Desde que en el año 1839 el pintor, decorador teatral e inventor del daguerrotipo, Louis Jacques Mandé Daguerre, conocido como Louis Daguerre (Cormeilles-en-Parisis, 18 de noviembre de 1787 – Bry-sur-Marne, 10 de julio de 1851), dio a conocer su cuestionable obra titulada Naturaleza muerta con esculturas —registrada como el primer desnudo fotográfico con intención artística—, este género inició un largo recorrido de casi dos siglos de severas críticas, tabúes e intolerancia. Defendido hoy por emblemáticos creadores del lente, ha pasado a ser uno de los más practicados en todo el mundo y constituye un modo de expresión dentro del variopinto universo de las bellas artes.

En la contemporaneidad de las artes visuales en Cuba, Izuky Pérez Hernández (Banes, Holguín, 12 de septiembre de 1982), es uno de los más prestigiosos y escasamente promovidos exponentes de este tipo de imágenes que incitan a explorar las morfologías humanas sin vestimentas, a través de la recreación de las líneas rectas y curvas, así como de las texturas y volúmenes que las conforman, desde una visión artística. Además de ganar palmas con sus series de fotografías urbanas y retratos, él pone a consideración del observador sus proyectos, mediante los cuales no solo pretende crear nexos comunicacionales con el mundo que lo rodea, sino también, con la naturaleza y la vida misma.

“Como los grandes maestros de la instantánea del desnudo, este creador no solo se interesa por captar la belleza anatómica sino, además, todo lo que esta transmite”.

Como los grandes maestros de la instantánea del desnudo, este creador no solo se interesa por captar la belleza anatómica sino, además, todo lo que esta transmite. Para él es premisa, “vestir de luz y expresar emociones a flor de piel a través del cuerpo y la imagen”, como expresó el prestigioso artista mexicano radicado en España, Antonio Garci, especializado en fotografías de retrato, moda y desnudo.

Los trabajos de Izuky sugieren historias en torno a las líneas, volúmenes y profundidades transcendidos en las constituciones físicas de los modelos (mujeres y hombres jóvenes) a través de las cuales incita a la reflexión sobre la fragilidad, la belleza, el poder, la libertad, la sensualidad y el amor, entre otros sentimientos sugeridos en sus imágenes; en las que se observa un cuidadoso estudio en las poses y los diseños de escenografía, aspectos que caracterizan su personal estilo artístico.

“Pérez Hernández se vale del cuerpo humano al captarlo desde diferentes ángulos: desnudos totales o fragmentados; para, en última instancia, trasmitir sus inquietudes y preferencias estéticas”.

Cada proyecto suyo es un reto, una compleja búsqueda e interrelación entre la realidad y la ficción, entre el arte y la existencia del hombre, reflejados a través del rico entramado corporal, de su esencia; empeño en el que en sus composiciones igualmente adjudica un papel preponderante a la iluminación, aprovechando al máximo las posibilidades que esta le ofrece, desde luces suaves o fuertes, directamente dirigidas a los maniquíes o a los fragmentos de sus estructuras físicas que él desea tomar como centro narrativo. Luces y sombras que magistralmente también emplea en los fondos, algunos de los cuales están trabajados en colores generalmente fríos para resaltar la fuerza expresiva de las figuras, y que pueden sugerir otras emociones: dulzura, valentía, paz, inquietud, misterio, alegría, miedo, tristeza…; todo depende de la historia que cada cual construya en su mente.

Sus obras pueden asimismo trasmitir virginidad, inocencia, pureza y cubanidad, esta última expresada mediante modelos exponentes de la diversidad racial que nos caracteriza. Se trata de composiciones que, aunque en algunos casos inevitablemente poseen marcado erotismo y sensualidad, rehúyen la alusión directa al deseo sexual; apartándose de proyectos fetichistas y “comercializables”, para centrarse en el lenguaje de la seducción estética y tratar de romper el tabú que este tipo de imágenes aún provoca en distintas zonas de la sociedad. En ese sentido, este artífice conoce los “límites” y maneja con cuidado sus tesis.

“Sus proyectos muestran mucho más que una figura desnuda, ya que constituyen disertaciones anatómicas, en busca de la perfección natural y la espiritualidad”.

Pérez Hernández se vale del cuerpo humano al captarlo desde diferentes ángulos: desnudos totales o fragmentados; para, en última instancia, trasmitir sus inquietudes y preferencias estéticas. Miradas muy personales, enriquecidas con sus experiencias y su forma de percibir el cosmos que lo rodea; de ahí que intenta mostrar la (su) contemporaneidad, a la vez que se representa a sí mismo, con sus inquietudes y conmociones más íntimas. Sus proyectos muestran mucho más que una figura desnuda, ya que constituyen disertaciones anatómicas, en busca de la perfección natural y la espiritualidad.

Asimismo, logra loables trabajos en blanco y negro, en los que hay eficaz tratamiento de las luces y las sombras. En estos, como en sus propuestas a color, sin caer en la trivialidad o lo soez de lo expresivo de determinadas zonas del físico humano, logra una visión estética y poco explícita en las figuras sin vestimentas fotografiadas por él; vistas a través del lente con una visión esencialmente artística; adjudicándole cierto aire pictórico y escultórico a sus trabajos, como se aprecia en su interpretación libre de la monumental escultura Piedad del Vaticano o Pietà, realizada por Miguel Ángel entre 1498 y 1499.

Izuky logra loables trabajos en blanco y negro, en los que hay eficaz tratamiento de las luces y las sombras.

Sus fotografías de desnudos, de un solo vistazo, atrapan al observador que luego de distinguir algunas esencias eróticas (como es lógico, siempre expresas de algún modo en este tipo de obras), las disfruta y, según su universo cognoscitivo, las interpreta a su manera e, incluso, en su imaginación tal vez trate de “vestir” los sensuales cuerpos de las modelos, las cuales, por otra parte, colaboran con el artista a través de ejercicios profesionales que contribuyen a conformar las tesis de cada trabajo.

Izuky aprovecha igualmente el uso de diferentes vestuarios, joyas y artilugios, como las sogas gruesas que se entrecruzan en las muchachas para sugerir plasticidades y sentimientos diversos; unas veces entrelazando cuerpos o sirviendo de sostén a una danzarina o acróbata que se extiende por el espacio; como también se aprecia en las figuras que narran ficciones desde distintos pedestales.

“Algunos trabajos recrean bailarinas, desnudas o parcialmente vestidas, subrayando sus atuendos dentro del discurso artístico”.

Asimismo, algunos trabajos recrean bailarinas, desnudas o parcialmente vestidas, subrayando sus atuendos dentro del discurso artístico; mientras que en otros el foco de atención se ubica en los largos cabellos desplegados al viento o en la exaltación de los volúmenes femeninos, algunos de los cuales asemejan creaciones moldeadas con fina arcilla, para enfatizar curvas, poros, líneas…; en tanto las imágenes que exhiben joyas de exquisita factura, logran una encantadora fusión entre la belleza de estas y la de sus jóvenes portadoras, simbiosis de dos diversas maneras de hacer arte, que además permite la reflexión humanística, enriquecida, ante todo, por un equilibrio visual que asimismo prevalece en todos sus proyectos.

Este artista igualmente explora el desnudo en espacios exteriores, entre los que se destacan sus propuestas en sitios emblemáticos, como los castillos del Morro y La Cabaña y el Paseo del Prado, en La Habana;  la célebre Loma de la Cruz, en Holguín; en los que acentúa las proporciones entre la arquitectura colonial y citadina con las disertaciones visuales que trasmiten, acentuadas por  luminosos colores fríos, cálidos y neutros; estudios de los pigmentos que prácticamente inició desde que hace unos 15 años comenzó a introducirse en este modo de expresión fotográfica, en la que tomó como referentes en su formación autodidacta a connotados maestros de Europa, como Ruslan Lobanov, de Rusia; Waclaw Wantuch, de Polonia; Helmut Newton, de Alemania; Marc Lagrange, de Bélgica;  Jreanloup-Sieff, de Francia; y el checo Jan Saudek; así como el japonés Nobuyoshi Araki y el estadounidense Spencer Tunick, entre otros. A través del análisis de las maneras de representar el cuerpo por cada uno de estos autores, consolidó —experiencias personales aparte— un estilo propio reconocido y laureado en importantes certámenes internacionales sobre este género.

“Muchas personas se sienten atraídas por la belleza y peculiaridad de la geografía del cuerpo humano, cuyas disímiles expresividades son captadas a través del lente con ingenio y creatividad”.

Como en el resto de sus producciones artísticas el inquieto fotógrafo banense radicado en La Habana desde hace dos décadas, se vale del empleo de diferentes técnicas en los revelados como Adobe Lightroom y Adobe Photoshop, respectivamente, además del uso adecuado de las paletas de color y los filtros; aunque sus trabajos, en general, poseen poca edición, de ahí otro significativo valor de sus proyectos. Para él ha sido un camino difícil, en el que ha tenido que enfrentar “incomprensiones y obstáculos, propios de una sociedad cerrada, aún encapsulada dentro de las clásicas maneras de hacer fotografías”, ha dicho.

A pesar de las oposiciones que aún persisten —sobre todo en los medios y las redes sociales— en torno a la fotografía de desnudo artístico, muchas personas se sienten atraídas por la belleza y peculiaridad de la geografía del cuerpo humano, cuyas disímiles expresividades son captadas a través del lente con ingenio y creatividad, para constituir composiciones en las que la representación estética deviene principal desafío para los artífices que optan por incursionar en este género. Izuky se encuentra entre esos reconocidos creadores, cuyas obras pueden disfrutarse en su galería virtual en internet: https://izukyphotography.com.

“Sin caer en la trivialidad o lo soez de lo expresivo de determinadas zonas del físico humano, logra una visión estética y poco explícita en las figuras sin vestimentas fotografiadas por él”.

Su enjundiosa labor profesional está avalada por significativos lauros internacionales, entre los que se encuentran, el del Concurso Premios Photoshoot, Premio en la categoría Desnudo (2014); Finalista de Plata en la categoría Desnudo Académico (2016); Finalista de Bronce, categoría Conceptual-Localización (2017); y Finalista de Plata, categoría Danza (2020), todos en Canadá; y en Rusia, en el 6º Concurso Anual Internacional de Fotografía, el octavo premio de 35 conferidos en 2023; evento en el que en su edición anterior obtuvo premio en la categoría Retrato Emocional.

Asimismo, ha participado en numerosas muestras colectivas de fotografía en importantes galerías cubanas y de Venezuela; y ha impartido numerosos talleres de fotografía, en los que trasmite su ímpetu y vastos conocimientos. Su extensa producción ha sido incluida en numerosas publicaciones de varios países; algunas de estas en portadas de importantes revistas, así como en periódicos nacionales y extranjeros.

“Los trabajos de Izuky sugieren historias en torno a las líneas, volúmenes y profundidades transcendidos en las constituciones físicas de los modelos”.
2