Los toques ancestrales de una decena de tambores, llamaron a los vecinos del barrio Jesús María, en La Habana Vieja, a rememorar el 6 de enero, único día festivo permitido a los esclavos en la época de la Colonia.

El recorrido, que tuvo como punto de partida el Centro Cultural Quintín Banderas, concluyó en la Casa de Cultura “Julián del Casal”, donde se efectuó la clausura del Coloquio “Cromos y transparencias”, organizado por el Proyecto Timbalaye a propósito de la efeméride.

Al concluir este encuentro, devenido viaje por la savia de la nación cubana, se otorgó la Beca Timbalaye 2023 a la agrupación Los rumberos de Mayabe, “por su maestría en la interpretación de la rumba. De esa rumba genuina inscrita por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.

“Asimismo porque es inspiración para el trabajo en el barrio y en la formación de un grupo de niños llamado Los rumberitos de Mayabeque, quienes en el futuro darán continuidad a la obra iniciada por ellos hace ocho años”, dijo Irma Castillo, vicepresidenta del proyecto Timbalaye durante la entrega del reconocimiento.

Auspiciada también por la Fundación Fernando Ortiz y la Asociación Hermanos Saiz, “la Beca Timbalaye es el mayor galardón que entrega anualmente el proyecto del mismo nombre a solistas y agrupaciones cuyo desempeño artístico y cultural contribuye a la preservación de nuestras tradiciones, de las raíces de la cultura cubana. En esa dirección, los integrantes de esta agrupación han realizado un trabajo muy lindo y a la vez muy digno”, añadió por último Irma Castillo.

“Por su maestría en la interpretación de la rumba”, Los rumberos de Mayabe recibieron la Beca Timbalaye 2023. Imagen: Cortesía del Mincult

Mientras Raúl Cabrera, director de Los rumberos de Mayabeque, al recibir el premio expresó: “es una realidad que somos aún una agrupación joven, pero con unos deseos inmensos de trabajar en aras de mantener viva la tradición rumbera”.

El también orquestador, promotor cultural y asesor musical de Radio Mayabeque, declaró más adelante en exclusiva: “vivimos en Güines, un pueblo de tradiciones muy arraigadas. Es la tierra de Tata Güines y de Arsenio Rodríguez, el ciego maravilloso, que vivió también allí durante largo tiempo. Por ello, lo menos que podíamos hacer por nuestra provincia, por nuestro barrio, es continuar la obra de estos dos grandes músicos cubanos que enaltecen la cultura de nuestra nación. Y es de la misma manera lo menos que podíamos hacer por un género de nuestra música que ha cantado a toda la historia de Cuba, desde las guerras de independencia.

“Rumberos de Mayabeque está conformada por doce integrantes entre cantantes y músicos y, aunque oficialmente no contamos con bailarines, en cada presentación, que han sido muchas principalmente por el occidente del país, siempre se nos suman. Algunos de manera espontánea, otros coordinados previamente con distintas instituciones y organismos”.

Un amplio repertorio distingue a esta agrupación, que además de continuar con sus aplaudidas presentaciones en los barrios, su principal escenario, tiene previsto para 2024 la grabación de su primer disco.

Acompañaron a Los rumberos de Mayabeque en la clausura del Coloquio “Cromos y transparencias”, varios proyectos infantiles creados por los instructores de arte de la Casa de la Cultura “Julián del Casal”, de La Habana Vieja, además de la compañía folclórica Aroma con clave, dirigida por Gladys Espinosa.

Timbalaye volvió una vez más al barrio para continuar replicado en millones de cubanos, la Ruta de la rumba

Esta agrupación, con menos de un año de fundada, hizo gala del gran talento musical y artístico de las trece mujeres que la integran, entre músicos, cantantes y bailarines. Entre estos últimos, sobresalió la brillante actuación de un niño de solo de tres años de edad, quien vistiendo los atuendos del orisha Shangó, e imitando su fortaleza, emocionó a los asistentes demostrando el arraigo que tienen en nuestra cultura los bailes y cantos yorubas, “como expresión genuina de cubanía, de esa maravillosa y rica herencia cultural que nos legaron los africanos”, al decir del doctor Miguel Barnet.

Timbalaye volvió una vez más al barrio para continuar replicado en millones de cubanos, la Ruta de la rumba.