“El mayor hechicero sería el que se hechizara hasta el punto de tomar sus propias
fantasmagorías por apariciones autónomas”.
Novalis

Hace un año justo entré a la galería Espacio Abierto, de la Revista Revolución y Cultura, y me tropecé de frente con la exposición Pareidolias, de Pastor Rivera, la que capturó mi atención de inmediato. Hice luego algunos comentarios elogiosos sobre la misma al amigo José León, jefe de redacción de la revista y organizador de la muestra, y allí mismo se creó el puente para arribar a la presente exposición. León me habló con entusiasmo de Rivera, al que yo no conocía, y de pronto imaginé la galería El reino de este mundo poblada por sus peculiares personajes. Fue estimulante. Los valores propios de su obra y la rápida fascinación que ejerció sobre mí son la causa de que hoy su poética esté en contacto con los públicos de la galería de la Biblioteca Nacional “José Martí”.

“Rivera es autor de una obra enigmática a la vez que portadora de una polisemia considerable”.

Aunque Rivera manifiesta que el objetivo central de la muestra que hoy inauguramos es revelar los nexos existentes entre su labor como ilustrador (de libros y revistas) y su obra como pintor y dibujante en telas y cartulinas, creo sinceramente que, más que ese propósito, que se logra inobjetablemente, se trata de mostrar su indiscutible talento como gestor de signos y símbolos visuales, como artista. Mientras en la exposición de Espacio Abierto se mostraron, básicamente, trabajos de ilustración de libros y revistas, aquí estamos ofreciendo una parte de su obra integral en casi tres décadas de incesante trabajo con las imágenes.

En la ceremonia de inauguración, Omar Valiño, director de la BNJM, el artista Pastor Rivera, y Rafael Acosta de Arriba, curador de la muestra.

Rivera es autor de una obra enigmática a la vez que portadora de una polisemia considerable, seguramente lo primero a causa de lo segundo. Con la presente exposición, el artista se propone, además, descubrir los estrechos nexos entre literatura y artes visuales, los dos universos en los que se ha movido desde que decidió cambiar sus experiencias laborales como ingeniero radioeléctrico para moverse en el orbe de las humanidades.

Obra de Pastor Rivera expuesta en la galería El reino de este mundo, de la Biblioteca Nacional “José Martí”.

Autodidacta por completo, Rivera reconoce haber recibido una formación muy fecunda por parte del escritor y dibujante Manuel Vidal, a quien debe mucho de lo que es hoy, nos dice, el resto lo puso su tenacidad y amor por el arte. Y su talento. Sus primeras incursiones en la creación visual ocurrieron en la ilustración, La Gaceta de Cuba, Revolución y Cultura y Unión fueron las publicaciones que con mayor frecuencia contaron con sus trabajos. Rivera nos dice lo suyo: “la creación de imágenes mediante el dibujo, la pintura y el collage se manifiesta en el orden visual como una expresión de la cultura atesorada mediante la lectura sistemática…”, y refuerza el aserto con su propia obra visual. Atento al decurso del arte y a su vínculo con la literatura, el creador nos ofrece la presente exposición, una invasión de seres extraños, a veces grotescos, que han tomado por asalto la galería de la Biblioteca Nacional “José Martí”. Sin embargo, tal iconografía presenta relevantes antecesores en Goya, Dubuffett, Bacon y José Luis Cuevas, por solo citar a algunos renombrados en la pintura universal; y en la nuestra también, pues Antonia Eiriz, Hilda Vidal, Umberto Peña, una zona de la obra de Roberto Fabelo, entre otros, son también nombres indiscutibles de esa manera de crear, incluidos en la tradición artística insular.

La obra de Pastor Rivera muestra “un mundo de figuraciones y personajes que no provienen solo de sus lecturas, sino de realidades soterradas que ha decidido sacar a la luz”.

De manera que los propósitos generales enunciados, más otros, se cumplen con la presente exposición del artista, no muy promocionado por cierto (solo posee ocho muestras personales en Cuba y tres colectivas fuera de nuestros límites geográficos, además de algunas piezas en colecciones privadas internacionales), es decir, se trata de un creador poco conocido en el ámbito local. Pero lo cierto es que este expresionista auténtico es dueño de un mundo de figuraciones y personajes que no provienen solo de sus lecturas, sino de realidades soterradas que ha decidido sacar a la luz. Él ve en sus “monstruos” o seres deformes, las irregularidades y fealdades de nuestra vida interior, su iconografía es una clara y radical crítica al “arte bello” per se, al tiempo que nos ofrece una mirada muy personal sobre dos realidades: la literaria y la propia realidad, como tal.

La presente exposición muestra una parte de la obra integral de Pastor Rivera, en casi 30 años de labor artística en las artes visuales.

Esta muestra nos recuerda aquella desgarradora sentencia del gran poeta lusitano Fernando Pessoa cuando nos advirtió que el inventor del espejo había envenenado el alma humana. Nuestro reflejo nos altera y trastorna y Rivera sabe de ello. La imagen del hombre (y la mujer) de este artista no es la imagen habitual o clásica que nos aporta la historia del arte, el artista la inventa de nuevo, la recrea transformándola. Cambia planos, desglosa secuencias del cuerpo y rostros, los articula desde perspectivas metálicas o rocambolescas, arma, desarma, coloca ojos desorbitados en los rostros, deforma estos, crea su universo particular. Son sus visiones del hombre y de los personajes creados por el hombre, las que lleva a sus telas y cartulinas, una cosmovisión muy personal del ser humano.

Curiosos seres que, por estos días, invaden la galería de la Biblioteca Nacional “José Martí”.

Por esta galería desfilan ahora los personajes de las intensas lecturas de Rivera y las constataciones entre arte visual y textos, sus fabulaciones y hechizos, sus obsesiones y demonios. Sin ser un consumado colorista, el creador maneja las gamas de colores de su preferencia con maestría y seguridad, con lo que apoya diestramente la línea de sus dibujos y pinturas. Para crear ese universo propio, las tonalidades juegan su papel. Asumamos la muestra como lo que es, la revelación de un creador original y genuino.

* Palabras inaugurales de la muestra de Pastor Rivera en la galería El reino de este mundo, de la BNJM, el 20 de septiembre de 2023.

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