Cuando este lunes la música del italiano trío Chagall inundó los espacios de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, quedó más que reafirmado que, desde el punto de vista cultural, Italia es un extraordinario país con enjundiosos referentes mundiales.

Fue notorio entonces, con los acordes del violinista Edoardo Grieco, el violonchelista Francesco Massimino y el pianista Lorenzo Nguyen, que la música fue el mejor colofón de la XXV Semana de la Cultura Italiana en Cuba, un evento que ha hermanado a ambas naciones.

Horas antes de esta última jornada, el taller de encuadernación artesanal con técnicas tradicionales había seducido a quienes, motivados por las postales, las fotos, los grabados, las ilustraciones y los recortes de prensa italianos, se remontaron a periodos históricos significativos de esta nación en el rescate de oficios antiguos a nivel mundial.

El embajador italiano en Cuba, Roberto Vellano, destacó la conmemoración del natalicio de Italo Calvino.

Tras celebrarse el intenso programa previsto para este año, Roberto Vellano, embajador de Italia en Cuba, ha expresado su satisfacción.

“Es mi tercera Semana (de la Cultura Italiana) en Cuba, pero desde 1996 ha sido un evento importante para fortalecer los vínculos italo-cubanos. Esta edición se ha caracterizado porque tuvimos el centenario del nacimiento de Italo Calvino como eje primordial del evento y desde octubre lo hemos celebrado. Ha tenido el protagonismo, pudiéramos decir, como símbolo de la relación cultural entre ambos países.

“Por otra parte, este año hemos intentado acentuar el diálogo, las actividades de intercambio. No quisimos tener solamente la presentación de un libro o de un espectáculo, sino una contaminación positiva, una relación abierta entre artistas y creadores de ambas naciones, que tienen un patrimonio cultural muy rico, y que surge de manera natural. Por eso fomentamos los debates, las conversaciones de un lado y del otro”.

Esta edición se ha caracterizado porque tuvimos el centenario del nacimiento de Italo Calvino como eje primordial del evento (…) como símbolo de la relación cultural entre ambos países.

Vellano recordó que devino momento significativo dentro del programa el recorrido por el Museo Nacional de Bellas Artes para una visita guiada a su colección de arte italiano, precedido por dos conferencias trascendentales, a propósito de los vestigios arqueológicos visibles en esa colección.

Además, destacó el homenaje a Anna Magnani, con la proyección de dos filmes que marcan el aniversario 50 de la muerte de una de las actrices más populares de la posguerra.

Fue muy interesante hojear el libro Caro Campo. Diario di lavoro, del joven artista italiano Luca Boffi, quien ha encontrado en su primer viaje a Cuba miles de motivaciones visuales para pensarse varios libros.

El evento propició una relación abierta entre artistas y creadores de ambas naciones, poseedoras de un patrimonio cultural muy rico.

Vivió dos años en un campo de álamos en la provincia de Módena y halló, de manera natural, metáforas diversas que le permitieron realizar fotografías sensibles, las cuales conforman el libro presentado en el Taller Chullima y que muchos asistentes pudieron apreciar.

Lorenza Strano, especialista de comunicación de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), reafirmó el apoyo de esa entidad en la realización de un evento de esta magnitud.

“Ha sido un placer colaborar en el evento porque no ha sido solo la celebración por la cultura italiana, sino por la unión de ambos pueblos. La cultura juega un papel importante en la historia de los países y en las relaciones que se conforman entre ambos”, dijo.

La cultura juega un papel importante en la historia y las relaciones entre ambos pueblos.

Una de las actividades apoyadas por la Agencia fue la presentación del libro Graphic Habana, en la Casa de la Cultura Joseíto Fernández en Centro Habana, como resultado de los talleres de repentismo y novela gráfica que se hicieron a través de un proyecto de cooperación, en coordinación con varias entidades cubanas e italianas, en especial la Agencia.

Es una antología de décimas musicales e historietas sobre la legendaria vía comercial Avenida Italia. “En el volumen se evidencia el talento de jóvenes cubanos repentistas, con Alexis Díaz Pimienta al frente, y jóvenes diseñadores, en este proyecto que hermana a Cuba y a Italia”, añadió.

La Agencia también apoyó el proyecto ArqueoCuba, el cual apostó por el uso de la tecnología para la investigación arqueológica y la etnobotánica.

Durante la XXV Semana de la Cultura Italiana en Cuba se propiciaron los debates y las actividades de intercambio.

“Otro proyecto de colaboración que apoyamos desde la Agencia fue la pieza teatral Gran Glassé, creada por el grupo Gli Omini, que ha recorrido toda Italia y que llegó en una versión por Impulso Teatro para el disfrute del público que asistió al Centro Cultural Bertolt Bretch. Es una pieza divertida pero que también invita a la reflexión”, expresó Strano.

A la espera de la próxima edición de la Semana de la Cultura Italiana en nuestro país habrá un pretexto más para acercarnos a las actividades de diferentes manifestaciones culturales en otros espacios.