La Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), compañía discográfica cubana creada el 31 de marzo de 1964, tuvo su sede en la calle San Miguel 410. Sus antecedentes se remontan a 1944 cuando el ingeniero cubano Ramón Sabat fundó el sello discográfico Pan-Art (siglas de Arte Panamericano), devenido después en Panart.

Sabat se relacionó con firmas como la Cictor Talking Machine, y luego con las compañías Colombia Phonograph y Collender Brunswich-Balke. Después de sus estudios en los Estados Unidos, Sabat asumió el equipamiento de la firma Musicraf y los embarcó a La Habana; eso ocurrió en 1942. Un año después montó la pequeña fábrica de artículos plásticos y discos para su comercialización y en 1944 decidió fundar la Cuban Plastic and Récord y el sello cubano Panart, lo cual dio lugar a los primeros estudios de grabación en Cuba: Estudios 101 y 102, de la calle San Miguel 410.

Primeras grabaciones

La primera grabación perteneció al bolerista Carlos Alas del Casino, con las canciones “Toda una vida” (Osvaldo Farrés), “Hojas secas” (Roque Carvajo) y la guaracha “Cucha el eco del tambor” con el acompañamiento de la Orquesta Jazz Band Hermanos Castro.

Otras de las grabaciones iniciales fueron “Cascarita” de Orlando Guerra, con la orquesta de Julio Cueva; el bolero “Luna de Varadero” y la guaracha “Oye como dice”, interpretada por el cantante Orlando Planas con Los Hermanos Castro.

Continuó “Penicilina”, primer danzón grabado en la Panart por la orquesta de Neno González y a ello se sumaron La Sonora Matancera, el Cuarteto Oriental, Wilfredo Fernández (“Inolvidable”), orquesta Ideal, Manolo Fernández, Orquesta Kubaney, Miguel de Gonzalo con Felo Bergaza, Conjunto Colonial, Orquesta Cosmopolita, Raúl del Castillo, María Luisa Chorens y Olga Guillot con la orquesta Swing Makes.

En el año 1945 llegaron a grabarse 83 discos de dos caras; entonces comenzó una guerra comercial y propagandística contra la Panart de Cuba y la RCA Víctor de los Estados Unidos.

La RCA Víctor dejaba muchos discos rezagados por la tardanza al comercializarlos en Cuba, mientras que la disquera nacional tenía la posibilidad de sacar a la calle, con mayor rapidez, los discos calienticos, en una o dos semanas. Se trabajaba con la resonancia directa de los bailes populares, emisoras de radio y vitrolas (traganíqueles), de la marca “Aireon”, perteneciente a la compañía Riera Vantwistem (Factoría y Aponte), del barrio Jesús María, en la Habana Vieja. Con todas estas posibilidades, la Panart competía en su gran momento con las disqueras estadounidenses RCA Víctor, Columbia, Decca, Mercury y Capitol.

La Panart aprovechó la llegada a Cuba de Daniel Santos en 1946 y lo grabó junto a La Sonora Matancera con la guarachita “Bigote de gato” y “Se vende una casita”, disco que se comercializó como pan caliente. Le siguieron otros éxitos: “Plegaria a la Virgen del Cobre” y el antológico bolero de Isolina Carrillo “Dos gardenias” (11 de marzo de 1947); de esa manera Daniel se convirtió en el primer extranjero en grabar para la Panart. Por ese motivo ya en 1948, la Panart dominó el mercado disquero en Cuba.

Es entonces que aparece la guarachera Celia Cruz con los cantos de santería “Changó” y “Babalú Ayé”, acompañada por el coro Yorubá-Tambores Batá de Alberto Zayas. Le sigue con el mismo perfil Merceditas Valdés, con temas como “Oshún” y “Yemaya”. Otras estrellas: Pepe Reyes, astro del feeling, el Septeto Favorito y el Cuarteto Nacional. El Conjunto Casino abandona la RCA Víctor y se integra a la Panart, algo que trajo discrepancias con La Sonora Matancera.

Otros discos fueron el Trío La Rosa, Orquesta Guzmán, Conjunto Niágara y Ernesto Grenet (de Tropicana), Hermanas Lago, Hermanos Rigual, Los Riveros, René Cabell y Pepe Merino.

Muchas de las historias de la Panart y la Egrem han quedado en la noche de los tiempos, una parte de ella ha sido resultado del testimonio de algunas personas ya desaparecidas.

Revolución: Imprenta Nacional (1961)

En 1959 acontece un cambio social en Cuba, el 29 de mayo de 1961 la Cuban Plastic and Record Corporation, los Estudios San Miguel, la Panart, la Impresora Cubana de Discos S.A. y todos los sellos afiliados, la Discuba (RCA Víctor), Puchito, Gema, pasan a pertenecer a la Imprenta Nacional de Cuba. Esta entidad creó su propio sello discográfico y llegó a ser dirigida en determinado momento por Alejo Carpentier. Las dos fábricas de discos pasaron, en los primeros tiempos de la intervención, al Ministerio de Industrias.

El primer disco grabado fue Nuestro Danzón, continuaron marchas y poemas revolucionarios recitados por Alicia Ferrán, canciones de Juan Almeida, Gina León en el Capri, la orquesta de Antonio María Romeu con una selección de danzones clásicos, la Banda Nacional de Conciertos, Senén Suárez con el cantante Portillo Scull, Fernando Albuerne, Casino de Sevilla, Cosmopolita Típica Panart y los Hermanos Castro.

Chappottín y sus Estrellas, conjunto emblemático del son cubano. Imagen: Tomada de Internet

El Consejo Nacional de Cultura (CNC) llevó a vías de hecho el intento por reorganizar la producción y distribución de la discografía cubana destinada a la exportación. Con estos fines se creó el sello Sierra Maestra, con su propio catálogo discográfico. La Editora Nacional de Discos fue dirigida por el compositor Giraldo Piloto. Grabaron la Aragón, Chappottín y sus Estrellas, Gina León. Más adelante, el músico Nilo Rodríguez asume la Dirección de Música de la Imprenta Nacional.

Egrem

La Egrem surgió el 31 de marzo de 1964 mediante Resolución No. 4 del Consejo Nacional de Cultura (CNC), transfiriéndose al patrimonio musical y las funciones de las empresas discográficas próvidas existentes hasta ese momento, tales como la Cuban Plastic Corporation Discos Panart y la Unidad de Ediciones Musicales. A partir de entonces se crean los sellos Areíto y Guamá.

La Egrem comenzó con los discos de Carlos Puebla, Barbarito Diez, Tito Gómez, Celeste Mendoza, El Casino, Arcaño y sus maravillas, Antonio María Romeu, Arsenio, Melodías del 40, Sensación, Elena Burke, Omara Portuondo, Teresita Fernández, Los Papines, Juan Formell y Los Van Van, Chucho Valdés con Paquito D´Rivera, las cantantes Omara Portuondo y Elena Burke…, la lista es interminable.

Elena, de Elena, fue grabado en 1968 bajo el sello Areíto de la Egrem.  Imagen: Tomada de Internet

En 1991 se inicia la producción de los discos compactos, con el CD Pegando duro, bajo la producción de José Manuel García y Jorge Rodríguez. En 1996, Juan de Marcos González con su proyecto de la orquesta Afro Cuban All Stars, graba tres discos y, uno de ellos fue Buena Vista Social Club, ganador del Premio de Música Tradicional 1997. Convertido en un verdadero suceso mundial, este proyecto de fin de siglo lleva una vez más a la música cubana a la cima de la popularidad mundial.

La Egrem reúne todos los eslabones de la cadena de valor de la música: grabación, representación, edición, comercialización y centros culturales. Atesora en sus archivos un amplio catálogo que conforma uno de los más importantes y abarcadores patrimonios musicales de Latinoamérica. Cuenta con más de setenta mil matrices de versiones originales y reediciones de música cubana de todos los géneros, con algunos de los intérpretes más populares de la historia. Posee el mayor catálogo musical de la isla, más de diez mil matrices inéditas de distintos géneros: rumba, cha cha chá, guaracha, danzón, mambo, son, bolero, sinfónica, salsa, rock y fusión.

“La Egrem cuenta con más de una decena de instalaciones en todo el territorio nacional y en ellas se presenta un variado y extenso catálogo de agrupaciones musicales”.

La Egrem desarrolla sus producciones con artistas y agrupaciones de gran éxito. Promueve la nueva música cubana de todos los géneros y estilos creados en el país, así como lo mejor de la creación musical de tiempos precedentes, distinguiéndose por combinar repertorios, figuras y agrupaciones de formatos instrumentales diversos, continuadores de la tradición musical y exponentes de las expresiones musicales contemporáneas.

En los estudios de la Egrem grabaron sus canciones artistas extranjeros como: Nat King Cole, en su primer disco en español (1958), Josephine Baker, María Jiménez, Carlos Lico, Vicente Garrido, Sonia Silvestre, Luis Gardey, Susana Baca, Alfredo Sadel, Toña la Negra, Pepe Lara y la orquesta de Jesús Moreno, Chavales de España, Casino de Sevilla, Alberto Beltrán, Roland Gerbau, Floriana Alba, Tina de Mola, Ernesto Bonino, Lucho Gatica de la disquera Odeón, Josephine Baker, Luis Aguilé (Odeón Record) Carlos Lico, Sonia Silvestre, Maritza Vargas. Todo el Boom de la Salsa de la década de 1990 y muchos invitados como la Típica 73.  

El fonograma Batanga de El Nene y la Orquesta Estrellas de Areíto forma parte de la campaña por el 60 Aniversario de la Egrem. Imagen: Tomada de excelenciasdecuba

La Egrem posee estudios de grabaciones en las ciudades de Santiago de Cuba, Camagϋey y La Habana, además, conserva los emblemáticos Estudios Areíto. Las Casas de la Música forman parte de las líneas de negocio de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales. Desde la apertura en el año 1995, de la primera Casa de la Música en la barriada de Miramar, la mejor música y las principales agrupaciones del país recuperaron su protagonismo cotidiano en las noches cubanas.

En la actualidad la Egrem cuenta con más de una decena de estas instalaciones en todo el territorio nacional y en ellas se presenta un variado y extenso catálogo de agrupaciones musicales de renombre internacional, que constituyen un sello de garantía en la calidad de los espectáculos culturales que se ofertan a los amantes de la mejor música cubana.

Entre los servicios que brinda la empresa se encuentra el alquiler de estudios de grabación a terceros, servicio de mezcla, masterización y otros, hospedaje en hotel aledaño a los Estudios de 18 y la oferta de servicios gastronómicos como complemento a las presentaciones artísticas en las Casas de la Música. Además, cuenta con la red de tiendas Álbum Kafé, donde se comercializan y promueven diferentes productos culturales. La Egrem organiza encuentros, festivales, concursos, jolgorios y fiestas.

En la actualidad, la Egrem es la casa discográfica más antigua de Cuba, en la Revolución; salvaguarda gran parte de la banda sonora de la música cubana y enarbola los conceptos de patrimonio, identidad y renovación.