Selección de poesía
21/7/2016
TODOS LOS DÍAS TIENEN SUS RECUERDOS
Para Alberto Acosta Pérez
No concibo encontrar una excusa,
un nombre,
un final acelerado,
la casa estremecida por extraños golpes.
La mañana es mucha mañana para el acto simple de vivir.
Solo encuentrolas urgentes habitaciones,
los retornos y el nunca-siempre
huellas a que nos convida,
–lo dejávu–
Espectro o paroxismo,
o como queramos llamar a una historia de amor.
Sí buscamos a tientas, el espacio breve
la obediencia de una taza de café,
las picardías del espejo,
el salterio de la ropas,
las ganas de equivocarnos
a golpes de certezas,
un lugar aparte y
la cólera de las palabras que no logramos inventar.
No tendríamos más opción:
a fuerza de memoria construir nostalgias
cercanas al dolor que comprenden los amigos,
(a pesar de los rangos de amistad)
de la conciencia limpia y lo que es mejor,
de planes futuros, a golpecitos del luego,
en el breve instante donde todo es silencio.
Después llenar definitivamente
las “Fotos de la Memoria”
huir del luego, como si fuésemos los mejores amantes
a través de los rincones,
sin convencernos de lo que somos,
de lo que fuimos repetir, una y otra vez:
Todos los días tienen sus recuerdos.
LA CÓMICA ALQUILADA II
Hace una noche espléndida para morirse
Lina de Feria
No vine a compartir mendrugos de existencia.
No vine a compartir el poema más desesperado.
Es natural, volvió el silencio.
Preludio los nueve meses, los círculos de antifaces, las canas- methaphysis del origen-
la imaginación a lo sumo inmersa en sus ecos, rebota (el ser),
la mujer que soy, que quisiera ser,
con deliciosas ganas de suplantar los epitafios y las hormigas.
La Espergesia de la Isla no me alcanza. Podría escribir el gran poema y decir: Soy una mujer perfecta que duerme en un rio, anuncia la precaria línea de su sombra, se esfuma, y vuelve a compartir el pan de cada día.
Quizás, no supe comprender la igualdad infinita de la noche, y haya muchas noches espléndidas para morirse. O sólo una noche; la bastarda cómica que alquiló mis días, y vuelve a ser la nodriza que me acuesta. Más si alguien me llama, dile quenoinsista, quehesalido…
LEY DE EDAD
No me quites las canas
José Martí
Acaban de pasar las personas mayores.
Mejor que pasen como buques fletados de palabras
y cartuchos de maní.
La conformidad no cabe en un gesto de dolor.
Perdón a la edad, a la melancolía,
a los mercadeos, a los recibos de la luz ,
a la cuota y las bonificaciones.
Perdón a la esperanza. Neurosis de conciencia.
Pasaran entre los flacos meses,
con jadeos, con el oficio de los que tienen poco, negocian el humo de la calle.
Las manos aprendieron a ver la edad, la pupila de las sombras,
los espejos simularon la imagen,
una limosna verde,
como quién hila el buen sentido y
la osadía del que puso muchos huevos en una misma cesta.
Hasta puede la edad soportar los dolores de la espalda,
la cola del periódico,
el sexo avinagrado,
los panes sin aceite,
las lenguas de los parques, No las arrugas y el silencio.
Las personas mayores vienen cargadas de sueños,
de billetes AZULES
de christmas deslumbrantes,
de la primacía del blanco.
Dios, No les quites las canas.
ÉSTA ES LA CASA ÚLTIMA
Una casa al parecer sin amo y sin dueña.Cuantas risas en un fondo de infancia,
en el lado más salvaje del corazón.
-Nove idea- de la simiente al cero.
Cambiaron el Sagrado Corazón,
la comadrita,
los búcaros
los frijoles, la niña X
el humo en esta paz perfecta.
Cambiaron la sangre de la Casa.
Los centauros de la flor salpican los ojos de los niños. Quién pudiera detener el gusano adicto a las hojas bajo las letras oxidadas de los pétalos. No hay respuesta para el sueño de los niños.
Si supieras contarme algo diferente a los Reyes Magos.
La nostalgia, el equipaje, el corazón de la mujer y su mala memoria,
una caterva de ojos con la humedad de siempre.
Todo lo que tiene una casa alquilada, después de tanta retórica
(cuándo, dónde, cómo, por qué) ni una sola vez he oído la voz del Paraíso.
A-prendo, que son mis garabatos
(la taza de café es un consuelo)
Desaparecimos como el flaco habitante de la memoria,
los panes debajo del hombro, Lina, en el absurdo del domingo.
La Casa que fue tu dulce casa, (no existe). He querido irme lejos.
Regresaré en el siglo XXII
Especial para La Jiribilla