“Al pensar en un bambú me vienen a la mente algunas capacidades como la flexibilidad, resistencia, paciencia, fortaleza y resiliencia”. Tal afirmación de la prestigiosa psicóloga argentina, radicada en España, Karina Bernacchi, pudiera ser la tesis asumida por el reconocido creador de las artes visuales Felipe Dulzaides, quien hasta mediados del venidero mes de septiembre expone en el tercer nivel del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de La Habana su antológica muestra titulada La estrategia del bambú, calificada como “un hito esencial en su evolución artística”.

Se trata de la primera exposición de Dulzaides en el MNBA en la que bajo la curaduría del experimentado Jorge Fernández Torres, director de la institución, se reúnen obras realizadas durante los últimos 18 años en técnicas como instalaciones, fotografías, dibujos y videos, a través de los cuales la labor de este maestro ha trascendido a escala internacional.

Concebida como un mapa de ideas, emociones y contrastes, en esta muestra multidisciplinaria se enfatizan los vínculos entre imagen, memoria, tiempo y experiencia sensorial, expresados mediante el diálogo con lo espiritual, lo cósmico y lo material.

En sus palabras tituladas “La Estrategia de Felipe Dulzaides: Otra manera de mirar el bambú”, para el catálogo de la exhibición inaugurada el pasado 19 de julio, Fernández subraya:

…este artista ha intentado desarrollar una obra que borra la línea entre el arte y la vida. El performance art de sus propuestas se expande a la cámara de video y a la fotografía, algo que le permite trabajar desde la improvisación, como si estuviéramos frente a un músico de jazz. La desmaterialización del objeto artístico y su devoción por crear una sintaxis entre la energía del material y las acciones, lo conduce a Grotowski, puente indiscutible entre el teatro y las vanguardias más radicales que se dieron en el arte del siglo XX.

Estos trabajos devienen contrapunteos con la psiquis del espectador, el cual es instado a interpretar su existencia como un resumen conceptual de escenas que funcionan como intentos de conexión entre la mente y la materia, conjunción de elementos extraídos de lo natural y lo artificial para trascender en espacios de experimentación visual que dialogan con el cotidiano vivir. Suerte de magia que exacerba los sentidos para provocar una chispa intelectual que estimula los fenómenos físicos y psíquicos de la percepción.

Inauguracion de la muestra en el tercer nivel del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de La Habana.

En la obra de Felipe Dulzaides no existen manifiestos intereses por lo visualmente atractivo. Sus creaciones, desprovistas de las bondades visuales del arte, más bien buscan “desaparecer” lo cotidiano, para interesarse por una nueva visión del mundo que nos rodea. En tal sentido, el artista crea un universo multiforme, consciente de que todo lo que le rodea (culturas, idiosincrasias, filosofías, credos, problemas y conflictos existenciales) son asuntos carentes de “modelos fijos”, sino más bien corresponden a los avatares del tránsito del hombre por este mundo, los cuales son reinterpretados por él desde el variopinto campo de las disciplinas sociales.

En La estrategia del bambú, este prolífico creador se introduce en el estudio de la vida cotidiana, discerniendo lo social de forma amplia para de tal modo comprender y exteriorizar sus criterios sobre el tramado de la sociedad contemporánea. Para tal fin, utiliza como “materia prima intelectual” los acontecimientos que marcan épocas entre los seres humanos; sobre los que, en última instancia, da cuenta de la vida cotidiana sobre la base de fragmentos que, según sus idearios estéticos, merecen la pena ser interpretados a través de sus disímiles proyectos artísticos en los que enfatiza la correlación entre el individuo y su contexto: la ciudad y los espacios públicos.

La estrategia del bambú marca un proceso de maduración y consolidación estética en la obra de Dulzaides.

Concebida como un mapa de ideas, emociones y contrastes, en tanto múltiples formas de explorar lo íntimo y lo colectivo, en esta muestra multidisciplinaria (dibujos, instalaciones, videos, fotografías) asimismo se enfatizan los vínculos entre imagen, memoria, tiempo y experiencia sensorial, expresados mediante el diálogo con lo espiritual, lo cósmico y lo material; imaginario que irradia desde la pieza principal de la exposición, a través de una videoinstalación que rememora el proceso de rehabilitación del estudio del artista. Entre el conjunto exhibido igualmente se destacan intervenciones en espacios públicos realizadas en Cuba, Estados Unidos e Italia.

A través de sus memorias en torno a su familia, entre la que se destaca su padre, el relevante pianista, arreglista y compositor Felipe Dulzaides Badía, uno de los fundadores del Festival Jazz Plaza, en sus trabajos este creador de las artes visuales sostiene recurrentes reflexiones en torno a su país, a la realidad que hoy enfrentan sus coterráneos, para desde estos presupuestos insertar su obra entre las corrientes más sobresalientes del arte contemporáneo a escala internacional.  

           

El artista agradeció al MNBA y a Génesis Galerías de Arte, por el apoyo y el nivel de profesionalismo y calidad humana evidenciados en la organización de La estrategia del bambú.    

Esas cavilaciones artísticas en torno a los avatares de los insulares en tiempos difíciles, las emprende desde la objetividad y el optimismo, para lo cual hace suyas las palabras de la psicóloga argentino-española quien igualmente apuntó:

El crecimiento del bambú al igual que el crecimiento personal del que hablamos en psicología, no es magia, es trabajo interno. Si miras con atención quizás tengas algún bambú cerca, quizás tú seas un bambú o aún mejor puede que formes parte de un hermoso bosque de bambúes.

En tal sentido, Fernández Torres subraya que La estrategia del bambú marca un proceso de maduración y consolidación estética en la obra de Dulzaides. El bambú emerge como imagen y símbolo: flexibilidad, resistencia y adaptabilidad, posturas tanto éticas como estéticas en el ejercicio artístico, reflejo del contexto cubano y universal.

Este prolífico creador se introduce en el estudio de la vida cotidiana, discerniendo lo social de forma amplia para de tal modo comprender y exteriorizar sus criterios sobre el tramado de la sociedad contemporánea.

Graduado del Instituto Superior de Arte y del Instituto de Arte de San Francisco, California, respectivamente, este artífice ha realizado más de veinte exposiciones personales, tanto en Cuba como en otros países. Hace alrededor de un año, durante la XV Bienal de La Habana (ha participado en varias ediciones de este evento), en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam presentó su muestra titulada Como círculos de agua, con piezas que transitan del pasado al presente, y con la cual subrayó su recurrente interés por el círculo, como metáfora de su experiencia autobiográfica de retornar a contextos que lo han marcado a lo largo de su vida.

En la apertura de su actual exhibición en el MNBA el artista agradeció a esta institución y a Génesis Galerías de Arte, en especial a Galería Habana, por el apoyo y el nivel de profesionalismo y calidad humana evidenciados en la organización de La estrategia del bambú.

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