En su aniversario 95: Margarita Balboa, voz y presencia en la televisión
Radioyentes y televidentes son jueces naturales de cuanto escuchan y ven, y rara vez se equivocan en sus juicios. Generosa Margarita Gómez Balboa posee una voz impactante en su seguridad y alcance, una voz de femenil sonoridad que sorprende dentro de un rostro aguileño, de muy fina factura y justa belleza. Ni más ni menos: Margarita tiene una voz radiofónica y un rostro fotogénico que realzan su personalidad de actriz, o locutora-actriz, según se prefiera, y desde la década del cincuenta se impone en los gustos.
La televisión recién estrenada, ese gran negocio del cual se puede decir que, como el Hollywood cinematográfico, es “una fábrica de sueños”, posee buen ojo para catar valores, y la joven Margarita exhibe elegancia, distinción, un retador aplomo ante las luces, belleza no estridente sino delicada y delgadez no famélica… en fin condiciones para triunfar. ¡Hay que verla! ¡Hay que escucharla!

De niña es muy activa, canta y baila, y como alumna de la Vocacional Aguayo realiza sus pinitos artísticos en una obra musical, Azucena, dirigida por el maestro Gonzalo Roig, quien se prodiga en cuanta función, no importa si modesta, se le solicite.
Pero Margarita quiere afianzarse, tener un título y estudia magisterio en la Escuela Normal, y se gradúa, aunque su paso por la docencia es efímero. De todos modos, allí interviene en la puesta de Abdala, obra de José Martí.
A la radio llega antes de cumplir los veinte. Corre 1949 y el primero de septiembre ingresa en la nómina de Unión Radio, emisora que puja por ser la primera dentro de un espectro sumamente competitivo. Y entonces llega la televisión, a finales de 1950. Pero Margarita Balboa irrumpe en ella aun antes de su inauguración oficial, pues durante unas pruebas que se realizan y que unos pocos disfrutan admirados en telerreceptores colocados en algunas vidrieras de tiendas comerciales, aparece ella y es la suya la primera voz femenina que se escucha, cantando, en el ya lejano día 17 de octubre de 1950.
Alterna trabajos en la radio y la televisión. Seguir su trayectoria por aquellas fechas resultaría como tomar un tranvía (entonces los había) que en cada esquina se detiene. Ella canta y actúa, hace locución comercial exclusiva para la pasta de dientes Gravy, declama, trabaja para uno y otro canal de la televisión, en la radio ha pasado a formar parte de RHC Cadena Azul y se la escucha en las novelas, que son el pan nuestro de cada día para las amas de casa.
“Mucho se le admira. Hoy, mucho se le extraña”.
Sin embargo, no deja de estar en las novelas y teledramas. Sobre esta multiplicidad de quehaceres, ella comentaría mucho después: “Los primeros programas se realizaron en vivo con dos cámaras. Pude hacerlos por mi experiencia teatral y la alta sabiduría de Cuqui Ponce en la dramaturgia, puesta en escena y dirección de actores”.
Algunos de los espacios que la acaparan son Estrellas de ultramar, donde es figura central, Grandes comedias del mundo, series de aventuras, dramas radiales, hace animación en La bolsa del saber… Después de 1959 participó en la película El otro Francisco y en cuanto espacio dramático se le ofrezca, como primera actriz que es. Mucho se le admira. Hoy, mucho se le extraña.
Nació el 15 de noviembre de 1930 y murió el 24 de enero de 2010, uno y otro suceso tuvieron lugar en La Habana. Con su presencia, voz y carisma, Margarita Balboa protagoniza un capítulo memorable en la historia de la radio y la televisión nacionales.

