Enfrentándose a quienes niegan la historia, contra el fascismo y en favor de la verdad, los derechos humanos y la justicia, se erige Nunca Más Ni Nunca Menos, del escritor argentino Eduardo Schiel. El volumen, en sus más de quinientas páginas, explaya una serie de testimonios de sobrevivientes y familiares de la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). El material, allende las vivencias de los protagonistas, también dedica un espacio al aparato instrumental que sostuvo esas prácticas, en particular las del terrorismo de Estado.

Así lo explicó su autor (sobreviviente también de esa experiencia, entre 1976 y 1981 fue secuestrado y torturado) durante la presentación del título realizada en el Salón de la Casa del Alba Cultural de La Habana y en la cual participaron igualmente la periodista argentina Graciela Ramírez y el escritor cubano Hedelberto López.

“Nunca se me pasó por la cabeza escribir este libro”, relató Schiel. Conversando sobre los orígenes y la concepción del volumen relató la ausencia de un interés comercial en dicho empeño y la intención de revisitar un período histórico nefasto en la historia de la nación argentina. “Solamente es una excusa para recrear la memoria que, particularmente en Argentina en este momento, está seriamente atacada”, afirmó.

“(…) es una excusa para recrear la memoria que, particularmente en Argentina en este momento, está seriamente atacada”.

El libro, prologado por el periodista argentino Víctor Hugo Morales, conserva un estilo testimonial y se anticipa a algunos acontecimientos de actuales. Durante la presentación en la 49 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Morales significó que la obra es una cruda realidad de aquel período y destacó su relevancia para las nuevas generaciones “porque conlleva una verdadera manifestación de Memoria, Verdad y Justicia, que hoy quieren hacernos creer que no existió”.

“Eduardo Schiel ─evocó en aquel instante─ relató paso a paso el proceso de haber estado detenido y torturado a sus 24 años pero, además con el advenimiento de la democracia, supo estar en las filas de esas 100 personas que tomaron los testimonios de aquella horrenda historia (…), se puso del otro lado del mostrador y contó cómo fueron esos horribles días de sus sufrimientos cuando lo encarcelaron, lo torturaron y desparecieron”.

Por su parte el autor de Nunca Más Ni Nunca Menos reseñó la impunidad de muchos de los victimarios de la dictadura, bien mediante leyes o decretos, la promoción al panteón de héroes nacionales a figuras con una trayectoria demostrada en contra de los derechos humanos o a través de la adopción de técnicas y mecanismos que lastraron el propósito de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas).

Eduardo Schiel (al centro en la imagen) integró la Conadep y fue redactor de los capítulos centrales del Informe Nunca Más, publicado en 1984.

En la contraportada del texto apunta Gustavo Marcelo Sala, editor de la Revista Nos disparan desde el Campanario: “Sin pecar en falsas comparaciones (…) para quien ha tenido la fortuna de leer el ensayo me atrevo a considerar que la sociedad se está perdiendo un testimonio histórico muy valioso de primera mano y sobre todo esclarecedor con relación a nuestra tragedia, los testimonios, el derrotero de las causas y los quiebres socio-jurídicos que ha tenido nuestra sociedad en estos 40 años en donde mayoritariamente la impunidad fáctica ha sido protagonista de la historia”

Ejemplos de ello lo constituyeron las leyes de Punto Final (establecimiento de sesenta días para iniciar el juicio contra los imputados por crímenes durante la dictadura) y Obediencia Debida (absolución de los miembros del ejército con grados inferiores a los de coronel), así como los indultos presidenciales a procesados y condenados por la justicia federal.

“La libertad es la de ellos en contra de la vida del resto, de los que no aportan a su proyecto político ni económico”.

“La historia argentina es una sucesión de impunidades porque nosotros llegamos al gobierno que tenemos no de casualidad, porque es una sucesión in crescendo de violaciones terribles a los derechos humanos”, comentó Schiel. Algunos de los casos referidos por Eduardo incluyeron el fusilamiento del gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1828 (el primero elegido mediante el voto), las matanzas de los pueblos y de los obreros en la Patagonia, el bombardeo a la Plaza de Mayo (1955), el fusilamiento de presos políticos en las cárceles en 1972 y la situación de los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar.

Con respecto al gobierno argentino actual, Eduardo señaló cómo éste reivindica la dictadura y desarrolla políticas para desmantelar las funciones y administraciones estatales, con énfasis especial en la situación de los jubilados. “La libertad es la de ellos en contra de la vida del resto, de los que no aportan a su proyecto político ni económico”.

Este libro, insistió, habla del terrorismo de Estado que secuestra, mata, hace desaparecer a las personas vivas y muertas. “El fundamento del terrorismo es el terrorismo financiero, el terrorismo económico, el neoliberalismo, que roba, saquea, aniquila la soberanía de los estados y eso es lo que estamos viviendo hoy”.