Vuelve a agradecer Ediciones Icaic la oportunidad de asistir al Sábado del Libro, esta vez como parte de la celebración del II “Cuba va conmigo”, Festival Cultural de Cubanos Residentes en el Exterior.

De entre los símbolos que nos ha legado el cine cubano, hoy pensamos en aquel del caracol con su concha a cuestas en La vida es silbar de Fernando Pérez: aquello que va con nosotros a cualquier parte, no como carga, sino como sostén vital…

Los autores de los títulos que presentamos residen hoy en Estados Unidos, España, Francia, Noruega… Algunos de estos libros son el resultado de tesis de licenciatura, de maestría, o partieron de una labor de compilación de la obra de relevantes críticos y cineastas: Santiago Álvarez, José Galiño, Rufo Caballero, y de símbolos emblemáticos como el Noticiero Icaic Latinoamericano, la revista Cine Cubano, el cine latinoamericano, y el propio cine cubano… Todos expresan nuestra identidad, nuestra cultura… Es por ello que encuentran espacio aquí, esta mañana.

Andy Muñoz Alfonso, Lianet Cruz Pareta y Yobán Pelayo Legrá, egresados de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y, en su momento, miembros de la Cátedra Honorífica Santiago Álvarez, se acercan a la obra del gran cineasta en Santiago Álvarez: un cineasta en Revolución.

Estos tres jóvenes centraron su análisis en el sello distintivo otorgado por Santiago al Noticiero Icaic Latinoamericano, en aspectos teóricos acerca del original manejo de la música como parte importante de la narración, y las repercusiones estéticas, temáticas y productivas. “En el desamor de los nuevos tiempos es de agradecer que jóvenes estudiantes de cine o asignaturas coincidentes como la publicidad y las argucias del periodismo, transiten las obras de Santiago Álvarez, el gran cineasta, nuestro mayor documentalista”, asevera así Reynaldo González.

Andy Muñoz, Lianet Cruz y Yobán Pelayo se acercan a la obra del gran cineasta en Santiago Álvarez: un cineasta en Revolución.

En La caricia del látigo. Rufo Caballero: un ídolo imposible, del historiador de arte Rubens Riol, está el resultado crítico de todos los libros de Rufo Caballero, cuya trayectoria renovó la crítica de arte en Cuba y trazó derroteros para las artes plásticas, el cine, el video, el audiovisual y los estudios culturales en el Caribe y América Latina.

Muestra cronológica de la recepción y análisis de la obra de Rufo desde el primero hasta el último de sus textos, entrega una imagen coherente y sensible de Rufo. Al decir de Francisco López Sacha, con La caricia del látigo, “Volveremos a leer a Rufo con la mirada de una interrogación, encontraremos en su prosa nuevas claves y enigmas”.

Sobre El cine latinoamericano del desencanto, del periodista Justo Planas, Juan Antonio García Borrero ha planteado que “es bueno que la crítica de los más jóvenes nos ilumine esas zonas del cine latinoamericano que hablan de la existencia humana como plataforma común”.

Los títulos presentados están relacionados con la obra de Santiago Álvarez, José Galiño, Rufo Caballero, y con símbolos emblemáticos como el Noticiero Icaic Latinoamericano, la revista Cine Cubano, el cine latinoamericano, y el propio cine cubano. Imagen: Octavio Fraga

El libro pone en evidencia la relación que existe entre varios filmes contemporáneos de la región y su realidad continental. En el contexto de otras obras fílmicas concebidas en Latinoamérica, el título cuestiona la tesis de un cine que para algunos no se distingue por sus intereses políticos o sociales, y propone la tesis de otro que lo hace por intereses estéticos. Identifica, también, dos tendencias cinematográficas en el continente, indaga en sus posicionamientos ideológicos y sugiere una nueva cartografía para comprender el Nuevo Cine Latinoamericano de estos tiempos.

Al decir de Francisco López Sacha, con La caricia del látigo, “Volveremos a leer a Rufo con la mirada de una interrogación, encontraremos en su prosa nuevas claves y enigmas”.

“Si aceptamos que en última instancia el autor de un filme es el realizador, ¿qué significación, calcule usted, tiene la participación del escritor o autor dramático?” Ante esta interrogante el crítico Eduardo Manet respondía en 1967:

Esto es histórico. Alain Resnais pidió a Marguerite Duras que le escribiera un guion. Marguerite Duras le respondió a Alain Resnais que ella no sabía nada de cine. Alain Resnais contestó a Marguerite Duras que no se preocupara, que escribiera, que ella pusiera la literatura y que él, luego, pondría el cine. El resultado fue Hiroshima, mon amour. ¿Qué importa lo demás?

Es este solo un ejemplo de lo que recoge Con ojos de espectador. Críticas y ensayos de Eduardo Manet, compilación realizada por el crítico Carlos Espinosa Domínguez. El libro recoge la mayor parte de los trabajos que Eduardo Manet publicó en la revista Cine Cubano durante los primeros seis años de la década del 60.

Recientemente, al conocer que su libro sería presentado en este festival, la joven historiadora del arte Dailey Fernández recordaba a José Galiño como el “archivo vivo, interlocutor, crítico y motor general de su investigación”, y pedía que fuera este un espacio de “homenaje al sonidista que dedicó toda su vida al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos”.

Sobre El cine latinoamericano del desencanto, de Justo Planas, Juan Antonio García Borrero ha planteado que “es bueno que la crítica de los más jóvenes nos ilumine esas zonas del cine latinoamericano que hablan de la existencia humana como plataforma común”.

Para Dailey, Confluencias de los sentidos. Diseño sonoro en el cine cubano de ficción es un esfuerzo por “visibilizar la labor creativa de los sonidistas y diseñadores de banda sonora cubanos”. Sobre la autora de este título, el propio Galiño expresó:

No es usual que alguien que recién se estrena en el análisis cinematográfico se manifieste de forma tan aguda, decidida y, por momentos, muy severa en los análisis sobre nuestra producción cinematográfica”, y afirma que “es posible intuir que esta obra constituye una completa monografía de promisorio beneficio en el marco académico.

Santiago Álvarez, José Galiño, Rufo Caballero, el Noticiero Icaic Latinoamericano, la revista Cine Cubano, el cine latinoamericano, y el propio cine cubano cabrían en la pequeña concha del caracol de La vida es silbar…

*Palabras en la presentación de volúmenes de Ediciones Icaic en el Sábado del Libro, como parte de la celebración del II Festival Cultural de Cubanos Residentes en el Exterior “Cuba va conmigo”.