Regresas como maestra a la Escuela donde te formaste.

Hace algunos años asisto al Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet como directora de la Cátedra Cubana de Danza Clásica, que radica en Veracruz, México. Realmente es una experiencia maravillosa porque me hace volver una y otra vez a mi casa, y traer a mis alumnas también a que conozcan de primera mano lo que significa estudiar en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso. Para mí es un honor haber estudiado aquí, y es un placer traer a niñas que se interesan en la metodología de la Escuela Cubana de Ballet, para que entiendan de dónde surge esa magia que hace que el método cubano funcione en cualquier lugar del mundo.

Beatriz Abreu León, directora de la Cátedra Cubana de Danza Clásica en Veracruz, México.

¿Por qué se ha expandido el método cubano de enseñanza de ballet?

Lo más interesante es que el método cubano se diseñó por el maestro Fernando Alonso para que todo cuerpo latino pudiera enfrentar la técnica del ballet, porque está diseñado desde un conocimiento anatómico profundo y desde un análisis de la técnica también muy profundo. Lo que se hizo desde un inicio fue tomar de cada una de las escuelas de ballet, de los métodos que existían en el mundo, lo que al cuerpo del caribeño le venía bien. En Latinoamérica la Escuela Cubana de Ballet se ha expandido justamente porque se adapta al cuerpo de los bailarines.

También estudiaste Filología.

Mi abuelo, que era un hombre muy sabio, decía que todo lo que uno aprende en la vida es útil y que mientras más uno sepa más puede aportar a los demás, y realmente a mí la enseñanza me mueve desde muy pequeña, y también el querer saber. Estudié Filología justamente para ampliar mis horizontes de conocimiento y para poder llevar al salón de clases más que la técnica propia de la danza clásica, también una experiencia cultural que hiciera que mis estudiantes entendieran que pertenecen a una tradición de danza que se ha expandido por el mundo y que nació en una pequeña isla.

“Para mí es un honor haber estudiado aquí, y es un placer traer a niñas que se interesan en la metodología de la Escuela Cubana de Ballet, para que entiendan de dónde surge esa magia que hace que el método cubano funcione en cualquier lugar del mundo”.

¿Será posible que registres tus experiencias como maestra de ballet?

Muy humildemente estoy anotando mi experiencia como maestra de ballet; creo que es una misión que tenemos todos de seguir aportándoles a las siguientes generaciones nuestra experiencia, que viene de los fundadores de la Escuela Cubana de Ballet. Hay que hacerlo con respeto, honrando siempre la tradición, y entendiendo que allí donde se lleve la Escuela Cubana de Ballet esa experiencia se puede enriquecer y se puede preservar la esencia de lo que fue en sus inicios: un método que dio muchísimos resultados a las primeras generaciones y que sigue haciendo crecer esa magia que es la Escuela Cubana de Ballet en el mundo.