Miembros del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM) presentaron el número 45 de la revista asociada con esa institución en el contexto de las actividades por el aniversario de ese centro, que en el presente año conmemora los 45 años de su fundación.

Gladys C. Hernández, jefa de departamento de finanzas internacionales del CIEM y reconocida economista y politóloga, abordó los trabajos y las líneas de investigación en la nueva edición, disponible en el sitio web de la institución desde esta semana.

Entre ellos se encuentra un trabajo sobre la reconfiguración del orden económico internacional, la hegemonía de los Estados Unidos y los desafíos para América Latina y el Caribe.

En el encuentro se abordó la importancia del CIEM para asociar las investigaciones de la economía cubana.

Jourdy James Heredia, subdirectora del CIEM, presentó algunos resultados preliminares de ese proyecto en el cual intervinieron varios especialistas y técnicos. El trabajo, según expresó, muestra los resultados con relación a la reconfiguración económica del mundo, así como las principales opciones y desafíos de la región latinoamericana en ese contexto.

Además, abordó las diferentes manifestaciones de ese proceso en diversos ámbitos y la emergencia de la digitalización, la automatización de procesos, la realidad aumentada y otras áreas en la contemporaneidad.

De igual modo, Jourdy explicó cómo en otras investigaciones asociadas abordarán la división de la arquitectura económica internacional y el poder financiero de China en un escenario marcado por el predominio del dólar.

En la exhibición se detallaron las principales temáticas de la nueva edición de la revista.

Otro de los temas principales de la revista es el relacionado con la evolución e impacto de la Unión Económica Euroasiática y las perspectivas para Cuba. Al respecto Gladys acotó la necesidad de compartir los resultados de la investigación con diferentes instituciones.

El trabajo en cuestión estuvo a cargo del departamento que preside y compartió la historia de las relaciones en esa agrupación económica, los aspectos potenciales en los cuales Cuba podría relacionarse con los países de dicho grupo y las ventajas del proceso de institucionalización que en él existen de cara a favorecer el intercambio con la mayor de las Antillas.

En tal sentido mencionó la existencia del arancel cero, las capacidades para compartir mercado y las potencialidades en el desarrollo de determinados sectores. “Estamos en presencia de elementos comunes a cada uno de estos estados que marcan espacios, en la misma medida que existen diferentes condiciones en las cuales Cuba puede generar un comercio, hasta cierto punto complementario, con cada una de estas economías”, añadió.

“(…) Cuba puede generar un comercio, hasta cierto punto complementario, con cada una de estas economías”.

Por su parte, Ramón Pichs Madruga, director del CIEM, abordó el trabajo relacionado con el índice global de innovación, en el cual Cuba no participa y cuya evaluación corresponde a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Asimismo, expuso los aspectos evaluados en ese indicador, el cual examina las capacidades y resultados de las innovaciones y constituye uno de los conceptos estratégicos en las mediciones de los ejes centrales del desarrollo de las naciones.

Madruga, conjuntamente, significó la escasa presencia de Cuba en dichas relaciones, sobre todo de cara a los resultados de la innovación en la producción de técnicas y conocimientos, así como de otras producciones creativas. Esa métrica integra aspectos no desarrollados en el país, como son el de la sofisticación empresarial y de mercado, y requiere una preparación institucional, infraestructuras técnicas y un personal calificado.

“El índice tiene dos grandes campos: la capacidad para innovar y los resultados de la innovación. El resultado al final es lo más importante. Si esa capacidad no se traduce en resultados no hacemos nada, pero también es importante tener en cuenta que los resultados no salen de la nada y máxime en materia de innovación, es necesaria la creación de todo un conjunto de condiciones, información y preservación del capital humano”, destacó.

Ramón, asimismo, manifestó la intención de incorporar el índice general del conocimiento (otra medición relacionada con el de la innovación) en trabajos posteriores y declaró la trascendencia de esa medición para valorar otros aspectos de las relaciones económicas.

Adrián García opinó sobre los elementos claves para insertar a Cuba en la economía mundial.

El investigador Adrián García, por su parte, ofreció su opinión sobre las visiones existentes para la inserción de Cuba en la economía mundial, recordó los cambios y prácticas establecidas en momentos cruciales, como fue el del Período Especial, explicó las deficiencias de depender de esfuerzos endógenos y mostró la necesidad de abordar estrategias de aprendizaje para insertarse en el mercado.

“La ciencia tiene que ser mucho más crítica, tener resultados mucho más propios. Está bien que se sigan las líneas del sistema, pero hay cosas que no están en las líneas del sistema y hay que ponerlas y transformarlas”, afirmó.

“La lógica entre la mejora individual y colectiva en el mundo está en ese mundo neoliberal. ¿Cómo insertarnos ahí con pragmatismo y saber que el mercado funciona con una lógica para afuera y con una lógica para adentro? Si lo que prima es la lógica para adentro, absolutamente, ¿qué ocurre?: lo que nos ha pasado. Nos hemos ido alejando de la inserción en la economía mundial”, acotó el especialista.

Gladys también recalcó el compromiso del CIEM para asociar las investigaciones de la economía cubana, asimilar conceptos estratégicos para el diseño de políticas y transmitir informaciones sobre las formas en las cuales se deben medir los índices del desarrollo en las diferentes instancias.