La gata Mini, sus sueños compartidos y los niños felices
Me resultó muy grato asistir al concierto La fiesta de Gatoypón el pasado domingo, porque pude comprobar que a los niños se les puede despegar de celulares, computadoras y tablets. Muchos corrieron a tomarse fotos con la Gata Mini, la Gata Misu y el Gato Valentín, y pedían a sus padres que les compraran el disco. Hubo doble función, incluso, porque la experiencia anterior demostró que la sala del Museo de Bellas Artes no tenía capacidades suficientes para acoger a todo el público que quería disfrutar de esta propuesta.
Con la colaboración de la disquera Bis Music salió a la luz el álbum La fiesta de Gatoypón.
Desde 2019 Annie Garcés, a quien conocemos por su trabajo musical para adultos, fue convocada por los Estudios de Animación del Icaic para ponerle voz a la serie que traía al mundo mágico de los pequeños a la Gata Mini. No imaginaba ella, quizás, lo que sucedería después.
“He dejado de ser Annie Garcés, la conductora del programa televisivo Cuerda Viva o la cantante del concierto aquel… los niños y las niñas son el público más espontáneo y son ellos los que me abrazan en la calle, y me adoran. Lo disfruto mucho”.
Se armó de una familia musical para toda esta aventura y la dicha los ha acompañado hasta que, con la colaboración de la disquera Bis Music, saliera a la luz el álbum La fiesta de Gatoypón, con doce canciones compuestas por Adrián Berazaín y con la producción musical, arreglos, grabación, mezcla y masterización a cargo de Christopher Simpson. En el fonograma tuvieron como invitados a Kiki Corona (Gatoypón), a Vania Borges (Mala, malísima), a Dayamí Pérez y al Coro Solfa. Los músicos fueron Eduardo Corcho (laúd y guitarra acústica), Luis César Chacón (Guitarra eléctrica), Roylan Carballoso (Percusiones), Aaron Ramos (trompeta), Jorge Saenz (saxofones y coro), Daniela Valdés (clarinete), Lilian Trujillo (trombón), Greta García (chelo), Adrián Berazaín (armónica) y Christopher Simpson, quien asumió el bajo, el piano, la guitarra acústica, el violín, los teclados, los coros y las programaciones.
Annie Garcés está feliz con este álbum, al que además le acompañan varios videoclips. Precisamente el pasado domingo fue la ocasión propicia para estrenar el audiovisual del tema “Abrazos naturales”, y fue hermoso escuchar a los pequeños desde sus butacas cantando la letra al dedillo.
En esos conciertos, solo Simpson, Valdés (la gata Misu), Corcho, Gabriel Pérez (en el bajo) y Annie Garcés, y con ellos bastó para armar el jolgorio. Interpretaron los temas “En mañanas como estas”, “Mini misu miau”, “El son de Gatoypón”, “Cuando sea gato grande”, “La flor de la amistad”, “Ranchera de los abuelos”, “Pastel de Pescado” y “Abrazos Naturales”, luego de ver el videoclip.
Hubo un momento especial en el medio del concierto para homenajear a la cantautora Teresita Fernández con “Dame la mano y danzaremos”, “Lo feo” y “Vinagrito”, ese famoso gato del cancionero infantil cubano. Al final, con todo el desparpajo natural y feliz que ello requiere, todos se sumaron a la “Conga de los Gatos”, incluyendo a los niños de los Coros Solfa y Abril, también invitados al espectáculo.
“Enhorabuena estos muchachos, quienes decidieron desarrollar estas facetas, con bigotes y maullidos, ronroneos y saltos”.
Las dotes histriónicas de Annie Garcés, y en especial de Christopher Simpson, contagiaron a todos y a ritmo de son, rock and roll, pop, ranchera, balada y conga, la diversión se multiplicó.
Aplaudo la iniciativa que, afortunadamente, ha sido compartida en varias provincias del país. Continuará creciendo, porque los niños así lo demandarán. Es una muestra de que nuestros niños son un público ávido y necesitado de novedosas propuestas en las que se combine lo lúdico con lo didáctico, lo sublime con lo desenfadado.
Enhorabuena estos muchachos, a quienes les seguimos la pista en sus incansables proyectos “para adultos”, decidieron también desarrollar estas facetas, con bigotes y maullidos, ronroneos y saltos, para complacer, incluso, a los niños que les crecen dentro.
Gatoypón entonces es ese lugar donde viven los felinos, felices, pero es también el lugar a donde trasladaron a todos los presentes en la sala de teatro, quienes vinieron desde lugares distantes con sus hijos e hijas en brazos, para soñar y vivir.