Requerimientos técnicos del mapping

El video mapping proyectado en exteriores sobre edificios públicos se ha vuelto una modalidad muy empleada. Al ser una técnica audiovisual del arte de los nuevos medios, recurre a proyectores de poderosa luminosidad para dar a las imágenes proyectadas una alta definición, diferenciadas de las superficies físicas y tridimensionales del fondo, en formas, texturas y coloraciones. Las imágenes parten de la modificación visual de esa superficie de fondo, cambiando radicalmente el aspecto de los detalles seleccionados. Si bien su poder de atracción resulta de tal fuerza que logra acaparar la atención de forma ininterrumpida, como sitúa al público en una atmósfera no propiamente inmersiva al no impedir el contacto perceptivo del lugar circundante, resulta un requisito obligado lograr un entorno ambiental con un nivel bajo de iluminación, a fin de reducir la visibilidad de las superficies circundantes y dejar ver con nitidez solo las imágenes proyectadas. Si por las condiciones del lugar no es posible reducir suficientemente los niveles de iluminación, se requerirán proyectores más potentes para lograr la luminosidad necesaria.

El número de proyectores a utilizar dependerá de la distancia y la amplitud de la superficie a proyectar. A mayor amplitud y distancia de las edificaciones utilizadas, aumenta el número de proyectores requeridos, a trabajar de manera coordinada para conseguir la unión perfecta de las imágenes. Por tal razón, uno de los factores que ha devenido determinante en el avance del video mapping ha sido el desarrollo de la tecnología de los proyectores, unido a la experimentación visual y sonora que los diseñadores de esos productos han ido logrando.

“(…) se ha hecho universal condicionar el espacio frente a la edificación a proyectar el mapping con una total libertad de agrupación y movimiento interno del público”.

En cuanto a la espacialidad, conviene tener en cuenta la estructura de la plaza. Si es cerrada o lo es parcial, resulta mejor porque se evita el acceso desordenado de un público desinteresado. Además, aísla de ruidos ambientales procedentes del tráfico cercano de vehículos y del transitar bullicioso de la gente indiferente a lo escenificado. Como es un espacio a cielo abierto, encintado por las paredes de las superficies contiguas a la escogida de motivo para la proyección, funciona a manera de un espacio teatral semejante a los anfiteatros. A diferencia de estos, donde el público dispone de áreas destinadas a sentarse en niveles ascendentes y de pasillos de circulación, la proyección de los mapping sobre edificios públicos se acostumbra a realizar en una plaza horizontal sin ofrecer un lugar de asiento a los asistentes. Todos los presentes están aglomerados de pie, por lo general al mismo nivel en el suelo de la plaza frente al edificio sobre el cual es proyectado.

Aunque pudiera hacerse algún espectáculo de esta técnica para un público cerrado con asientos colocados para la ocasión, se ha hecho universal condicionar el espacio frente a la edificación a proyectar el mapping con una total libertad de agrupación y movimiento interno del público, acentuando la movilidad de este en su decisión de permanecer o cambiar de posición para presenciar mejor el espectáculo.

Uno de los factores que ha devenido determinante en el avance del video mapping ha sido el desarrollo de la tecnología de los proyectores.

Esa soltura en la posición a ocupar por los participantes deja a lo espontáneo el interés de aproximarse o no de las personas a los espacios donde es proyectado. Por lo general, se desconocen totalmente las personas entre sí porque las convocatorias de su exhibición pública reúnen a individuos procedentes de muchos sitios, formaciones y capas sociales diversas, atraídas por la espectacularidad de los acontecimientos en los cuales son proyectados.

Nada original tiene esa diversidad de asistentes, si se considera respecto al cine, cercano al mapping en cuanto a proyección del haz de luz y en hacer concurrir a muchas personas en un mismo espacio sin haberse visto antes ni interesarse en hacerlo después. Pero difiere notablemente como modalidad cultural de las presentaciones del cine y los teatros, en cuyos casos el público ocupa un lugar dado, sentado cercano o lejano, en un sitio invariable, más favorable o no a la observación. Porque en el mapping, en el transcurso de la proyección las personas pueden moverse libremente si así lo desean por ese espacio abierto con la finalidad de ganar mejores posiciones de observación para sentirse más cerca e influidas más emocionalmente por lo proyectado.  

En relación a espectáculos musicales de cantantes famosos en grandes áreas abiertas, puede observarse que a semejanza de estos, en el mapping las personas ocupan la posición que quieren y pueden en el gran espacio dispuesto para el público, si no ha sido ocupada antes por otros. En cambio, contrastan en cuanto al área del público, siendo mucho menor en el mapping que en los espectáculos musicales populosos, donde las figuras de los cantantes casi no llegan a ser visibles por las grandes distancias donde puede estar ubicado el público respecto a estos, por lo cual tienen que ser amplificadas las imágenes de esos cantantes y grupos musicales por medio de grandes pantallas auxiliares. Mientras que en el mapping sobre edificaciones, dada la menor área ocupada por el público y la gran dimensión de las imágenes proyectadas, estas son visibles perfectamente por todos.

“[El mapping] difiere notablemente como modalidad cultural de las presentaciones del cine y los teatros, en cuyos casos el público ocupa un lugar dado (…) en un sitio invariable”.

A pesar de que lo visual es primordial en el mapping, el diseño sonoro estereofónico no deja de tener un lugar importante. La función del sonido guarda una relación estrecha en pro de enfatizar los cambios visuales y crear una atmósfera sonora adecuada a los objetivos trazados en esa obra. La sonoridad es igualmente sometida a un estudio cuidadoso dentro del proyecto. Requiere de la dotación de equipos sonoros adecuados según los alcances que se pretendan para lograr la recepción de la música y otras sonoridades incorporadas con un sentido de integridad, como ocurre en el cine; mientras es frecuente que en los megaespectáculos musicales la sonoridad se deba reforzar en las zonas muy distantes para evitar las zonas de “silencio” auditivo o de baja escucha. De ahí que sea necesario destacar como característico del mapping ―aunque no exclusivo de esta manifestación escénica― la concepción de integridad audiovisual en su presentación, lo cual redunda favorablemente en su impresionante fuerza sensorial y en la capacidad de absorber la atención de todo ese amplio público que lo presencia al unísono, siguiendo con acuciosidad cada mínimo cambio presentado en sus gigantescas imágenes, acompañadas de las sonoridades ajustadas a esos cambios, para reforzar el impacto que es siempre su principal objetivo.

“Las imágenes parten de la modificación visual de esa superficie de fondo, cambiando radicalmente el aspecto de los detalles seleccionados”.

Como la tecnología empleada responde a un equipamiento especializado, los artistas han necesitado entrenarse en las operatorias técnicas digitales de los nuevos medios, del diseño gráfico, la animación 2D y 3D, y en el manejo de las proyecciones arquitectónicas, con el fin de estar capacitados para la aplicación de esos recursos creativos. La eficacia del uso técnico de esos recursos debe estar garantizada de antemano por las firmas productoras. No obstante, necesitan ser comprobados los equipos utilizados y la adecuación del software empleado desde la fase de los preparativos hasta momentos preliminares a la proyección. Nunca se ha de dar por sentado que funcionará bien sin comprobarlo antes reiteradamente.

La preparación de un mapping es larga. Puede durar varias semanas o meses, en dependencia de su complejidad. En ocasiones, durante los ensayos en la fase de proyecto, se puede recurrir a una maqueta a escala exacta del sitio y la edificación seleccionada (sobre la cual se proyectarán las imágenes), para hacer los ajustes pertinentes y ensayar con bastante antelación el diseño, con la finalidad de evitar fallas ulteriores. A pesar de esos preparativos tan meticulosos, el día de montaje y exhibición se deberá comprobar antes la correcta colocación en el sitio del proyector (o proyectores requeridos) y ajustar con minuciosidad el haz de luz a proyectar hasta coincidir con la superficie a ser utilizada como pantalla física.

“A pesar de que lo visual es primordial en el mapping, el diseño sonoro estereofónico no deja de tener un lugar importante. La función del sonido guarda una relación estrecha en pro de enfatizar los cambios visuales y crear una atmósfera sonora adecuada a los objetivos trazados en esa obra”.

El tiempo de montaje de los equipos es muy variable, depende tanto de factores previsibles como de otros surgidos durante su instalación en el lugar. El día del evento se prueban reiteradamente los videos, cómo corren los programas de computación empleados y se supervisa que todo se ejecute de la manera adecuada. Todo tiene que estar listo. Nada puede fallar. Hasta los más mínimos imponderables deben ser tenidos en cuenta, previstos y resueltos con anterioridad para desafiar todo tipo de adversidades que puedan surgir a último momento, porque la proyección ha de correr de manera contigua, sin interrupciones, y es para un día y hora determinada. A realizarse con puntualidad y nunca postergar su celebración. De lo contrario, el descrédito y el desinterés provocado serían factores adversos al clima sicológico de recepción del espectáculo. Esto es importante, porque en estos eventos se tiene por lo regular una sola oportunidad de proyección y no es admisible un margen de error. De producirse, sería un desastre muy duro que afectaría por largo tiempo al grupo de creación, a la empresa promotora, y a todo el conjunto de instituciones públicas y privadas que intervengan. Situación que impondría un estigma a sus organizadores y creadores, y repercutiría en dudas acerca de la tipología técnica del equipamiento seleccionado.

Ha de tenerse muy en cuenta en todo momento que el mapping es siempre obra única. Cada uno emprendido es diferente. Singular. No admite presentarse sobre otra superficie de base de la que fue diseñado. Ese sitio escogido es determinante. No puede trasladarse a otro. Exige esa localización específica porque las modificaciones visuales que entrañan sus imágenes se diseñan para esa superficie en particular. Otra superficie seleccionada exigirá el calco proyectual de sus otras medidas, proporciones y detalles. No es como un filme u otras obras artísticas que pueden presentarse en salas o espacios diferentes. Es, por tanto, muy diferente a una proyección de cine o video convencional, pues estas otras manifestaciones lo hacen sobre una pantalla blanca, adicionada a la pared por lo regular, sin depender e interactuar con esa superficie, más que en dependencia de la calidad de esa pantalla, de su color y amplitud. Lo que tiene de común con esas manifestaciones artísticas es que una vez terminada la proyección, la superficie que opera de pantalla recupera su aspecto anterior, y durante la sucesión de imágenes esa superficie permanece inalterada físicamente, no así virtualmente.

“La preparación de un mapping es larga. Puede durar varias semanas o meses, en dependencia de su complejidad”.

Para elaborar un video mapping, entre sus primeros pasos está identificar la edificación u objeto a trabajar. Se elaborará la plantilla dibujada (en 2D y 3D) a la escala de los detalles presentes físicamente en la superficie. Esta tecnología parte de buscar estudios arquitectónicos realizados anteriormente de ese lugar a proyectar, pero no basta disponer de los planos originales. Se necesita comprobar en el terreno las medidas físicas exactas, pues pudieron haber sido modificadas durante su construcción. Se ha de verificar con precisión cada medida, forma y volumetría de los detalles en la fachada. Es frecuente tener que realizarse esa proyección arquitectónica por el propio equipo de producción, de ahí que ese trabajo especializado demande profesionales competentes y dominio del equipo en la lectura de planos.

Dependiendo del tamaño de la superficie a proyectar, requerirá tomar numerosas fotos, además de obtener todas las medidas con exactitud. Conviene hacer fotos desde el emplazamiento donde se deberá colocar el proyector (o proyectores) para calibrar hasta los más mínimos detalles los efectos visuales a la distancia real en que estos serán observados. Los programas digitales que se utilicen para su diseño y los tipos de efectos que se quieran emplear estarán condicionados en parte por la potencia del ordenador a utilizar. Será necesario aumentar su potencia si los efectos a emplear así lo demandan. De lo contrario, no tendría la capacidad requerida para el procesamiento de datos demandado y podría bloquearse la proyección en cualquier momento.

“(…) la atenuación de los costos y la complejidad productiva da oportunidad a los artistas del mapping a ser más dados a liberar su capacidad creadora sin correr por eso grandes riesgos pues son posibles modificaciones y variaciones en del proceso de su producción”.

Las producciones de gran magnitud exigen el empleo de software y hardware de alta gama. Debido al alto costo de los proyectores y del resto de equipamiento digital para crear el mapping arquitectónico, los artistas no pueden crear este tipo de obras de manera independiente, costeando la producción con sus propios recursos. Dependen de ser contratados especialmente para ello. Al ser obra por encargo, su grado de libertad creadora estará condicionada a la conciliación de intereses con la entidad productora.

Cuando sus realizadores hacen osadas experimentaciones de tipo vanguardista elaboradas por su cuenta, se ajustan a objetivos más modestos, pues solo pueden disponer de las subvenciones que logren de algunas instituciones o mecenas, interesados en el desarrollo de la cultura artística basada en la tecnología digital. En ese caso, aunque la práctica más habitual y sensacionalista en las técnicas de video mapping es proyectar imágenes sobre edificios monumentales, su aplicación alternativa dirigida a objetos pequeños ha posibilitado formatos más reducidos y económicos sobre los cuales es más fácil experimentar. Concebidos en esos casos para ambientes interiores en el espacio galerístico o de museo, escenografías teatrales, danzarias o acciones performáticas; mucho más fáciles de controlar en cuanto a iluminación, recursos tecnológicos, calibración y emplazamiento de los equipos, que al ser aplicado a espacios públicos en grandes edificaciones.

La aplicación alternativa del video mapping dirigida a objetos pequeños ha posibilitado formatos más reducidos y económicos sobre los cuales es más fácil experimentar.

La aplicación del mapping en escenografías virtuales tiene la ventaja de no tenerlas que construir físicamente. Simplifica los cambios escenográficos al ser solo imágenes. Los bailarines, actores o cantantes, interaccionan con las figuras proyectadas como si estas fueran realmente objetos densos, volumétricos. O sus cuerpos y vestimentas cambian por la acción visual sobre ellas al moverse los actores o bailarines por el escenario. Los cambios escenográficos que requerían un tiempo y detención de la acción, pasan a realizarse en segundos sin recurrir al viejo uso de los telones, posibilitando una continuidad fluida en la narrativa. Esto dinamiza los cambios de escena, al ser ahora virtuales, ausentes de materialidad física, de las pesadas formas físicas del mobiliario y demás aditamentos escénicos. Asimismo abarata los costos, y no requiere espacio ulterior para su almacenamiento, una vez sea desmontada. En estas circunstancias, la atenuación de los costos y la complejidad productiva da oportunidad a los artistas del mapping a ser más dados a liberar su capacidad creadora sin correr por eso grandes riesgos pues son posibles modificaciones y variaciones en del proceso de su producción.