necesitan escuchar los libros.

Luis Enrique Rodríguez, director de Ediciones Loynaz, comentó que su catálogo muestra una gran diversidad de autores e ilustradores cubanos, y también algunos concursos que se convocan desde Pinar del Río para promover la literatura infantil y juvenil en el país

Los libros de La Luz traen magia e ingenio, fantasía, visibilizan y promueven a los editores, ilustradores, y traductores de la literatura infantil. La Luz sabe lo que vale comunicar para que el libro viva y llegue a los lectores. 

Otras casas editoras participantes en esta cita fueron las matanceras Ediciones Matanzas y Ediciones Aldabón que celebran 45 y 25 años, respectivamente, en 2023. Estas presentaron títulos para niños con excelente factura, de cuatro autores representativos del panorama literario cubano: Nelson Simón, Yanira Marimón, José Manuel Espino y Eldys Baratute. En la provincia se apuesta por reconocer la literatura infantil y juvenil desde las colecciones.

Luis Enrique Rodríguez, director de Ediciones Loynaz, comentó que su catálogo muestra una gran diversidad de autores e ilustradores cubanos, y también algunos concursos que se convocan desde Pinar del Río para promover la literatura infantil y juvenil en el país, entre ellos el Premio Chicuelo y Hermanos Loynaz. José Manuel Pérez Cordero, editor de la Loynaz, presentó la reedición del libro Los miedos de Daniel, de María Caridad González, un libro que había sido premiado en el Regino Boti, de Guantánamo.

Participantes en el evento.

Libros publicados por la Editorial Sensemayá, de la Fundación Nicolás Guillén, también estuvieron presentes; entre ellos, Por el mar de las Antillas anda un barco de papel, de Nicolás Guillén, y otras propuestas. Denia García Ronda, la escritora para niños que estuvo en los planes de estudios escolares en Cuba, y que según ella misma desde hace un tiempo había dejado a un lado la promoción de esta faceta suya, hizo lectura de libros. Orlando Hernández Jiménez, vicepresidente de la Fundación Nicolás Guillén comentó sobre la promoción de la obra del Poeta Nacional de Cuba.

El Valle de la Pájara Pinta se distingue por acercar el libro a las comunidades y escuelas de Viñales. Por ejemplo, en Puerto Esperanza, un poblado cercano al mar, el proyecto sociocultural La Camorra contribuye a la transformación de la vida de niños y demás habitantes. Allí hubo presentaciones y donaciones de libros para los pequeños que forman parte del proyecto y del taller literario.

Nubelia Leyva y Mirta Rivero, el dúo Te Con Té, narraron cuentos de Nelson Simón y Nieves Cárdenas. Y allí fue la primera presentación del poemario de Nelson Simón, Canciones de ida y vuelta, en la que él pudo estar.

Presentación del poemario de Nelson Simón.

El libro publicado por Ediciones Matanzas, lo presentó Maylan Álvarez. “La vida es ir y volver”, acotó Nelson. “Siempre hay que estar preparado para los regresos”. También comentó lo importante que fue Matanzas para él. Y dijo que este es un libro que escribió sin prisa, a su paso por diferentes lugares, entre 1995 y 1996.

Relatan los participantes en esta edición de En el Valle de la Pájara Pinta, y de otras anteriores, que al evento le precedió desde 2004 el denominado Cuentos de la Bahía Honda, donde estuvieron escritores e ilustradores, entre ellos recordaron al Premio Nacional de Edición Esteban Llorach, y al ilustrador Raúl Martínez, y sus talleres con los entonces jóvenes colegas, tal vez una de las razones que hiciera posible el desarrollo de la ilustración para niños en Pinar.

Relatan los participantes en esta edición de En el Valle de la Pájara Pinta, y de otras anteriores, que al evento le precedió desde 2004 el denominado Cuentos de la Bahía Honda

Las lecturas de textos en ambos eventos —añaden— han permitido hacer selecciones, antologías, y encontrar posibilidades editoriales, que en estos espacios los ilustradores llegaban a disputarse los libros inéditos y que las lecturas eran de los momentos más esperados.

Este año hubo lecturas que hicieron posible contactar con los autores de Pinar del Río Alberto Peraza, Hevelyn Calzada, José Manuel Pérez Cordero, Bárbara María Vento, Marilay Pérez, María Caridad González y Nelson Simón; de Holguín, Liset Prego; de Matanzas, Maylan Álvarez, Alfredo Zaldívar y Daniel Cruz Bermúdez.

En el Valle de la Prehistoria se presentó la aplicación Cuentos de la abuela (que debería conocerse en las escuelas cubanas), con textos de Nersys Felipe en la voz de la autora y coordinada por Yusley Izquierdo. Y allí mismo, Nelson Simón anunció que la próxima edición del evento En el valle de la Pájara Pinta se dedicará a Matanzas, una ciudad que apuesta por alcanzar la condición de ciudad creativa en la literatura.

En esa ocasión, será reconocido el movimiento editorial del territorio y su riqueza y diversidad. Además, se celebrarán los 30 años de Teatro de las Estaciones, grupo que ha representado y promovido la obra de Dora Alonso.

Dora Alonso entre los mogotes de Viñales.
Tarja que recuerda a la conocida autora de literatura infantil.

Dos momentos muy emotivos En el Valle de la Pájara Pinta fueron la entrega del Premio La Rosa Blanca al propio evento, de manos de la escritora Nieves Cárdenas, presidenta de la sección de literatura infantil de la Uneac, y del sello 45 Aniversario de Ediciones Matanzas, a Nelson Simón. También lo fue la donación de libros al campismo sede para enriquecer su sala de lectura, y hacer posible que los visitantes tengan a disposición un libro, entre sus opciones recreativas.

“Que me vele el paisaje de Viñales, la vega más lozana, la entrañable presencia de su valle”. Así escribió en su poema “Testamento” la escritora cubana Dora Alonso, y sus deseos se cumplieron. Estuvimos en el mismo lugar donde se dispersaron sus cenizas, allí miramos el valle, sentimos su espíritu, descubrimos las razones para amar un lugar como este.

En el lugar donde se dispersaron las cenizas de Dora Alonso.

Terminó el evento El Valle de la Pájara Pinta en el campismo Las Dos Hermanas, y comenzaron a llegar esa misma mañana personas invitadas a “Viñales Valle Vivo”, una jornada de celebración por el XXIV Aniversario de la declaratoria del Valle de Viñales como Patrimonio Mundial, en la Categoría de Paisaje Cultural. Se realizaron talleres, intercambios y actividades artístico-culturales hasta el primero de diciembre con el objetivo de resaltar los atributos que sustentan el valor excepcional universal del sitio y de promover el desarrollo integral de la comunidad ¡Ojalá que el valor de los libros y la literatura, el valor de este evento, se tenga en cuenta!

En varios momentos el escritor y presidente de la Uneac en Pinar del Río, Nelson Simón, dijo que el libro El Valle de la Pájara Pinta, Premio Casa de las Américas 1980, de Dora Alonso, también debe ser una de las atracciones de Viñales. “Deben existir posibilidades para tener este libro en todas partes de este municipio y en toda Cuba, que esté en escuelas y bibliotecas escolares. Al mirar Viñales y este libro uno puede darse cuenta de lo que vale un libro en un lugar y en su gente”.