El pasado 2 de abril comenzó el 28 Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet (EIAEB), celebración que se extiende hasta el miércoles 12 con la peregrinación, por el Prado habanero, hacia el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, como homenaje a la prima ballerina assoluta.

“Una de las cualidades del espacio es la reflexión crítica en torno a la metodología del ballet, la creación y los caminos por lo que se mueve la teoría de la danza”.

El EIAEB destaca por el diapasón de oportunidades que brinda a jóvenes bailarines y profesores de compartir experiencias con la Escuela Cubana de Ballet en talleres, clases magistrales, concursos y presentaciones. Una de las cualidades del espacio es la reflexión crítica en torno a la metodología del ballet, la creación y los caminos por lo que se mueve la teoría de la danza dentro y fuera de nuestro país.

En esta edición los intercambios teóricos fueron precisos para conocer nuevas didácticas. La bailarina y maestra brasileña Michele Bittencourt impartió el método de Progressing Ballet Technique (PBT, por sus siglas en inglés). Esta nueva forma de entrenamiento permite desarrollar la memoria muscular y mejorar las capacidades técnicas de los bailarines. PBT es un programa innovador desarrollado por Marie Walton-Mahon para que los estudiantes comprendan en profundidad el entrenamiento de la memoria muscular y alcancen su máximo potencial en el ballet.

El pensamiento del maestro Fernando Alonso fue recordado por Ana Julia Bermúdez, profesora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso. En su conferencia “El maestro, dominio y resultado” expuso las características que hacen de la Escuela Cubana de Ballet un centro único en el mundo. Se debatieron las diferencias al aplicar la metodología cubana en otras academias de Latinoamérica, teniendo en cuenta que el interés de padres y estudiantes no es el mismo. La profesionalidad con la que entrenan los bailarines de nuestra Escuela, y la conjugación entre clases de especialidad y de formación general, permiten que sea loable desarrollar la metodología y nuevos planes de estudio. La Escuela Cubana de Ballet, a diferencia de las otras escuelas reconocidas internacionalmente, no sufre los efectos de la globalización o la injerencia de otras metodologías en estudiantes y bailarines.

“Los análisis de textos, reflexión y debate fueron punto inicial para escrudiñar las formas de hacer una buena crítica para la danza”.

El crítico venezolano Carlos Paolillo presidió el Taller de Crítica Danzaria que acoge el EIAEB en su décima edición. La crítica como creación, tanto para espectadores entrenados, intérpretes o coreógrafos, fue el leitmotiv de tres encuentros junto a estudiantes del perfil de Danzología de la Universidad de las Artes (ISA). Los análisis de textos, reflexión y debate fueron punto inicial para escrudiñar las formas de hacer una buena crítica para la danza. Los resultados de este taller fueron recompensados en el Concurso La Joven Crítica Pedro Ángel In Memoriam, en el que recibieron galardones Yasmani Castro, de Santiago de Cuba; Jorge Irán Díaz, primer bailarín de Danza Contemporánea de Cuba, y los estudiantes Luis Ángel Flores, Adianez de la Caridad Roca Bermúdez, Harold García, Daniela Borges y Patricia Leyva.

La clausura del evento rinde homenaje al historiador del Ballet Nacional de Cuba, el Dr. Miguel Cabrera. Su vínculo con el EIAEB surgió por una petición de la maestra Ramona de Saá, y data de 1994. Hasta la actualidad el maestro —como muchos le llamamos, porque somos sus eternos pupilos— ha colaborado en conferencias, talleres y conversatorios haciendo que en cada encuentro trascienda la historia del ballet cubano.