La grandeza humana que caracteriza a los especialistas de la Quinta de los Molinos y los vastos conocimientos que poseen, por supuesto, han hecho posible la implementación y desarrollo, a partir de 2015, de varios programas destinados en su totalidad a la atención y bienestar de personas vulnerables. Entre ellos destaca, por ejemplo, el nombrado por sus propios participantes El Avispero de los Molinos, creado hace diez años.

“El proyecto comenzó siendo una Cátedra del Adulto Mayor y al fallecer su fundador años más tarde, las especialistas del Departamento Educativo de la Quinta de los Molinos decidimos darle continuidad a su hermosa y altruista labor. Para ello nos preparamos en las distintas temáticas de los diferentes talleres que redundaban en el bienestar de los adultos mayores, como había previsto su iniciador”, explicó en exclusiva la licenciada Marisol Reyes González, especialista principal del Departamento Educativo y de Programas Sociales.

El Avispero, creado hace diez años, es uno de los programas destinados a la atención y bienestar de los adultos mayores auspiciado por la Quinta de los Molinos.

“Al propio tiempo, añadió, coordinamos con experimentados especialistas de otras instituciones similares a la nuestra, para que impartieran algunos talleres de los cuales no teníamos grandes conocimientos, como las clases de Taichí, por ejemplo”.

Unos 60 adultos mayores, mujeres casi en su totalidad, se han incorporado a este Programa que convoca a sus miembros cinco veces por semana a asistir a talleres relacionados con el bienestar emocional, cognitivo, arte, patrimonio, historia y literatura, por solo citar algunos. “Y como a nuestras abuelas les gusta coser, reciben de la misma manera talleres de muñequería, crochet y bisutería. No falta tampoco la creación de piezas de cerámica, resultado del trabajo con el barro”, subrayó la especialista.

Por su lado la psicóloga y también especialista del referido departamento, Dania León Peña, significó que “junto a la realización de esos talleres, el Programa incluye además visitas a museos e instituciones de valor histórico y patrimonial. Recientemente, por ejemplo, con transporte garantizado por nuestra institución, realizamos una visita al Centro Fidel Castro y con anterioridad visitamos la finca Vista Hermosa, en el municipio de Guanabacoa. Asimismo, celebramos intercambios y encuentros con instituciones dedicadas a la atención de los adultos mayores, como el Centro Loyola y el Convento de Belén. En realidad, es un gran cúmulo de actividades que mantienen en constante aprendizaje y movimiento a los adultos mayores incorporados a nuestro Programa. Quienes, igualmente, se han convertido en colaboradores de la Quinta de los Molinos. Y en ese sentido es justo reconocer su asistencia en varias ocasiones a trabajos voluntarios y labores de limpieza y embellecimiento de distintas áreas de la institución”.

Los miembros del Avispero realizaron una visita al Centro Fidel Castro.

Aunque el mayor número de incorporados al jocosamente nombrado Avispero, reside en municipios cercanos a la Quinta como Centro Habana, Plaza de la Revolución y Cerro, “algunos radican en municipios más distantes como Mariano o Diez de Octubre; tenemos de la misma manera una señora que vive en la Guinera y, por si fuera poco, otra que nos visita desde el Mariel. Sus edades se encuentran entre los sesenta años y más. Para orgullo nuestro contamos con una nonagenaria, la señora María Caridad Armenteros, de 93 años de edad” significó Dania León.

Con relación a la celebración del Día del Adulto Mayor, el primero de octubre, la Quinta ha concebido un emotivo encuentro amenizado por grupos de teatro y música invitados del Centro Loyola, en el que se dan cita además los integrantes del Programa. No faltarán en la gran fiesta las habituales ferias y la realización de talleres del grupo de mini emprendedores, asiduos asistentes a las diversas actividades realizadas en este emblemático sitio que acogiera los últimos años de un imprescindible de nuestras guerras de independencia, el Generalísimo Máximo Gómez.

“La incorporación al Programa les cambiado y para bien en alguna medida sus vidas”, nos confirma la especialista de la Quinta de los Molinos.

¿Cómo valoran los resultados de este Programa destinado a la atención y bienestar de los adultos mayores? Preguntamos finalmente a ambas especialistas.

“Muy, muy positivos. No pocas de estas personas viven solas. Entre otras razones por el fallecimiento del cónyuge o la salida del país de hijos, hermanos o cualquier familiar que le acompañara. Su incorporación al Programa les cambiado y para bien en alguna medida sus vidas.

“En este espacio han encontrado la posibilidad de socializarse con la creación de nuevas amistades, un círculo social muy amigable, amoroso. Desarrollan, incluso, nuevas habilidades a pesar de su edad, se esfuerzan por colocarse a la altura de los mejores. Después de unos meses de su presencia en el Programa se les ve mucho más enérgicos, alegres, con deseos manifiestos de vivir. Se muestran menos tímidos, van cambiando poco a poco sus maneras de mirar y vivir en la sociedad que los acoge. En fin, logran encontrarse a sí mismos.

“Como el Avispero de los Molinos revolotean durante todo el año, en especial este primero de octubre, otros muchos proyectos a lo largo y ancho del país”.

“Aunque en realidad el aprendizaje es mutuo. Al Programa asisten adultos de la tercera edad que se desempeñaron como médicos, enfermeras, profesores y académicos de la enseñanza superior. Lo que significa que, si bien ellos aprenden de nosotras, nosotros aprendemos de ellas, de sus experiencias.
“Y por último, dos resultados verdaderamente relevantes: el Programa nos ha hecho crecer como especialistas, como seres humanos. Asimismo, el Programa sigue creciendo y fortaleciéndose, no obstante sus diez años de existencia. Ese es, a nuestro juicio, su mejor y mayor resultado”.

Como el Avispero de los Molinos revolotean durante todo el año, en especial este primero de octubre, otros muchos proyectos a lo largo y ancho del país. Y no precisamente con el ánimo de picar, sino de demostrar cuán útiles continúan siendo a la sociedad aquellos que otrora ayudaron a forjarla y que hoy fomentan con su incalculable y valiosa sabiduría.