Había espacios vacíos pero, la calle Paseo, después de pasar la medianoche, resonaba con coros y congas. Las personas se sumaban, no dejaban de llegar desde todos los puntos de la geografía habanera, y, cuando el sol se asomaba, los espacios vacíos ya no eran más que un recuerdo difuso. Quizás esa imagen, una calle Paseo colmada, transpirada de pueblo, sea una de las más hermosas y elocuentes de las que nacen en el año. 

“¡Qué clase de pueblo tenemos!”, esa frase dicha por el General de Ejército Raúl Castro, esa misma que retomaba el presidente Díaz-Canel antes de iniciar la jornada: un pueblo jovial, resistente y, sobre todo, resiliente. Cuba celebró este jueves el Día Internacional de los Trabajadores enrojecida de dignidad, azul de cielo compartido, blanca de esperanza intacta. Con pancartas, algunas desgastadas por el uso pero no por la fe, banderas que piden viento para seguir flameando, y una convicción profunda que sostiene a las ideas como esa fuerza que no solo mueve mundos, sino que los desafía. 

“Quizás esa imagen, una calle Paseo colmada, transpirada de pueblo, sea una de las más hermosas y elocuentes de las que nacen en el año”. Foto: Abel Padron/Tomada de Cubadebate

Cuba, La Habana, desfiló otra vez, con esa terquedad que solo da el hábito convertido en ritual: niños pequeños en los hombros de sus padres ondeando banderas como si el futuro dependiera de ese balanceo; las batas blancas en primera fila; los linieros en la segunda, retaguardia que es también primera trinchera; la alegría de los jóvenes; el paso no lento, sino ceremonioso, de los que acumulan más desfiles; las fotos y sonrisas para robarle segundos a la fugacidad.

El “¡Viva Cuba!” que no se grita, se exhala al fondo. La bandera cubana que ondea, hermanada junto a la de Palestina, unidas en un mismo impulso de dignidad. Un desfile diverso, inclusivo, tan cubano como el arraigo.

“Cuba celebró este jueves el Día Internacional de los Trabajadores enrojecida de dignidad, azul de cielo compartido, blanca de esperanza intacta”. Foto: Tomada del Facebook de Dany Suárez

No podría decir una cifra: miles, cientos de miles. Suena “La Internacional” y el pueblo no la canta, la siente. Repite de memoria el Concepto Revolución; aquellas palabras que hace 25 años Fidel lanzó al viento como semillas y que hoy son raíces: “Revolución es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”. Y allí estaban ellas, las ideas, caminando por Paseo con zapatos gastados y puños en alto, alzando la voz para gritarle al mundo tres palabras: ¡Patria o Muerte, Venceremos!.