Juanita Conejero es una escritora cubana nacida en La Habana, en 1934. Es Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana y profesora de Literatura cubana e hispanoamericana y española. Actualmente está jubilada, después de más de 50 años de trabajo en la educación y la cultura, adonde llegó a ocupar importantes responsabilidades.

Es poeta, narradora, conferencista y promotora cultural. Guionista, desde hace más de diez años, de Radio Cadena Habana, y colaboradora del Periódico Cubarte. Dirige en la capital la tertulia de arte y literatura “Sol Adentro”, en homenaje a Alfonso Reyes.

Ha publicado los poemarios Más allá del tiempo (La Tinta del Alcatraz; Toluca, México, 2000) y Persistencia de la memoria (Extramuros, La Habana, 2008). Poemas suyos han sido publicados en varias antologías de poesía cubana y mexicana, así como en el suplemento cultural La Abeja Dorada de Campus, órgano informativo-cultural de la Universidad Autónoma de México y en la revista Alma Mater en Cuba.

Ha obtenido diversos premios literarios, como el Guardia de Honor de Rubén Darío (Managua, Nicaragua), el Tercer Premio Concurso Nacional de Poesía “Delia Carreras” (Matanzas, 1998), el Primer Premio “Una flor para Celia” (80 aniversario de la heroína cubana Celia Sánchez Manduley) y Primer Premio del Concurso Nacional de Poesía “Rafaela Chacón Nardi” (Biblioteca Nacional de Cuba y la Asociación “Amigos del Libro”, 2005), entre otros, así como el Premio “Coral del Aire” (2007) otorgado por la Dirección de Cultura del Municipio Playa, La Habana, en reconocimiento a su trayectoria cultural. Además fue reconocida con el premio “Gitana Tropical” (2008), otorgado por la Dirección de Cultura de La Habana. Ha participado en varias ediciones del Festival Internacional de Poesía de La Habana y en diversos eventos internacionales, como el encuentro “Mujeres Poetas en el País de las Nubes” (México, 2005), el Festival Latinoamericano “Ser al fin una palabra” (México, 2006) y el Encuentro Internacional de Poesía Floricanto (México, 2008).

“Cuando lo más amargo salpica la razón”

Las palabras como puertas
abren alas
silban los sentidos
se acomodan las sombras
y las almohadas
enmudecen.
Observamos la roca solitaria
caverna transgredida
cuando lo más amargo salpica la razón.
Se apresuran los fantasmas
rodean soledades los espacios
como para que enfríe el viento.
Las manos se desplazan
por el camino indetenible de los dedos
que rozan nuestros cuerpos
y se detienen
sin memoria.

“La noticia”

Elizabeth Taylor quirófano en mano desata su fortuna
Un Papa bendijo a un perro imaginario
Una bella dama londinense sobrevive a su ignorancia
Cientos de jóvenes se lanzan al abismo
por falta de amor.

“Todo mi sueño”

Huelo a hierba acabada de cortar
a casa humeante después de medianoche
a sonidos tactos y frutales
los álamos aún lloran por tu ausencia
te esperan en el camino de los silencios
nadie expía mi lecho nadie se atreverá
a detener al alba todo está perfectamente soñado
para que la lluvia y el viento regresen de pie
a mi almohada y marchen con la mañana
debajo del brazo a recoger las estrellas
que me estuviste lanzando toda la noche.

“Haití duele sobre el Caribe inmenso”

¿En qué manos se enmudece tu aurora?
Tu sangre viene fluyendo por laderas de siglos con la impaciencia de una mueca trazada por el gélido hastío.
¿Dónde está tu fortuna Haití nuestro tú que fuiste el primero en levantarte erguido cuando aún no sonaba el alarido de los bronces?
Y ahora el fragor de la dolencia asusta cuando nunca supieron sanar
tus llagas y cicatrizar las heridas.
Haití esclavizado por poderosos aludes de frenéticas turbas con disfraces de monjas y fantasmas.
Mantas de fuegos y derrumbes que nunca pudieron engañarnos.
Aquí estoy. La palabra se hincha cuando el viento despiadado asoma
por la ventana entreabierta de este renacer bravío.
Aquí estoy. El rugido que atesoro avanza desde mi tierra fértil y penetra
en el lodo de los intrépidos culpables.
Aquí estoy para decirte que el día va a llegar y que la vida despertará
de ensueños. Esculpirá en tu seno la más hermosa huella sin que siquiera
lo imagines ahora que caminas sin saber hacia dónde cabizbajo
de sombras. Sobre los muertos renacerá la flor y desde sus más íntimos pétalos se alzará tu gloria recorrerá los cielos por ríos y cordilleras traspasará océanos de cálices eternos.
No hay presagio más firme que la verdad más pura.
Aquí está la palabra, expuesta en la entraña misma de tu propia leyenda.
¡Aquí está la palabra y tu flor y tu sangre!

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