El actor y director teatral Miguel Abreu cumplió 50 años. No pretendo violar ningún código ético de nuestra amistad al revelarlo, sino dejar constancia de la edad que tiene este hombre incansable y todo lo que ha hecho hasta el momento por el teatro, por el arte, por la cultura cubana, por nuestra identidad.

Con su compañía Ludi Teatro ha marcado pautas, se ha convertido en referente de un discurso escénico peculiar y ha sido motor impulsor de otros proyectos de impacto social, con la dosis de trasgresión que conlleva… como debe ser.

La propuesta teatral de esta temporada es Sistas. Lo seduje para conversar con el pretexto de esta puesta en escena, pero ya sabía yo que otros temas aflorarían, como siempre, espontáneamente. Y me alegro de que sea así cada vez que nos vemos.

Con su compañía Ludi Teatro, Miguel Abreu ha marcado pautas, se ha convertido en referente de un discurso escénico peculiar. Foto: Tomada del Fb del entrevistado

Sistas, de la autora joven afro-alemana Golda Barton, constituye un viaje enorme de reescritura e investigación a partir de Las tres hermanas, de Antón Chéjov. Estamos abordando un clásico con varias miradas y la nuestra, la de Ludi Teatro, la de nuestra manera de hacer, la de nuestra teatralidad, que pone siempre énfasis, de algún modo, en la intención de buscarnos y encontrarnos ahí, hablar de nosotros mismos, de nuestras verdades, de nuestras alegrías, de nuestras tristezas.

¿Por qué escogiste esta obra en este momento?

Yo creo que la obra tiene un tema primordial, que es el adentro y el afuera. ¿Cómo se relacionan esos dos espacios? El espacio interno, el espacio que puede ser el espacio espiritual, el espacio personal, pero también es el adentro de la casa, y el mundo exterior, sus violencias, su agresividad o su nobleza, en dependencia de la experiencia de cada cual. Es, ahora mismo, digamos que un clásico que tiene profunda vigencia.

Esa historia tan especial de las tres hermanas en sus encierros, en sus obsesiones, en sus esperas por el padre, en su búsqueda de una realización personal, sus batallas contra las frustraciones, y todo eso está reflejado en la relación entre los personajes con unas actrices maravillosas que yo quiero mucho.

“Nosotros vamos siempre a tener un cuidado muy preciso de la visualidad”.

De nuestra familia lúdica está Ariadna Delgado en su personaje de María, Raiza D´Beche en su rol de Olivia, Sindy Rosario interpretando a Ivy y está Frank Norman, un actor joven que se incorpora, en el papel de Soo Jin. Además, como parte imprescindible de nuestro quehacer contamos con la música en vivo de Ana Carla Delá y Malissa Mendoza en las percusiones y Amanda Ramos en guitarra y violín. Nosotros tenemos ya una forma de ver el teatro donde la música tiene un protagonismo. No es ni el típico musical americano ni otras formas tradicionales o convencionales de asumir el musical. Nuestra propia manera la defendemos desde hace diez años, así, viendo la música en el teatro como un personaje protagónico dentro de la historia que estamos contando.

Ludi Teatro también ha tenido esmerado cuidado en las caracterizaciones en cuanto a maquillaje, vestuario, escenografía…

Siempre, y en Sistas también se ve. Nosotros vamos siempre a tener un cuidado muy preciso de la visualidad. Nos gusta respetar mucho la factura del teatro. Buscamos la manera de  importar telas, zapatos, y todos los recursos posibles.

“… es nuestro sentido de la vida que el teatro se mantenga abierto y que siga llegando el público que llega, que es fiel, y que llena siempre la sala de Ludi Teatro”.

Creemos que el público merece mucho respeto, merece una obra que visualmente tenga una propuesta de calidad, con un alto valor de producción. Eso lo agradece. Es también la exigencia del equipo de diseñadores de Ludi Teatro que es extraordinario. Pavel Marrero en el diseño de maquillaje y de peluquería; Celia Ledón en el diseño del vestuario; Daniel Rodríguez que ha hecho un aporte precioso a lo que es el diseño del espacio escénico; Rafael Vega en la producción, en fin, todo un equipo maravilloso, con mucho talento, con mucha capacidad, demostrada no solo en el teatro, sino también en el cine y en otros espacios.

¿Cómo ha sido la reacción del público?

Yo creo que es muy especial la reacción. Es una obra en la que la mujer se identifica mucho en ella.

Es habitual en Ludi Teatro abordar a la mujer como tema central…

Sí, nos interesa trabajar obras donde confluyan los temas de género, sobre todo enfocados en la mujer, en sus diferentes aristas, contextos, situaciones, procesos sociales… Y en este caso es una mujer que busca lo especial en la vida, el gusto por la belleza, por la literatura, por el arte, por la cultura. La mujer que siempre busca zonas de refugio en las letras, en una dimensión de la vida más culta, o de proyectos más altruistas. Y un poco la obra juega a cómo ese tipo de mujer enfrenta una realidad que es muy dura y muy contrastante con ese sueño de ser, con esa manera de buscar ser en la vida. Sistas trata de eso, o al menos nuestra Sistas, de ese gusto de la vida.

“… el público merece mucho respeto, merece una obra que visualmente tenga una propuesta de calidad, con un alto valor de producción”.

Y es como un homenaje a la poesía femenina, porque uno de los personajes fundamentales se llama María, es como un homenaje a Dulce María Loynaz. Y es como que una escritora encerrada, un poco loca también, un poco despistada, pero con una pasión y un compromiso con la literatura muy grande. De algún modo están entonces homenajeadas en la obra la voz de Dulce María, pero también la voz de Alfonso y Néstor, de Pita Amor, de la propia Agnieska Hernández, que hizo la adaptación del texto y que tiene una poesía hermosa. Entonces es un espectáculo para las mujeres, pero también para los hombres y para todos y todes. Es ese espacio plural que también defendemos siempre.

Realmente el discurso de género siempre ha tenido un peso importante en Ludi Teatro…

Podemos hablar de muchos espectáculos con ese enfoque. Por ejemplo, El diario de Ana Frank, donde el centro era la relación entre la madre y la hija. Fue nuestra versión, quitamos el personaje del padre para potenciar la situación entre estas dos mujeres en un contexto extremo. En ese sentido va lo que es Sistas, este encuentro de esas tres mujeres dentro con un personaje además que se agrega, que es como una especie de personaje surrealista que ellas tienen dentro de la casa y que es la conexión entre adentro y afuera.

¿En qué momento se encuentra Ludi Teatro?

Creo que Ludi Teatro necesita o necesitará en algún momento cambios más fuertes, dar saltos más fuertes. Ahora mismo, yo te soy honesto, siento que estamos en la intención sostenida, manteniéndonos de forma sostenida con la misma calidad en el trabajo, con la misma calidad en el resultado… Siempre tratando de reinventarnos, siempre tratando de incorporar nuevas personas, nuevos artistas, gente con talento que se una al espíritu lúdico.

No obstante, te puedo decir con mucha satisfacción que Ludi Teatro se ha mantenido estrenando uno o dos espectáculos al año, o sea, de manera estable, y eso implica mucho trabajo. Pero siento que tenemos que dar saltos hacia otras formas de gestión de la producción, quizás a promoción de la compañía fuera de Cuba, como logramos en otros momentos. Ludi necesita muchas cosas, mejores condiciones de trabajo, como las necesitan todos los teatristas y todos los teatros de Cuba. Un gran reto es mantenernos abiertos al público cuando hay tantos teatros cerrados, porque las condiciones materiales son muy duras, muy difíciles para mantener un teatro.

Sistas trata de eso, o al menos nuestra Sistas, de ese gusto de la vida”.

Nosotros vamos a seguir haciendo lo posible y lo imposible, porque es nuestro sentido de la vida que el teatro se mantenga abierto y que siga llegando el público que llega, que es fiel, y que llena siempre la sala de Ludi Teatro, la gente se queda afuera y se pone brava conmigo y yo le pido perdón siempre, por las redes sociales y por todas partes, cuando se quejan de que no pueden entrar.

Sé que trabajan en otro proyecto al mismo tiempo…

Así es. Es una obra de dos personajes en la que volvemos a un tema que nos interesa cada cierto tiempo, porque nos gusta de algún modo contribuir a que no se borre la memoria de la historia. Por eso, te decía, volvemos al contexto del holocausto, donde dos padres, una madre y un padre, tienen que entregar a su hija para salvarla.

Lo que me animó de esta obra es cómo aborda la intimidad de esa pareja y cómo se empieza a desmoronar por el miedo, por la desconfianza, y como esta se construye hacia la persona en la que confiaron. El texto es precioso, de una autora holandesa que se llama Judith Herzberg, El caracal, y lo presentamos en el Ateneo de La Habana (Prado y Refugio) el pasado 2 de octubre.

Comparto la dirección con Ariadna Delgado y Claudia Alonso estará en el personaje principal. Ese día regalamos el libro Tentaciones y dolor: cuatro piezas teatrales de los Países Bajos a las 10 primeras personas en llegar.

¿Has cumplido el sueño con el Ateneo de La Habana?

Estoy en ello. El primer período implicó muchísimo trabajo social, que es una de las misiones del Ateneo, mantener su perfil educativo e histórico y social, que es algo importante, abierto a la sociedad, un espacio plural, un espacio diverso. Trabajamos muchísimo con niños en talleres de teatro y con los adultos mayores en el Club Juventud y Belleza de La Habana Vieja, una experiencia muy linda.

Desarrollamos actividades de aporte al desarrollo local que se han mantenido de forma estable, conciertos, exposiciones, presentaciones de libros, o sea, la vida cultural del Ateneo ha sido muy rica. Después con la apertura del café se enriqueció más.

El Ateneo de La Habana, un espacio plural y diverso.

Lo más distintivo del espacio son las fiestas diversas porque nosotros trajimos a La Habana la fiesta de despecho, donde promovemos la música en español, la música romántica de los grandes éxitos de los 60, de los 70, todo lo que es música vintage… de nuestra música también, eliminando toda posibilidad de escuchar canciones con contenido peyorativo hacia la mujer o que promueva la violencia o que sea de algún modo grosera.

La idea es que las personas vayan a la fiesta del Ateneo a cantar sus canciones de amor o de despecho y es un espacio diverso, abierto para todos.

Indetenible, incansable, contra viento y marea, fecundo en sus ideas y tenaz en su actuar, Miguel Abreu continúa, a sus 50 años de vida, fiel a su esencia más genuina: aportarle a la cultura de nuestro país de todas las maneras posibles.