Lilien Trujillo Vitón: Confío en el jazz
El jazz es una forma de vida, más que un género musical. Por eso Lilien Trujillo Vitón prefiere que, además de presentarla como periodista, fotógrafa y mujer emprendedora, se diga que es también jazzista. “Desde la forma en la que asumo la fotografía me siento también jazzista y, obviamente, como muestra el título de mi exposición para la edición 40 del Festival Jazz Plaza, confío en el jazz”.
Es la segunda vez que la joven artista presenta una muestra fotográfica en este evento que, como buena amante del jazz, espera con ansias. Anteriormente, en 2024, presentó en el lobby de la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba la conocida Havana Jazz Portrait, en la que intentaba resumir parte del trabajo que realiza cada noche cuando documenta lo que sucede en las presentaciones, conciertos, jam sessions y descargas de muchos de los músicos cubanos que defienden este género.
En esta segunda oportunidad en el evento, ahora con Jazz: We Trust, Trujillo Vitón cumple el sueño de exponer en el segundo piso de la Pared Negra de Fábrica de Arte Cubano, “por lo que agradezco a Adelina Fonteboa y a Patricia Silveiro, curadora de la muestra, por acompañarme en esta aventura”.

Ambas exposiciones dedicadas al jazz, de un año a otro, deben evidenciar un “salto” creativo en ti…
—Desde el punto de vista artístico y personal constantemente hay que proponerse la sorpresa. Siempre busco sorprenderme a mí misma y en ese proceso, créeme, me asusto mucho. Sucede que hacer un cambio tan radical como el que estoy haciendo entre una exposición y otra, que no es intencional sino el resultado de mis propias inquietudes, o de la forma en que experimento el trabajo que hago de manera intensa y sistemática con la música, y en especial con el jazz, en La Habana, es parte de esa sorpresa.
“Havana Jazz Portrait tenía instalaciones y alrededor de 36 fotografías. Era una muestra artístico-documental. En el caso de Jazz: We Trust, comprende nueve piezas, una instalación y sobre todo la idea de mostrar la esencia de esa conexión de los músicos con la música. Luego me he dado cuenta que no es solo la conexión que tienen ellos con la música, sino la manera en que yo la experimento. Es como otro mundo, más allá de lo que puedo ver. Implica recrear la realidad desde otra perspectiva.
“La diferencia de la locación ha marcado la selección de las piezas y ha sido un proceso difícil cuestionarme cuánto creo en cada foto para poder elegir nueve entre quince. La Pared Negra es mítica, un espacio mágico. Hay piezas que forman parte de la serie, pero no estarán en la exposición porque, tal vez, no poseen el feeling necesario para ello. Magia es una buena palabra para definir lo que verán. Salir de lo cotidiano, encontrar novedades…”.
“Intento devolver a los músicos a través de imágenes un sentimiento lo más cercano posible a la magia que ellos nos entregan con su música”.
¿Te sientes satisfecha con el trabajo fotográfico que realizas a diario con el jazz, y la música en general, como motivación principal?
—Intento devolver a los músicos a través de imágenes un sentimiento lo más cercano posible a la magia que ellos nos entregan con su música. Tenemos la suerte de tener en el país a músicos muy talentosos que en cada escena ofrecen interpretaciones únicas, aunque sea el mismo repertorio, porque siendo jazz, depende de muchas cosas, más allá de una partitura. No siempre lo logro y por eso me empeño más y no me detengo en devolverles el gesto. No solo se trata de la satisfacción que puedo sentir como artista, sino también desde el punto de vista personal.
Desde el 28 de enero —cuando la exposición se inauguró de manera oficial— hasta el 28 de febrero permanecerá visible al público Jazz: We Trust, porque se insertará en el venidero Jazz Emprende, evento que se celebrará los últimos tres días del segundo mes del año.
“Patricia Silverio, la curadora, me dijo: ‘Obsesiónate’. Y lo estoy. A cada minuto pienso en lo mejor para la exposición porque es un compromiso grande para mí con el jazz, con esa forma de vida por la que tanta gente ha apostado en el mundo y en Cuba de manera especial”.