Sobre una pitagórica crisis de la cultura cubana
19/2/2021
Hace un par de días me picó la curiosidad y decidí ver una mesa de diálogo convocada en Facebook por ciertos intelectuales. Sabía que estos llevan tiempo pidiendo dialogar, sin yo saber exactamente de qué, y me dije: “He aquí la oportunidad de enterarme”. Entré entonces al debate, ciertamente un poco tarde —cosa que hoy tampoco es problema, siempre es posible rebobinar el video—; pero luego no pude pasar de la primera intervención que vi.
De inicio mostré cierto interés. El ponente, Yunior García Aguilera, hablaba de crisis cultural. Desde que Richard Hoggart fundara en Birmingham su Centro de Estudios Culturales, hace ya casi 60 años, mucho se ha escrito sobre crisis de la cultura. Son análisis de alta complejidad, que combinan elementos propios de la teoría social, la historia del arte, la antropología cultural, la filosofía, la economía política y un muy largo etcétera.
Me preparé entonces para lo típico: la globalización, los nuevos paradigmas, cambios en el sistema de valores, el papel de los medios de comunicación, inusuales enfoques estéticos, el fenómeno de las modas; quizá hasta la emigración que suele generar crisis de identidad… Pero no. No era nada de eso. El orador sustentaba su llamada crisis cultural en Cuba a partir de comparar la producción de libros y espectáculos artísticos entre el año 2018 y 2019.
Pensé que me había perdido algo y retrocedí el video. Escuché atentamente con gradual perplejidad. Pues sí: aquella era su tesis. ¡De pronto la cultura estaba siendo reducida a una simple aritmética, a la frialdad de un gráfico de barras! Muy preocupado, me pregunté si la Real Academia de la Lengua había modificado el alcance de la palabra Cultura, pero tampoco era este el caso.
Imagínense, bajo tales principios Corín Tellado es mucho más importante que Shakespeare o Cervantes: publicó la friolera de más de 5 mil libros. Entre tanto, el pobre Juan Rulfo sería un mediocre: apenas publicó tres. ¡Ay Van Gogh, qué grave daño infligiste a la cultura holandesa, cuando estuviste todo el año 1879 sin pintar!
¿Cómo era posible llevar a fríos números lo simbólico, lo espiritual, lo connotativo?. ¿En qué unidad de medida se puede expresar la subjetividad? ¿Acaso en libras? ¿En metros cúbicos? Era como si Yunior no hablara de cultura, sino de, por ejemplo, la mengua en la producción de pan.
Desde luego, un análisis sobre la producción de pan también llevaría, mínimamente, alguna referencia a su calidad; pero, en este caso, el ponente tampoco nos brindaba cuántas metáforas, sinécdoques o metonimias de menos había entre un año y otro. No explicaba si los libros publicados eran gordos o flacos; con letra chiquita o grande. O sea que, ni como disparate, su intervención estaba completa.
El 2019 fue, en lo económico, muy difícil para Cuba. En ese año se recrudeció el bloqueo estadounidense a niveles nunca vistos. Recordemos solo dos hechos: la puesta en vigor del título III de la Ley Helms-Burton y el asedio a los barcos que transportaban petróleo a la Isla, lo cual obligó a comprar el combustible con buque y todo. Pero ya sabemos, para Yunior el bloqueo es un pretexto del gobierno cubano, pues los Estados Unidos le venden pollo a Cuba.
En fin, la burocracia estaría de plácemes tras esa pitagórica intervención de quien, al parecer, ni siquiera sabe sumar y restar. Creo que ni al estadístico de un Centro Provincial del Libro se le ocurriría un análisis semejante, por lo cual no es extraño que este joven busque diálogo sin hallarlo: ya sabemos que la sensatez aconseja no malgastar el tiempo.
Yo, por lo pronto, tras pegarme semejante contrabando cultural, corrí presto a desintoxicarme. Me fui bien lejos, otra vez a Hegel y sus lecciones de estética, especialmente a su ensayo sobre la muerte del arte.
Sencillamente genial, gracias.
No es nada nuevo la aparición de intelectualoides, según ellos incomprendidos y como tal auto flagelados. La aparición de géneros sobre todo en la música la creación el canto la composición en su conjunto una aberración “artística” otras artes escénicas no escapan al facilísimo la vulgaridad la grosería el mal gusto hasta él irrespeto .
Muy buena respuesta a ese disparate de ese personaje oscuro.
Gracias a usted por su análisis lógico y el sarcasmo que hace aun mas comunicativo su artículo. Estoy muy orgullosa de los logros que ha alcanzado nuestra Cultura gracias a la Revolución que ha potenciado su desarrollo, por todas las vías posibles, me siento muy feliz cuando veo a tantos artistas jóvenes y no tanto, con obras importantes, a escritores, periodistas, en fin la Obra de la Revolución es incalculable, porque es muy abarcadora desde la Educación, las Ciencias, el Arte, el Deporte, la Informatización de la Sociedad, los Derechos Humanos, la Solidaridad y el Amor. A pesar de las peores agresiones políticas, económicas, culturales, mediáticas del Imperio y sus marionetas, aquí seguimos Viviendo y Venciendo. Viva Fidel y la Revolución Socialista que nos legó.
Me gustó su comentario, gracias por compartir la verdad y la exacta respuesta que lleva.
Que disparate de mesa de diálogo virtual o como le hayan puesto que superfluo y sin sentido, ni se dan cuenta que con ese discurso se sacan automáticamente de la cultura
La cultura no se puede deformar, no hay palabrerío que ensombre sus raíces, su legado. Y un diálogo que tiene como corazón su naturaleza no puede ser excluyente, descalificador. En Cuba muchos escritores, hacedores de cultura, han encontrado el catapulto de su arte, hay muchos que encontraron el camino de su obra.
Como siempre, aprendiendo con Antonio
Para mi, hablar de crisis cultural en Cuba, a partir de la cantidad de libros que se publican, o la cantidad de obras, etc; sin tener en cuenta la pandemia, las condiciones historias determinadas, el bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido en los últimos tiempos y no ver a la cultura en su sentido amplio; de forma integral es una tamaña idiotez ….
La Cultura cubana no esta en crisis. Pienso que la crisis es de valores y sobre todo de ese valor primordial ( el valor patrio), como ” Alma y Escudo de la nación”; a decir de Jose Martí y que conste que no es la generalidad, los artistas que piensan que la Cultura cubana esta en crisis. Es solo una minoría…