Váyanse, que yo me quedo
28/3/2018
La persistencia en considerar censura la decisión del ICAIC de no proyectar en la sala Chaplin el filme en progreso Quiero hacer una película, del novel realizador cubano Yimit Ramírez, puede parecer enfermiza a simple vista. Si nos atenemos al modus operandi de la información en redes sociales como Facebook, no es extraño que ocurra; por cuanto se trata de un escenario generador de este tipo de conducta. Como suele ocurrir, la diatriba forma parte del lugar común de la propaganda contra Cuba, su gobierno y su pueblo, por lo cual asombra que personas más enteradas de lo que ocurre en el mundo del cine en Cuba hayan preferido ignorar hechos concretos de la escaramuza y alteren, con olímpico descaro, la cadena de sucesos. Se ha creado un juicio público a una institución de la Revolución Cubana con argumentos falsos, falaces. Se ha acumulado una presunta historia de atrocidades de censores y hasta se ha llamado al apocalipsis de la susodicha Muestra Joven; todo esto disfrazado de pensamiento crítico y deseos de que el certamen cambie y entienda ciertos preceptos, ciertas prácticas concretas en relación con el arte y la experimentación.
circulará diariamente durante la Muestra. Foto: La Jiribilla
Y todo parte de la primera puesta en escena a través del muro de Facebook de su organizadora, quien ya andaba buscando por esa vía entidades que aportaran a la ponina del financiamiento [1].
Un crítico de cine que el público cubano conoce por la televisión, y que goza del privilegio de ejercer la enseñanza —sin la menor censura, por cierto— como Gustavo Arcos, primero acude a esa plataforma, defenestrando a los “censores eternos” y anunciando que nada más tiene que decir (acaso pensaba que el aluvión sería tan devastador que quedaría el ICAIC reducido a cenizas apenas estallara su frase en el espectro mediático). Sin embargo, su modo más claro de demostrar que no le quedaba nada por decir fue relanzarse de inmediato en OnCuba. Tal como podría suponerse, Arcos recicla allí las mismas falacias con que supuestamente había concluido y acusando de paso a los demás de su orfandad de argumentos propios y su tendencia a la cita. Podría alegarse que no ha sido el único en operar de este modo, pero su ejemplo es modal en este caso. No han faltado otros presuntos críticos que, tal como Arcos, aparcan sus herramientas de análisis y se suman con entusiasmo al coro propagandístico anti-institucional.
Instalado en sus nichos de la academia y los medios, este extraño abogado desliza frases del tipo “si los jóvenes creadores quieren ser independientes y no sentirse cada año sometidos a los límites (cada vez mayores) que pone la institución, no queda otra que salir de ella y repensar o idear nuevos espacios”; lo que, bien leído, equivale a plantear: Váyanse, muchachos, que yo me quedo en el confort de mis variados e influyentes espacios.
Valdría la pena entonces que nos hagamos varias preguntas relacionadas con todo esto. Por qué los defensores del equipo coordinador de la Muestra ignoran, ocultan, tergiversan, que la decisión del ICAIC no fue eliminar la obra en progreso sino pasarla a una sala donde fluyera el debate (espero no le teman al debate de partes)[2] ¿Por qué, si tan sutiles son en presunciones de conducta hacia la institución, rehúsan el diálogo previo dentro de los espacios de la propia muestra que organizan y claman en alharaca de lugares comunes por una exhibición de reality show arteramente orquestada? ¿A qué viene ese afán de echar a pelear a la institución con el cine que se hace fuera de ella, cuando hay una extensa y fructífera tradición de diálogo respetuoso, de indiscutible signo inclusivo, de lo cual dan fe la propia Muestra y su continuidad?
¿Por qué todos los que le hacen el coro a estos manipuladores y manipuladoras de la opinión pública, obvian el sencillo hecho de que el propio Yimit Ramírez lleva otras dos obras a la misma Muestra Joven donde supuestamente se le ha censurado?[3]
¿Por qué les resulta tan importante mediatizar las ofensas a Martí, e incluso descontextualizarlas de una obra que supuestamente las justificaría?
¿Ninguno tiene idea de las obras de las artes plásticas, por ejemplo, que usan a Martí en verdaderos desafíos artísticos —no exentos de polémica—, y que forman parte incluso de la Colección (¡oficial!) del Consejo Nacional de Artes Plásticas?
¿Cómo es que estos agudos inspectores, o cazadores de censores, ni siquiera se dan cuenta de que la circulación del Programa del evento, financiado por la institución que critican a cajas destempladas e impreso en la más oficial de las empresas cubanas (Combinado de Periódicos Granma), desmantela de plano el falso argumento de la aplicación de censura?
Si algo está podrido más acá de Dinamarca, muy cerca de nosotros y del accionar cotidiano de las instituciones, es justo la opinión de críticos, realizadores e intelectuales cubanos que no operan desde el análisis y el rigor consustanciales a su oficio y cuya obra desaparecería si borrásemos de ella lo que aluda o rememore el auspicio de la institucionalidad de la Revolución. Algo, con demasiados elementos que engranan a la perfección, parece responder a un entramado desestabilizador y subversivo, en primer lugar, por la recurrencia en sus textos del ya mencionado lugar común contrarrevolucionario y la consiguiente sublimación de cualquier indicio que refuerce su correlato cinematográfico. Esa es la actitud sine qua non para tender las manos bajo el gajo de los 20 millones (oficiales) que el departamento del Tesoro estadounidense ha designado para el derrocamiento del sistema político cubano [4]. Como lo han demostrado muchos investigadores de este tema, en cuestiones de injerencia subversiva la erogación extraoficial (difusa e imperceptible como pocas), triplica a la oficial, como promedio al menos. No es de extrañar que con el nuevo inquilino de la Casa Blanca (que tantas lecciones de manipulación a través de las redes de Internet está dejando), y el activo cabildeo contrarrevolucionario, ese promedio se exalte un poco más y se dirija, sin obvias expresiones políticas, a la “noble tarea” de desacreditar a la institución. Evidentemente, hay un grupo que dice: “Más en mis manitas (¿de hombre fuerte?), por favor”.
Casi a las puertas de la Muestra misma, que pese a todo tendrá lugar al amparo del ICAIC, considero útil compartir estos argumentos ante el despliegue falaz de información y juicio que ha caracterizado los días previos al evento, especialmente en la red social Facebook. Reto a los defenestradores de oficio, que tan pronta, oportuna y públicamente se han manifestado, a que equilibren la condición de censura que alegan con la capacidad de la institución para no dejarse llevar por provocaciones mal intencionadas y pensar más en el todo que en cualquiera de sus partes, mostrando la madurez y el aplomo requeridos para dar continuidad a un hecho cultural que trasciende con mucho la voluntad de sus coordinadores.
El texto del diálogo de la película es un insulto al Apóstol, y no se debe permitir
Así lo leo, así lo veo. Este texto de Jorge Ángel, muy certero, muy acertado. Coincido con él en muchos puntos. Pero por sobre todas las cosas, tocamos juntos el punto del deseo de subvertir que tienen los otros, y algunos de acá, por supuesto. Cualquier asunto que pueda ser callado, y debe serlo, es censura, y es, también, leña para el fuego. Cualquier decisión defensiva, que tenemos derecho a asumir, es pura calumnia o deseo de borrar lo diferente, lo «no oficial». Y lo peor, es que la campaña de ellos, la mediática, se paga, desde el título de un editorial o noticias mal escrita, hasta la reunión urgente con funcionarios o especialistas. Todo para crear un clima bélico, pseudo intelectual, que solo conlleva a poner «negra la cosa» y vender el ambiente cultural cubano, como una olla de grillo que explotará con gobierno y todo, más tarde que temprano, y también, viceversa.
Sí, Jorge Ángel, lo siento por ti y por los otros que te acompañan en esta antigua pretensión de que yo abandone el país. Yo me quedo, a pesar de todas las mentiras y extrañas analogías, que gente como tú, son capaces de inventar. Si tanto te preocupa mi posición académica, si piensas que ejerzo terrible influencia en los jóvenes creadores, te reto a que indagues con ellos. Mi trabajo en esa facultad de cine, por casi veinte años, no podrás borrarlo, ni empañarlo jamás. Así que tómate una pastilla y cálmate.
No voy a ocupar mucho tiempo en responderte porque en el fondo me doy cuenta de que estas celoso e irritado. Porque la gente como tu no concibe que tantos jóvenes, artistas, intelectuales y creadores se hayan solidarizado con la Muestra y al margen de las diferencias o puntos de vista, han sabido mantenerse firmes en sus ideas, entendiendo que ese espacio, que ha sido tantas veces intervenido, SI, por la censura, es un lugar de resistencia para ellos.
Los críticos, investigadores o cineastas, escribimos donde nos parece. Por suerte, hay muchos espacios hoy en día. Si no te gusta, no nos leas. Pero si realmente estas tan interesado en promover el dialogo y el debate, abre los espacios de la televisión y la prensa nacional para que los cineastas y jóvenes creadores expresen su criterio de todo este fenómeno y de muchos otros. Supongo que aquí mismo te entre el pánico. Tranquilo… que eso no sucederá, porque para la gente como tú, solo existe su verdad, su interpretación de la Historia y su lógica de los acontecimientos, todo lo demás, responde a una agenda trazada por el enemigo.
Finalmente, es bastante perversa y peligrosa esa asociación que haces de los jóvenes, el cine independiente, o cierta crítica cultural con los deseos de Trump y otros, de subvertir la realidad del país. Si no puedes demostrarlo, cállate. Los únicos que le están haciendo verdadero daño a este país son la gente como tú.
Gustavo Arcos Fernández- Britto
Por favor! Ahora resulta que Trump manda dinero para la muestra? O para Gustavo Arcos?
Que el ICAIC sea una institución no garantiza que tenga siempre la razón. Y en este caso, es bastante obvio que no la tiene.
Esas acusaciones a Gustavo, un crítico riguroso y un profesor respetado, son bastante bajas y desafortunadas. Por decir poco.
La verdad es que huelen a envidia a 100 leguas…
Parafraseando al Héroe de Yaguajay: Contra Martí…ni en el cine!!!
Bueno, pára variar y porque nunca me publican lo vuelvo a intentar.
Señor Jorge Angel, se ha preguntado usted porque ningun realizador defiende la institución? El porque en un lado están los funcionarios y usted, Pedro de la hoz y Jacomino y toda una masa enardecida porque se ha injuriado a Martí? Debería hacerse esas preeguntas, Cuando el río suena es porque trae piedras y para mi eso es un eco de que no hay comunicación alguna entre el ministerio de Cultura y los ralizadores. Que la politica llevada a cabo por el ministerio los hace alejarse más aún. Cuando usted publique un texto firmado por nuestros ilustres premios nacionales de cine apoyando la institución empezaré a creerle. Mientras seguiré con la opinión de que los funionarios andan en otra dimensión, enajenados. Ah, y voy a ir a la Muestra Joven, le invito a que vaya a esos debates.
El problema es que el ICAIC censura cuando decide que la película no la vea una gran audiencia. Ese es el modo de proceder: bajarle el perfil a la película. ¿Cómo? Pues es mejor proyectarla en una sala pequeña, preferiblemente con un solo pase y al mediodía, que nadie va al cine. AH!!! y sin reseña en el Bisiesto. Obviamente, poner QHUP en la Apertura Fílmica no era favorable, porque no quedaba como una proyección más, sino como un espacio importante dentro del evento. Eso es censurar también. Y con el mayor respeto, me parece que si en este país hay algún evento que estimule el debate de todas las partes, ese espacio es la Muestra Joven. Los Moviendo Ideas que se hacen en la Muestra, el espacio más popular en el evento, son la evidencia más clara. Y por cierto, el tema de los imaginarios épicos y los legados ha sido asunto de los Moviendo Ideas y de los Téqués, espacios donde se aboga por la horizontalidad, por la ausencia de jerarquías y de verdades absolutas. Si yo fuera artista e hiciera mi obra para un gran público, y un evento decidiera que mi obra cumple con los requisitos para ser presentada ante un gran público en un evento especial, como es la apertura fílmica de un festival, yo no me conformaría con exhibir mi película en una sala de 24 butacas. No sé usted.
Muy acertados los criterios de Jorge Ángel. El derecho de admisión es algo que ni se discute, te guste o no. Hace algún tiempo alguién se quejó porque su pelicula no fue admitida en un festival, pero luego no se quejó cuando ganó el premio al guión inédito de ese mismo festival, a veces los creadores generalmente los seudo no ven mas que su propio ombligo. Creo en la libertad y en la democracia. Por lo tanto es democrático reconocerle al ICAIC en su derecho a admitir en una muestra que ellos auspician.
Por último hay un asunto que demasiado pronto se olvida, que no es muela ni excusa sino hecho visto y comprobado, seguimos en guerra con los de arriba y esa por mucho que lo deseemos solo se va a acabar cuando uno de los dos gane. Una Cuba socialista y con su proyecto si se quiere utópico pero posible, es algo que hay que eliminar, aplastar, rendir. Aquí hay dos caminos por dramático que suene o Independencia o Anexión y se puede ser anexionista sin saberlo y la independencia queridos mios tiene un precio, lo demás es ganas de emborronar cuartillas. Y no sigo, que para eso hago un blog
te iba a responder pero la respuesta que te ha dado Gustavo Arcos en Facebook (porque esta bien claro que aqui en la Jiribilla nunca la publicarían) ha sido demasiado contundente asi que te sugiero la leas
No hay más que descalificaciones infundadas en lo que escribes, Cecilia. Nos leo un solo argumento. ¿Dónde dice que Trump manda dinero para Arcos? Se ve que lo quieres, a Arcos digo. ¿Por qué esta vez no tiene razón el ICAIC? ¿Acaso no tiene derecho a decidir lo que se proyecta en los cines que dirige? ¿Desde cuándo no se puede criticar a un profesor, por riguroso que sea? Es que no se salva nada de lo que escribes del mismo afán descalificador de que acusas a la revista. ¿Tú leíste el comentario antes de enviarlo?
Esta gente no fundamenta nada, tú. ¿De dónde saca Armando que el consenso del ICAIC se construye recogiendo firmas cuando el ICAIC detenta el mandato del Estado para el área del cine y es la institución a través de la cual inventó y fomentó durante décadas lo mejor del cine cubano, prácticamente inexistente antes de la Revolución. Y encima abre diciendo que no se lo van a publicar, ¡cuánta paranoia y desesperación! Ni siquiera repara que en el hecho de reconocer que la respuesta a las ofensas ha resultado masiva, como si al enardecerse, la masa disminuyera automáticamente, ni que viajara a la velocidad de la luz. Tiene un poco de Einstein este muchachón, sin duda. Creo que les va a costar trabajo ganar un debate con semejantes ejemplares, francamente.
Arcángelus, que no tiene opinión propia, se siente en el derecho de aconsejar a Jorge Ángel sobre lo que debe leer y dónde. Supone de paso que La Jiribilla jamás publicará los descargos de Gustavo Arcos. Ni que fueran tan profundos. Arcángelus no tiene criterio propio, pero sabe lo que hará el equipo de la revista, o simplemente supone que solo sus parciales pueden jugar al duro en una polérmica que implica a Martí, irrespetado por los jóvenes en nombre de los cuales dice expresarse. Más ruido y nada de nueces en las filas anti martianas. En una cosa coincido, sin embargo, con Arcos y sus alabarderos. La Jiribilla no debería implicarse en un debate de tan bajo nivel, realmente.
De verdad, no sé qué alucina a estos muchachos. Se creen con derecho a
ofender a Martí, y mucho cuidado con contradecirlos. Me pregunto de
qué dimensión divina suponen venir. Por el modo que replican parecen
un Chaplin redivivo, y perdón si no les doy el verdadero nivel como
nuevos mesías. Les dejo esta frase de Martí: “La fama es un efluvio;
la popularidad, un accidente, las riquezas efímeras. Solo una cosa
perdura, el carácter.” Y bueno, si en materia de arte ya no saben lo
que es el carácter, a recoger.
Gustavo,
No le conozco ni es cosa que lamente, pero advierto que usted
no entendió el texto de Jorge Ángel. Perdone que utilice en mi nota
algunas frases suyas, pero es el único modo que encuentro para emular
su colección de retazos inconexos. Aprovecho para ofrecerle disculpas
por los momentos en que lo tutee, pero verá que es solo cuando me
apropio de sus “perlas”, que no me siento en el derecho de reescribir,
más que todo para que no me acuse de cometer censura. Seré tan claro y preciso como Jorge y “si no te gusta, no nos leas”.
Percibo, en primer lugar, desconcierto y arrogancia en su rápida
contestación al texto publicado el miércoles en la tarde; “en el fondo
me doy cuenta de que estas celoso e irritado” ─podría agregar─, pero
aun así agradezco que haya enviado sus descargos a La Jiribilla, lo
cual le otorga a la revista donde habitualmente colaboro más
importancia de la que usted y sus acólitos dicen atribuirle. ¿Acaso pensó, también usted, que la revista no publicaría sus exquisitos descargos?
Sobre el breve texto en cuestión tengo varias apreciaciones, cinco
para ser más exacto. Desde que vi aquellas plecas suyas en Facebook,
sentí deseos de imitarle, se lo confieso. No siempre podemos dialogar
con alguien que se nos vende con la petulancia de un clásico vivo.
Aquí le van, de una vez, mis cinco plecas:
Primera: No es el extranjero donde Jorge Ángel asegura que usted se
quedará, sino en los cómodos nichos instituciones que detenta, en
ámbitos probablemente tan dogmáticos como el mismísimo ICAIC que
ataca. El texto de Jorge es bien explícito en ese sentido, por lo cual
me arrogo el mismo derecho de manipulación que usted utiliza para
cortar y pegar a mi antojo fragmentos de su dislocada diatriba.
Segunda: Si damos por sentado que para gente como Jorge Ángel
(discúlpeme si vuelvo a usar sus palabras exactas, pero son tan
dogmáticas que terminaron gustándome), “solo existe su verdad, su
interpretación de la Historia y su lógica de los acontecimientos”,
¿cómo podríamos explicar que usted haga exactamente lo mismo, no sin antes oficiar como enfermero y administrarle un sedante verbal:
“tómate una pastilla y cálmate”? Difieren además ambas posturas en que al menos Hernández Pérez se molesta en expresar y relacionar sus
argumentos en tanto usted se limita a enumerar estereotipos al uso. Es
natural que los hechos y argumentaciones que expone Jorge no le
agraden al aludido, de donde se infiere que usted debió haber eludido ser tan obvio y al menos quedarle bien a tantos ex alumnos suyos que lo tildan de brillante. Resumiendo el punto, creo que de un crítico deberíamos esperar más argumentatio que peroraratio; más logos y ethos que el tanto pathos que prodiga repartido a escuadra en su texto. Créame que, tras la adecuada disección lingüística de su breve panfleto saldría un enjundioso ensayo titulado, por ejemplo, “La retórica del chancleteo o cómo no parecer un crítico de arte”.
Tercera: Su arrogancia se basa en otro lugar común según el cual solo
se puede ser inteligente y audaz si se juega a ser “independiente”,
“alternativo”, “contestatario”, opuesto, en suma, a la
institucionalidad revolucionaria y el Estado que la sustenta. Su
propia respuesta, inconexa y desconcertada, demuestra cuán superficial
puede ser desde la falsa anarquía y cuán lejos se queda su colección
de estereotipos mal cosidos de la relación de argumentos e imágenes
que aporta Jorge Ángel.
Cuarta: No dice nada Usted sobre la ofensa a Martí. ¿Es que no le
interesa el asunto? ¿No tiene ninguna propuesta de solución para la
escena de marras? Sería interesante conocer su final preferido, de
modo que lo podamos valorar e incorporar al amplio menú aportado por varios adalides de la libertad de expresión artística que se han
sumado al “debate”.
Quinta y final: Le recuerdo que usted no pasa de ser un constructo de
las propias instituciones que critica. Si quitamos del paisaje toda la
pirotecnia verbal de sus ex alumnos, ¿dónde está su obra? ¿Cuántos
libros ha publicado usted sobre estos temas y aun sobre otros? Le
invito a que nos dé un poco más de información al respecto. Y, por
favor, “Si no puedes demostrarlo, cállate”.
Tamaña paliza, Chichito. No puedo menos que felicitarte. Qué manera de repartir a “lider” y epígonos. Publícalo, por favor, en su perfil de Facebook. Ahora sí se revientan las visitas al txto y se viraliza su contenido. Traigan más, que estamos ganando.
Lamentable diatriba no es justificable, profesor Gustavo. Como se ha dicho, usted elude el compromiso de opinar sobre la escena ofensiva hacia el Apóstol, que es la cuestión acá por la que la institución veta la película ( la misma institución, semejante quiero decir, a la que usted también pertenece; que es lo que claramente entiendo dice Jorge Ángel). Como precisa un artículo anterior de La Jiribilla, hacer una punción social denigrando un símbolo, no es fiable ni creo yo, auténtico. No creo que eso lo enseñe usted en las aulas en que hace veinte años trabaja.
Qué quienes critican la supuesta censura, están de acuerdo con que se ofenda al Héroe Nacional ?
Qué hay que entender, que ahora insultar a Martí es un gesto “liberador” ¿?
Y por cierto, para “Armando”…qué rio es el que suena ? el de los provocadores, locos por destruir los logros de la Revolución ? ese lleva 60 años “sonando” y no han logrado mucho.
Sal a tu cuadra y averigua si a alguien le va a gustar que le digan a Martí las palabras que se mencionan en la cinta. Lo dudo mucho.
El asunto debería ser sencillo. Aunque las frases insultantes a Martí fuesen dichas por un personaje del filme, no se puede permitir en Cuba exhibir públicamente cualquier cosa donde se insulte de esa manera a la figura más importante y representativa de la nación cubana. Y punto. No habría más nada que hablar. Fue un grave error del director del filme dejar eso, bien pudo sustituirse por frases no insultantes y que mostrasen la ignorancia del personaje y para nada hubiese perdio fuerza la escena. Todo en la vida tiene límites. Hay fronteras que no deben cruzarse. Lo que molesta es que algunas personas ligadas a la cultura cubana sean incapaces de entender esto o es que acaso los mueven objetivos políticos o de publicidad? Curiosamente, lo peor de la fauna anti-cubana ha venido a apoyar el dislate de la película de marras.Da asco lo que escribió una tal Miriam Celaya en el vomitivo catorceymedio de la Apátrida Sánchez, el más tóxico producto anti-cubano circulando en las aguas cloacales de la web. Esta dama, además de justificar del modo más increíble los insultos a Mrtí, agrega por cuenta propia, otros a Mariana Grajales, además de una colección de sandeces en torno al ataque al Moncada y otros asuntos. Es curioso y preocupante que los defensores del filme hagan casusa común con aquellos que buscan borrar del mapa a la nación cubana. No creo (soy bien pensado) que el cineasta haya querido insultar a Martí. Creo que no pensó bien, que no tuvo a nadie a su lado que le dijera: “Asere, no te pases, hay límites, de Martí no se habla de esa manera ni en broma, ni en película, ni en muñequitos. Martí es el espíritu de esta nación, eso es inadmisible”. Y hubiese bastado.
No conozco a un escritor que no haya recibido el rechazo de una editorial o un agente literario. Qué haces en caso de que te denieguen un libro, pues lo mandas a otra editorial y a otra hasta que lo publicas. Lo mismo pasa con los músicos. Tienen diez canciones que consideran buenas, y envían un demo a la discográfica. Unas veces son aceptados otras no, y lo mismo sucede en los festivales. Con los pintores y las galerías pasa otro tanto, y con las obras de teatro… En fin, me pregunto entonces por qué esa bulla en relación con una película, que ni siquiera está terminada, a la cual el Icaic puso objeciones por una escena en la que se injuria a Martí. ¿Acaso sus realizadores son los nuevos mesías del cine? ¿Tiene o no tiene derecho cualquier institución del mundo a publicar o exhibir lo que considere oportuno? Y qué hace un escritor o un músico o un pintor cuando en ninguna institución del mundo aceptan su propuesta. Bueno, siempre queda el recurso de la autogestión. El escritor se autoedita en cualquiera de las plataformas digitales que existen al efecto. El pintor alquila una casa y crea su propia galería: por ejemplo, en Trinidad hay decenas de ellas. Y qué puede hacer el cineasta si no tienen donde exhibir su película, pues bueno, puede subirla a Youtube y promover los tráiler por Facebook. Caramba, que con tanto alboroto da la impresión que el mismísimo Charles Chaplin ha resucitado.
Gustavo, le respondo con una frase de #Marti, a quien usted debió respetar y enseñar a respetar.
¨El más punible de los delitos es aquel que lastima, o trata de oscurecer, una fama o una pureza útil a la patria¨. José Martí.
¿Por qué quiénes defienden la exhibición de la película, no se refieren en sus comentarios al motivo real por el que el ICAIC decidió eliminarla de la Muestra? Critican la censura, que es un derecho legítimo de la institución, y más si hay ofensas a Martí, pero al propio tiempo quieren imponer como únicamente válidos sus criterios. Lo que llama la atención es que se aproveche una decisión institucional motivada por un diálogo en una producción (no sé si será obra), para devaluar, para atacar, para descalificar a la institución; para exhortar a los más jóvenes, graduados de nuestro propio sistema a rechazarla, a oponérsele…sin un argumento artístico que pueda defender (aunque personalmente creo que es indefendible) el diálogo vulgar, irrespetuoso sobre Martí, que motivó la decisión, legítima, del ICAIC.
Parafraseando a “La historia me absolverá”………Cuba qué será de ti si dejas ofender al Maestro
Ángel, claro que te apoyamos. Nosotros los cubanos agradecidos NUNCA olvidaremos nuestras raices, NUNCA permitiremos que apatrias empañen este sol que está brilLando, NUNCA dejaremos de levantar nuestras plumas contra los que intenten sabotear a la Revolución cubana desde cualquier ámbito. Y es la cultura y SUS INSTITUCIONES quienes deben seguir de cerca a ESTOS que dentro y fuera del país, se llaman CUBANOS. “QUE SE VAYAN”. Y utilizo este párrafo de una publicación de Manuel Navarro Luna, “Marti en Fidel” :http://www.josemarti.cu/marti-en-fidel-castro/. “…Quien no vea los sueños de Martí realizados en su tierra será porque está ciego.”… Quien no oiga su voz en uno como cruce de comprobaciones recias y obstinadas, será porque está sordo. Y esta revolución no es de ojos ciegos ni de oídos sordos…”, “Las revoluciones son estériles cuando no se firman con la pluma en las escuelas y con el arado en el surco”. “Hasta que los obreros no sean cultos no serán felices”. “La ignorancia mata a los pueblos y es preciso matar a la ignorancia” “Mientras haya un antro no hay derecho al sol”. “Divorciar al hombre de la tierra es un atentado monstruoso”. “Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos”. “Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre”. Aquí estoy, para el dialogo, los invito,,,
Demonius: como si tengo opinion propia por eso es que me atrevo a decirle a Jorge Angel que leer y donde…no supongo nada, estoy seguro de que no lo harian porque si en estos dias no se han atrevido a publicar comentarios mios y de otros que conozco (tambien ha sucedio con Cubadebate por ejemplo) no creo que vayan a hacerlo con la respuesta que Gustavo le ha dado…soy martiano al igual que muchisimos de esos jovenes a los que se refiere epro sin dudas que por mas que gente como usted (conozco a muchisimos de su tipo con tan solo leerle) hablen de dialogo, al final es casi imposible porque enseguida se suveb de tono y comienzan a atacar a la otra parte de cualquier manera posible,ya sea en lo personal o en lo generacional..que lastima por usted y los otros que abundan como usted..de todos modos cuando tenga la oportunidad de ver la pelicula (usted y los otros como usted) podremos establecer un dialogo cuando quiera..un dialogo,si es que conoce esa palabra y no la usa como una simple postura politica..que tenga una excelente jornada y que el Apostol sea luz en su camino
No estoy vinculado ni al cine ni a las letras, por tanto me dsiculpo por los errores o incongruencias en que puedo caer en el siguiente escrito.
Hay veces que la poca cultura en lo referente a la filmografía tanto nacional como extranjera cuyo contenido y escencia nos llega a traves de los criticos que amenizan los programas en la TV previo a la presentación del filme nos pone en la disyuntiva: Sera una buena película o sera una mala película. Empero si algún critico al comentar, y más que comentar, analizar un filme nos dijera: En este filme se utilizan frases ofensivas contra la figura del apostol, estoy muy seguro que la teleaudiencia desconectaría y ahorraríamos unos cuentos kilovatios de energia, porque esa teleaudiencia es el pueblo, un pueblo agradecido tanto de las enseñanzas del apóstol como de la obra de la revolución, un pueblo digno y además un pueblo que poseé un infinito arsenal de armas ideológicas con las que puede combatir no a un grupúsculo de intelectuales que se afanan en hacer el juego medíatico dentro de nuestro pais y fuera de el, si no a todos aquellos que se alinien en contra de la obra revolcionaria.
A ese profesor que tantos años lleva en la escuela de cine y que como es lógico no se puede borrar todo el trabajo realizado por él, bien sea malo o bueno, quíen sabe? me gustaría verlo convenciendo a los cederistas de un CDR X seleccionado para realizar un cine debate, de que presenciarán un filme sobre Marti en el que se ofende de palabra la figura del apóstol. Me imagino viendolo como pone pies en polvorosa, porque en cada CDR hay varios cinéfilos pero los agradecidos son la mayoría.
Carta abierta a La Jiribilla
No salgo de la perplejidad al constatar cómo se puede, invocando a José Martí, que dedicó todas sus energías a unir a los que deseaban la Patria con todos y para el bien de todos, intentar insultar, agredir, dañar, ofender y cuestionar la obra y las actitudes de cuban@s porque no piensan igual que los que se otorgan el derecho a insultarlos.
Me declaro martiana y no porque me hayan impuesto una doctrina sino porque he estudiado al ser humano extraordinario que pidió el yugo para alzarse sobre él y ¨lucir en la frente la estrella que ilumina y mata¨.
Martí nunca hubiera censurado una película.
¨ Yo nací de mí mismo, y de mí mismo brotó a mis ojos, que lo calentaban como soles, el árbol del mundo. —Ahora cuando los hombres nacen, están en pie junto a su cama, con grandes y fuertes vendas prendadas en las manos, todas las filosofías, las religiones, los sistemas políticos. Y lo atan, y lo enfajan— y el hombre es ya, por toda su vida en la tierra, un caballo embridado. Yo soy caballo sin silla. De nadie recibo ley, ni a nadie intento imponerla. Me salvo de los hombres, y los salvo a ellos de mí.¨
El hombre que escribió esto no conjuraba con la censura. Estoy segura. Ni le hubiera gustado que se ejerciera la censura sobre una obra artística invocando su nombre.
Y subrayo:
¨De nadie recibo ley, ni a nadie intento imponerla.¨
Por supuesto que no he visto ¨Quiero hacer una película¨. Han decidido censurarla e impedir nuestra libertad de verla. Nuestra libertad de poder sentirnos insultados por lo que dice un personaje de ficción y salir del cine o quedarnos a verla para poder reflexionar o aplaudir cuando termine. Es nuestro derecho, como es el derecho de sus realizadores de hacer una película que no sea mímesis de la política informativa (que no de creación) de una institución. Me parece alucinado que se asuma lo que dice un personaje de ficción en una película como si fuera un político que hace un discurso en la Plaza de la Revolución.
Pero algunos han ido más allá que aprobar y aplaudir la censura, pretendiendo invalidar los criterios de quienes defienden la exhibición de la película y llegando al insulto y la devaluación de sus méritos acusándolos tácitamente de actuar para el enemigo y eso ya me parece asqueante. Esto es mucho más insultante a Martí que lo que puede decir cualquier personaje de ficción en cualquier película.
Y por supuesto, me refiero en particular al artículo que firma Jorge Ángel Hernández donde ataca irrespetuosamente y con saña al investigador y crítico Gustavo Arcos Fernández Brito. Fui profesora de la Facultad de Arte de los Medios Audiovisuales del ISA durante 15 años, por lo tanto, no conozco a Gustavo por la televisión ni por ser lectora de sus críticas –que también lo soy. Tuve el privilegio de trabajar en la misma facultad donde, para también privilegio de sus alumnos –y no de Gustavo- él sigue trabajando. Ojalá la Enseñanza Superior y la cultura cubana contaran con muchos docentes y críticos como Gustavo; culto, inteligente, inquieto, pedagogo natural que no sólo comparte sus conocimientos con sus alumnos sino que le importan y por tanto, se implica con ellos brindándoles su apoyo en sus tareas investigativas y sus trabajos creativos. Pero además, hombre honesto y valiente que defiende sus criterios donde tenga que hacerlo y eso, señor Jorge Ángel Hernández, son para mi –y para muchos que lo conocemos- valores que hay que defender en nuestro país. Porque eso, es una actitud digna y revolucionaria en el real significado del término. Mucho más digno que, ante situaciones como ésta, tomar el yugo como hacen otros, porque, como diría José Martí:
¨… quien lo acepta, goza:
hace de manso buey, y como presta
servicio a los señores, duerme en paja
caliente, y tiene rica y ancha avena. ¨
Y a ver si tod@s actuamos de forma más martiana respetando a l@s otr@s y construyendo juntos esa Patria que quería Martí ¨con todos y para el bien de todos¨.
Belkis Vega / cineasta
No he estado cerca de los sucesos que tanto revuelo han levantado en los predios del ICAIC y cercanos, por la Muestra de Cine Joven, en la que el realizador Yimit Ramírez, que lleva otros trabajos al evento, presentó un proyecto titulado “Quiero hacer una película”, en la que se injuria de manera explícita y variada nada menos que al Apóstol de Cuba, a NUESTRO Héroe Nacional José Martí.
No estoy tampoco al tanto del financiamiento del que gozaron los realizadores para llevar a cabo su película, de lo que se ha estado también hablando en varios medios.
Pero sí conozco de las ofensas soeces que se hacen del Maestro, y no me sorprende el acto de censura que ha realizado el ICAIC. De hecho, el centro del “debate” (pongo comillas porque es un tema que debió pasar de largo con toneladas de vergüenza para los realizadores y sobre todo para el propio Ramírez) ha sido precisamente el calificativo de censura para la decisión del ICAIC, institución que, por cierto, no sacó del ruedo al realizador, sino solamente dicho proyecto.
Veo demasiado debate incluso, sobre si se trata de un acto de censura o no. Y aunque soy proclive y hasta apasionado de las discusiones con argumentos, y no me gustan las censuras previas en general, voy al centro del asunto: SÍ, ES CENSURA, ¿Y QUÉ?
La censura existe en todos los países del mundo, en tanto que existen Estados. Recuerdo a los lectores una definición extremadamente sincera y concreta de Lenin sobre el Estado: es un aparato represivo, sea cual sea el Estado, de la clase dominante de la sociedad sobre otra clase, para mantener el poder de la primera. Es así en todos los casos. En el mundo de hoy, con predominio tiránico y hasta genocida del capitalismo, los Estados capitalistas son aparatos represivos que mantienen y acrecientan el poder de una oligarquía burguesa, mientras que los Estados socialistas, o que se precian de serlo, son aparatos represivos que sostienen el poder de la mayoría de la población contra los elementos remanentes de la vieja sociedad que intentan recuperar el poder, naturalmente ayudados por los Estados capitalistas que lideran las tendencias de reaccionarismo y de saqueo del resto del mundo. Al menos, una cosa tiene un Estado socialista que vea su misión dialécticamente: va dirigido a autoeliminarse en el futuro, aunque ese futuro esté todavía muy lejano. Así lo vemos los socialistas. Un estado de pueblo primero tiene que sobrevivir a las acechanzas de la reacción, para pensar en autodisolverse en un futuro, como quisieran los anarquistas de golpe.
Pero saliendo de esta digresión teórica, vamos a entrar en materia: la censura ejercida contra el proyecto de Yimit Ramírez.
Si hay un ámbito, enorme y monstruoso, donde la censura se ejerce de manera aplastante, ese ámbito son los medios privados de la derecha internacional. ¿Prensa libre? ¿Televisión libre? ¿Radio libre? ¿Portales webs libres? Creerse eso es de una ingenuidad cuando menos conmovedora. ¿Es que no conocemos la historia de la concentración de los medios de comunicación? ¿Es que nadie conoce el imperio que tenía el Zar de la Prensa norteamericana William Randolph Hearst? ¿Es que nadie conoce las ramificaciones primero en Estados Unidos y luego en el mundo entero de este emporio de comunicaciones que además es padre del amarillismo mediático? ¿Es que nadie conoce que a este Zar de la Prensa también lo conocían como el Fascista Americano No. 1? Pongo a Hearst, porque es el ejemplo clásico del ultraderechista, el fascista empoderado en su conglomerado mediático, el primero del lado de acá del Atlántico, y que combinado con otros emporios, fundaron los monstruos que hoy controlan los medios y con ellos las mentes de cientos de millones de personas. Hoy en día NO EXISTEN los grandes medios libres, ni el profesionalismo es la norma. En la prensa privada y de la derecha existe una contradicción de base: propiedad privada y difusión de la verdad. Un medio privado primariamente VA A RESPONDER A LOS INTERESES DEL DUEÑO DEL MEDIO, no a la búsqueda de la verdad. Y aquí se pone la cosa peor todavía: porque cada vez los dueños son menos. Y cuando se sabe, como realmente se sabe actualmente, que más del 95 porciento de los medios occidentales conocidos están en manos de 8 o 9 gigantescos conglomerados mediáticos (Comcast, Disney, Warner y unos cuantos más) y que además esos conglomerados se encuentran CARTELIZADOS internacionalmente en entidades también monstruosas llamadas Fondos de Inversión (de los cuales Vanguard es el más poderoso y conocido), ¿dónde está entonces la diversidad? ¿Alguien que sepa cómo los medios están organizados en pirámide hasta las grandes casas financieras en la cima, puede creerse que existe una “prensa libre”? ¿Alguien puede creerse que en este mundo asfixiado por esta distopía mediática cuasi-fascista, hay realmente libertad de expresión como para llegar a millones de personas así por nuestro simple deseo de expresarnos? Hay que ser una de dos: ingenuo por desconocimiento de esta realidad, o manipulador y por ende malintencionado. Antonio Gramsci lo advirtió, que veríamos un sistema capitalista, imperialista y mundial (globalizado) en el cual los medios estarían tan concentrados, que se impondría una SUPERESTRUCTURA CULTURAL para someter a la gente a un conjunto de mentiras, de falacias de sistema para hacer creer una falsa libertad y lograr así la aprobación de una parte de los sometidos. Y no hay dudas de que en parte lo han logrado.
Ante este oscurantismo de alta tecnología de los grandes medios privados, que nos imponen desde noticias falsas cada día y cada minuto, hasta una enciclopedia que lo manipula todo (Wikipedia) y una Historia Contemporánea irreal, al gusto de los poderes financieros que, mientras por un lado nos mienten sobre la Unión Soviética, Corea del Norte, Siria y Cuba, por el otro bombardean Yugoslavia, Afganistán, Iraq, Libia y Siria, pagan mercenarios en esta última y nos pretenden hacer creer que los líderes dignos (como Al Assad) son imbéciles que atacan a su propio pueblo, malos-malosos que ellos necesitan demonizar, para que asistamos impávidos a la masacre de un pueblo entero al que pretenden dividir en pedazos y no se ha dejado exterminar. ¡Esos son los “medios libres”, la gran “diversidad de medios” y la gran “libertad de expresión” del capitalismo global actual!
Entonces, ante esto, nuestros medios, que adolecen, ciertamente, de esclerosis tecnológica y de mieditis aguda al debate al duro, a pesar de todo eso, SON LOS MEDIOS ALTERNATIVOS, son los medios que están llamados a ser REBELDES y mirar adelante, llamados a recuperar la Historia real de los pueblos y no la que acomoda a los Morgan, Rockefeller, Rothschild, Warbourg, Hearst, Koch, Sloan, Bell y unos cuantos más, para que puedan seguir siendo los que gobiernan buena parte del mundo a través del circo lamentable y genocida de Washington, Londres y Berlín. Nuestros medios están llamados al combate y a ser la vela encendida primero, y el faro deslumbrante después, todo a su tiempo. De la chispa brotará la llama, como decía Lenin.
Entonces, volviendo a este infortunado material en que se injuria al Apóstol cubano, ¿dicen que ha sido censurado por el ICAIC? Sí, ha sido censurado, y casi pueden agradecer los realizadores que haya sucedido. No les arriendo las ganancias con cientos de miles de cubanos que aman a Martí como a un padre, como a un familiar cercano, como a un hermano mayor. Martí es sagrado para los cubanos, que lo llevamos desde la infancia con los Zapaticos de rosa y los versos sencillos, en el beso a la amada en Copa con alas y hasta la madurez, cuando recordamos su advertencia en ese testamento político que fue su carta postrera a Manuel Mercado, y que siempre olvidan los mercenarios que mancillan su sagrado nombre en contra de la soberanía de Cuba:
“…, ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso.”
Y dice unas líneas más abajo:
“…el corresponsal del Herald, q. me sacó de la hamaca en mi rancho, me habla de la actividad anexionista, menos temible por la poca realidad de los aspirantes, de la especie curial, sin cintura ni creación, que por disfraz cómodo de su complacencia o sumisión a España, le pide sin fe la autonomía de Cuba, contenta sólo de que haya un amo, yankee o español, que les mantenga, o les cree, en premio de su oficio de celestinos, la posición de prohombres, desdeñosos de la masa pujante, —la masa mestiza, hábil y conmovedora, del país,— la masa inteligente y creadora de blancos y negros.”
Esa especie curial, en su oficio de celestinos, usa, maltrata y mancilla el sagrado nombre de ese hombre profundo, amoroso y gigante que fue nuestro José Martí, y no se puede admitir tal cosa en el nombre de una falsa “libre expresión” que no es más que la búsqueda malintencionada de la destrucción del patriotismo, del sentido hondo de nación en tanto proyecto de desarrollo “con todos y para el bien de todos”, lo cual en términos concretos significa buscar el bien gradual para la abrumadora mayoría y no el bien puntual de dudosas minorías, que al servicio de otras minorías extranjeras, que además los desprecian como Roma despreció siempre a los traidores que pagó, son capaces de intentar desmenuzar nuestra integridad cultural, idiosincrática y patria. ¡A Martí nadie lo puede tocar para mal en Cuba, sin tropezarse con la indignación! Que se acuerden estos muchachos, digamos para bien de ellos, equivocados, de aquel suceso de 1949 con los infames, prepotentes y borrachos marines yanquis trepados a la estatua del Maestro en el Parque Central. El que se atreva a hacer algo parecido a su memoria, tendrá digna respuesta.
A La Jiribilla,
Uds. me han censurado un texto que no ofendía a nadie y que proponía una reflexión a partir de los propios pensamientos de José Martí. Una reflexión inclusiva, que respetara a los que piensan diferente y sumara en aras del enriquecimiento de la Patria.
¿A qué punto hemos llegado cuando uds. deciden censurar textos basados en el pensamiento de Martí y escritos por una cineasta que tiene más reconocimientos en nuestro país que ustedes, los censores de La Jiribilla?.
Y por cierto, que mis reconocimientos no son ningun privilegio. Me los gané, incluyendo escenarios como los campos de batalla de Ángola y El Líbano donde la vida estaba en juego.
¿Aquí y ahora, a qué jugamos?
Uds. que censuran cada día, se quejan sin el menor sonrojo y se molestan porque Fb censuró provisionalmente la publicación a Jorge Ángel Hernández, después, por cierto, de haber publicado un texto altamente ofensivo contra compañeros que ¨también se quedan¨.
¿Es un todos contra todos?
Los que opinamos diferente a uds también estamos dentro.
Y uds, por muy ¨yugo¨que sean, no nos van a botar porque La Patria es con todos y para el bien de todos¨.
Yo también soy, como nuestro apóstol, ¨caballo sin silla¨ y hablo y defiendo lo que creo, sin insultos a los demás, sin amenazas y con la ¨estrella que ilumina y mata en la frente¨ alumbrando nuestro camino. ¿ A dónde va a llegar esto?
Es como si los que tenemos un criterio más abierto de las cosas, estuviésemos contra Martí y los demás, a favor. Lo que leo aqui es alucinante y sin espacios, para debatir qué es Martí para cada uno de nosotros porque a los que tienen una opinión diferente a uds., los censuran. No creo que a Martí le gustara lo que están haciendo. Quizás valdría la pena un debate sobre el Martí que cada uno de nosotros llevamos dentro. Como dice uno a quien sí han publicado: ¨Martí es sagrado para Cuba¨. Claro que sí, pero no es el Cristo Pantocrator, en primer lugar, porque no le interesaba serlo. Alguna vez pensé que La Jiribilla era una publicación sería, qué dolor descubrir que no lo es.
Agradezco el comentario anterior, Martí es sagrado para Cuba, firmado por Karel. Creo que es un análisis juicioso, valiente y profundo, y que merece aparecer con mejor visualidad en alguno de nuestros medios.
Muy bien por Karel.
Leí detenidamente su mensaje y pienso que debemos estar agradecidos de la patria,ya que como dijera: Pastor Guzmán …”Convergieron en José Martí las más profundas sensibilidades ética y poética, con un alma patriótica capaz de sacrificarlo todo a la emancipación de su patria y por el bienestar de los humildes”…
http://www.escambray.cu/2018/marti-es-marti/
Vamos a buscar todas sus obras,vamos a estudiar cada una de sus letras y veremos en él a un hombre humilde que dio todo por los pobres de la tierra.
También debemos tener presentes el ideario de justicia del Apóstol:
La idea de la Justicia en José Martí. Proyección jurídica del pensamiento ético martiano
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos88/idea-justicia-jose-marti-proyeccion-juridica/idea-justicia-jose-marti-proyeccion-juridica.shtml#ixzz5CDIwew00
Los invito a que lean un artículo de Pastor Guzmán,publicado el 28 de Enero de 2018 en el Periódico Escambray
Martí es Martí (+ fotos)
http://www.escambray.cu/2018/marti-es-marti/
Martí y Fidel: Dos hombres, un mismo sueño
Cuando se habla de Martí y de Fidel es casi imposible no hallar el nexo común; cuando se mira la obra de cada uno, sabemos por qué dos hombres separados por los anales del tiempo tienen tanto en común
Y por último palafraseando al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cito:…”
«Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!».
http://www.escambray.cu/2018/marti-y-fidel-dos-hombres-un-mismo-sueno/