Josefa Bracero Torres: el derecho de contar
…para que perdurase y valiese,
para que inspirase y fortaleciese,
se debía escribir la historia.
José Martí
Nueva York, 3 de junio de 1890
Es sorprendente cómo el imaginario popular puede conservar, de generación en generación, aquello que marcó un momento, un instante, una época, y, con el devenir del tiempo, se guarda celosamente, como un auténtico e invaluable tesoro, en la memoria colectiva.
Coincidirán conmigo que El derecho de nacer —radionovela creada por Félix B. Caignet, que no solo cautivó a la audiencia, sino también revolucionó la manera de hacer radio en Cuba y América Latina— es una de esas obras que han trascendido y marcado el imaginario popular.
Cuentan que, a partir del primero de abril de 1948, fecha en que CMQ inició la trasmisión de este espectáculo radial —todo un canto de amor y todo un alegato de denuncia del racismo—, la vida se detenía y las cubanas, y también los cubanos de entonces, solo atendían a sus radiorreceptores.
En este libro, que su autora Josefa Bracero Torres titula La Radio Cubana. El derecho de nacer (Ediciones En Vivo, 2023, 240 pp.), se recuerda ese suceso —que, incuestionablemente, marcó un punto de giro en la radio nacional y continental— y se sitúa, en su justa dimensión, la figura de su creador, el también compositor musical Félix B. Caignet.
En estas páginas, la investigadora se acerca, a través de breves crónicas, semblanzas, comentarios, a esas figuras que, a lo largo de la historia, han dejado una inolvidable impronta en la radiodifusión cubana, desde su día fundacional, el 22 de agosto de 1922.
“La Radio Cubana. El derecho de nacer solo podía haber sido concebido, pensado y escrito por Josefa Bracero Torres quien se ha convertido —aunque no le complazca demasiado la definición— en la historiadora de la radio y la televisión cubanas”.
A la familia fundadora de la radio en la isla se dedica, precisamente, uno de esos textos, en que se conocerá cómo el músico mambí Luis Casas Romero, junto a sus hijos Zoila, Ernesto, Luis y María Luisa, logró la hazaña de crear —y potenciar— el entonces novedoso medio de comunicación.
Se ocupa igualmente Bracero Torres de los precursores, aquellos que, con su talento y entrega, contribuyeron al desarrollo de la radio, entre ellos el narrador, ensayista y periodista Alejo Carpentier quien, con sus innovaciones, revolucionó los espacios dramatizados.
Como pilares de la radiodifusión de la mayor de Las Antillas aparecen esos hombres y mujeres que, a pesar del tiempo transcurrido, no podrán ser olvidados en la historia del medio, como la actriz Enriqueta Sierra, el actor, locutor y director Marcelo Agudo, y el escritor, actor, director y maestro Luis Manuel Martínez Casado.
Otras personalidades que comenzaron en la radio y dejaron su huella en la cultura insular —como la vedette Rosita Fornés, el poeta Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí), la cantante Esther Borja, el humorista Enrique Núñez Rodríguez, la directora de coros Cuca Rivero, el declamador y músico Luis Carbonell…— reciben el recuerdo agradecido.
Son muchos más los artífices de la radiodifusión nacional evocados en estas páginas —como Vicente Morín, Rufino Pazos, Dora Alonso, Carlos Estrada, Orlando Castellanos, Alberto Luberta, Eusebio Leal Spengler—, quienes, con sus saberes y acciones, enriquecieron una historia ya centenaria.
“Continuadora de la obra investigativa de Oscar Luis López (…) Bracero Torres ha logrado conformar una bibliografía que se ha convertido en fuente referencial sobre la génesis, desarrollo y esplendor de la radio y la televisión en la isla”.
Creo, ciertamente, que La Radio Cubana. El derecho de nacer solo podía haber sido concebido, pensado y escrito por Josefa Bracero Torres quien se ha convertido —aunque no le complazca demasiado la definición— en la historiadora de la radio y la televisión cubanas.
Continuadora de la obra investigativa de Oscar Luis López —también presente en este libro—, Bracero Torres ha logrado conformar una bibliografía que se ha convertido en fuente referencial sobre la génesis, desarrollo y esplendor de la radio y la televisión en la isla.
Así lo demuestran, entre otros, sus libros Rostros que se escuchan (2002), Otros rostros que se escuchan (2007), Silencio… se habla (2007), Estos rostros que se escuchan (2011), Mujeres locutoras en Cuba (2011), Televisión: ¿ángel o demonio? (2012) y María Valero: detrás de un rostro, de una voz (2018).
La radio es para esta periodista, locutora y realizadora, vinculada desde hace más de medio siglo a la radiodifusión nacional, una auténtica pasión. De ahí que, como será fácil comprobar con la lectura de este libro, a Josefa Bracero Torres le asiste —que no quepa la menor duda— el derecho de contar.