El Fondo de Fomento del Cine Cubano responde a una necesidad acumulada. Es una conquista de los creadores y ante todo un camino para impulsar la producción audiovisual en el país. Ofrece oportunidades para que crezca y se diversifique el arte cinematográfico nacional. Sin embargo, algunas cuestiones todavía no fluyen según lo previsto y trabajamos en su solución.

Así expresó Helda Calvo, jefa del grupo técnico del Fondo de Fomento del Cine, durante su intervención en la tercera jornada del Evento Teórico Caracol 2023, a propósito del espacio dedicado a las potencialidades y debilidades del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico y las productoras independientes en general.

En un contexto difícil para la producción audiovisual, teniendo en cuenta las consecuencias derivadas de la pandemia, el reordenamiento económico, la crisis mundial y la medida reciente de la bancarización, entre otros aspectos, el cine —en tanto arte costoso— ha sufrido mucho.

El Evento Teórico Caracol 2023 acogió un debate acerca del Fondo de Fomento del Cine Cubano y las potencialidades y debilidades del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico, entre otros temas. Foto: Pablo Massip

En el actual panorama cubano, el Fondo de Fomento de Cine ofrece esa posibilidad de realizar el sueño de los creadores, siempre y cuando cumplan determinados requisitos para la postulación y sus proyectos se sometan al dictamen de un jurado experto, explicó Calvo.

“Desde 2020, cuando publicamos la primera convocatoria, se han presentado 219 proyectos, de los cuales 86 pertenecen a mujeres, 85 a creadores menores de 35 años y la mayoría (172) provienen de la capital.

“Como resultante, se han beneficiado 69 de ellos y el total de proyectos finalizados con apoyo del Fondo de Fomento del Cine Cubano asciende a 42. Está en marcha la quinta convocatoria, destinada a potenciar la modalidad de Producción, con 18 proyectos presentados, de los cuales 15 pasaron a comité de selección”, comentó

El Fondo de Fomento del Cine Cubano responde a una necesidad acumulada. Es una conquista de los creadores y un camino para impulsar la producción audiovisual en el país.

Insistió Calvo en la importancia de esta iniciativa, que “vino a revolucionar la producción cinematográfica en el país y la forma de hacer cine”.

Sin embargo, reconoció que aún existen debilidades. “Actualmente el financiamiento del Fondo proviene solo del presupuesto estatal y no es la única fuente que podría tener. Lamentablemente, muchos factores inciden en la cuantía del apoyo que los creadores anhelan poseer para realizar su obra, como la devaluación de la moneda, por ejemplo. También podríamos contar con aportes propios de algún creador o institución, inexistentes en este momento, lo cual ayudaría a incrementar esa ayuda económica que ofrecemos”.  

Calvo se refirió a la Oficina de Atención a la Producción Audiovisual y Cinematográfica, constituida mediante la Resolución No. 47/2019 para facilitar y garantizar la producción audiovisual y cinematográfica que realizan los creadores audiovisuales y cinematográficos independientes y los Colectivos de Creación Audiovisual y cinematográficos. Dicho ente atiende proyectos en los géneros ficción, documental y animación, en las categorías de cortometrajes, mediometrajes y largometrajes.

“Para 2024 nos interesa implementar un plan de formación y capacitación para creadores; lanzar convocatoria para proyectos que aborden el racismo y realizar recorridos por las provincias con los especialistas de la Dirección de Creación Artística para impartir conferencias sobre los resultados de la implementación del Decreto-Ley 373/2019 y sobre los mecanismos financieros. Urge también que fortalezcamos las relaciones de trabajo con la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la Facultad de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca)”.

Lourdes de los Santos, presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac, aseveró que es necesario disponer de una Ley de Cine que recoja numerosas cuestiones que no pueden quedar a la deriva.

Yamila Marrero, productora ejecutiva de Wajiro Films y colaboradora, entre otros, de colectivos de creación como Cocuyo MediaLab y Allpa Studio, abordó la búsqueda de coproductores internacionales, tema cada vez más complejo para los creadores cubanos.

El Fondo de Fomento vino a revolucionar la producción cinematográfica en el país y la forma de hacer cine.

“En ocasiones es difícil presentarte y ganar si no tienes primero un financiamiento nacional. Por otra parte, quizá pudiéramos avanzar de alguna manera a través de incentivos fiscales y mecenazgos. Lo que ha sucedido en los últimos tiempos es que Cuba ha dejado de ser el destino fílmico que era antes de la pandemia.

“Colombia y República Dominicana han ganado terreno en ese sentido y perdemos muchas oportunidades de experiencia y de empleo. En ello inciden diversos factores, como el otorgamiento demorado de permisos de filmación o la devaluación de la moneda, que propicia que un capital foráneo otorgado en dólares, euros, libras esterlinas u otra divisa se convierta en una cifra irrisoria al cambio de 1 por 24 a nivel institucional o, en el mejor de los casos, a 120.

“El Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) era el mayor exportador de servicios del Ministerio de Cultura y hoy no exporta mucho. No hemos logrado que la perspectiva del cine se transforme”, afirmó.

Marrero también se refirió al complejo escenario que impone la bancarización: “cuando yo tengo un rodaje la semana próxima, por ejemplo, y no puedo disponer del efectivo necesario para enfrentar cualquier circunstancia o pagar cualquier servicio que se requiera, teniendo en cuenta los límites impuestos en las sucursales bancarias”.

Trabajamos con bajos presupuestos si analizamos lo que necesita una película. Incluso, beneficiados con el Fondo hemos visto cómo la inflación afecta ese apoyo recibido años atrás, agregó.

“La formación es importante y no se hacen artistas como se tienen ingenieros. En la actualidad muchas especialidades no se desarrollan como deberían. Pensemos en cuántas películas concebimos desde la época actual para no someternos a los obstáculos y carencias que plantearía hacer filmes de época. En ese sentido, pensemos cuántas especialidades no ponen en vigor sus conocimientos”.

No obstante, la presencia del cine cubano en festivales internacionales demuestra la calidad que posee y cuánto pueden hacer los creadores en nombre de la cultura de nuestro país. Debemos evitar, entonces, arrastrar situaciones que nos impiden seguir creciendo, acotó.