En Miedo azul, basado en la novela El ciclo del hombre lobo (1983), del reconocido escritor Stephen King, y responsable también de la versión del guion, se configura una historia que parece a todas luces, sencilla. El riesgo no es desde el punto de vista narrativo o de la realización, sino en la unión de todos los elementos que componen la puesta en pantalla.

Desde el guión, estructurado de manera lineal, se van relatando una serie de crímenes de manera misteriosa en un pequeño pueblo estadounidense, Tarker´s Mills, donde se han sucedido. Como recurso, para evitar romper con la elipsis, incluyen la utilización de una narradora, para contar algunos detalles, lo que aporta ritmo a la misma, sin necesidad de dedicar buena parte del metraje hasta completar la historia.

Con el marcado interés en el suspense, el filme va dejando elementos para la sugerencia.

En España se dio a conocer como Miedo azul, mientras en otras naciones se comercializó bajo los nombres de Bala de plata, Los chacales de la luna; en cada caso, la entrega de Dan Attias impresionó por su factura y ha resultado una propuesta atractiva en este ciclo Panorama del cine, diseñado por la Cinemateca de Cuba en su sala 23 y 12.

Con el marcado interés en el suspense, el filme va dejando elementos para la sugerencia, pues a medida que narra los acontecimientos, se delinea otra perspectiva para dar señales de quién podría ser el responsable de los crímenes. Este proceso de contar solo los elementos necesarios, crea en el espectador un afán en sentirse parte de la investigación.

La sección Panorama del cine, ha posibilitado hacer un repaso por filmes de décadas recientes.

En Miedo azul, la principal aliada para reforzar el tratamiento narrativo es la música, en cada escena de tensión, se comienza a percibir la entrada de una música que alcanza total protagonismo en la línea dramática de la historia. La sensación de intriga, el preámbulo para incluir otra escena de cierto terror psicológico, se anuncia a partir del diseño sonoro y mantiene en estos fragmentos un papel preponderante.

Ocurre así en escenas memorables que al espectador le tocará descubrir en medio de la niebla o en un puente bajo la luna llena y con la luz de algunos fuegos artificiales, sin resultar todo esto, un artificio.

En la historia de Miedo azul, también se muestran los conflictos internos de los personajes, que actúan como subtramas dentro del gran andamiaje de la historia; cada uno enfrentado a sus deseos o impulsos; lo que complementa el eje narrativo y dramático de la misma.

La conformación de esta sección, bajo el título Panorama del cine, ha posibilitado este repaso por filmes de décadas recientes y que constituyen estreno en la programación de la Cinemateca de Cuba.