¿Cómo llamar a esas personas que, entrenadas, financiadas y armadas por una potencia extranjera, sirven de soldados a dicha potencia en una invasión contra su propio país? ¿Y cómo a las que colocan decenas de bombas en fábricas, cines, tiendas, círculos sociales, que causan la muerte o graves mutilaciones a niños, mujeres y ancianos inocentes?

Pues bien, según Eliecer Jiménez Almeida, realizador del documental Veritas —en el cual se entrevistan a miembros de la Brigada 2506, derrotada durante la invasión de playa Girón en abril de 1961— esas personas no son ni mercenarias ni terroristas, sino patriotas, luchadoras por la libertad y la democracia.

Veritas, diosa de la verdad en la mitología romana, debe haber mirado con sorna al realizador del filme cuando este afirmó a la prensa que es injusto el epíteto de mercenario que se les endilga a los invasores de playa Girón, pues se trata de personas decentes. En la historia de Cuba no hay capítulo más indecente que el vivido durante la dictadura de Fulgencio Batista, cuando las salvajes torturas y los asesinatos por parte de la policía y el ejército fueron la orden del día.

“El documental Veritas es uno de los materiales “estrella” en el llamado IV Festival de Cine INSTAR: proyecto subversivo que pretende pasar como privativo de luchadores cubanos contra el totalitarismo, y que, en realidad, es financiado por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y ha sido organizado por Tania Bruguera”.

Resulta que, en dicha invasión, hasta 135 miembros de la Brigada pertenecieron a esos órganos represivos: 2 comandantes, 6 capitanes, 7 primeros tenientes, 11 segundos tenientes, 19 sargentos, y 76 cabos, soldados y policías de un régimen que asesinó a más de 20 mil personas.  

He aquí, sin embargo, que el documental Veritas es uno de los materiales “estrella” en el llamado IV Festival de Cine INSTAR: proyecto subversivo que pretende pasar como privativo de luchadores cubanos contra el totalitarismo, y que, en realidad, es financiado por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos y ha sido organizado por Tania Bruguera.

Los organizadores del IV Festival de Cine INSTAR, anunciado recientemente para este diciembre, definen su evento como una “inventiva estética y crítica política en la pantalla trasnacional” (sic) y tienen razón: en ese invento ellos solo sirven de pantalla a los verdaderos “proyeccionistas”: la National Endowment for Democracy (NED), otra pantalla de la CIA.

Yo recuerdo las palabras de George W. Bush tras los brutales ataques a las Torres Gemelas. Dijo, y cito textualmente: “No hacemos distinción alguna entre aquellos que cometen actos de terrorismo y aquellos que apoyan y protegen a los terroristas”. 

La historia de la invasión a Playa Girón, y sus antecedentes de terror, es bien conocida. Según la narrativa de INSTAR, ha primado una supuesta “obliteración oficial insular” que manipula la verdadera historia de los hechos, pero resulta que, gracias a documentos desclasificados por los propios Estados Unidos, hoy se conoce en detalle el trasfondo criminal de semejante operación.  

EL 17 de marzo de 1960 el presidente Dwight Eisenhower aprobó la denominada Operación Pluto, mediante la cual encomendó a la CIA crear una organización paramilitar para derrotar el Gobierno Revolucionario de la Isla. Así fue creado el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR), entre cuyos fundadores se hallaba Manuel Artime Buesa, quien luego fungiría como jefe civil de la invasión de Girón, y Orlando Bosch Ávila, tristemente célebre por ser el autor del atentado en pleno vuelo de un avión civil cubano, consecuencia de lo cual murieron 73 personas. 

“La invasión por Girón no detuvo las prácticas terroristas por parte de muchos de sus actores y sus manipuladores yanquis. Consecuencia de esto, a lo largo de estos años más de 4 mil cubanos han muerto y más de 3 mil sufrieron mutilaciones”.

Solo en los seis meses previos a la invasión de Girón, el gobierno de Eisenhower puso en manos de la subversión interna armamentos y explosivos que provocaron en la Isla 110 atentados dinamiteros, la detonación de 200 bombas, 950 incendios y seis descarrilamientos de trenes que dejaron cientos de muertos entre la población civil. Paralelo a esto, se desató una campaña de guerra psicológica que provocó la salida del país de unos 14 mil niños, muchos de los cuales jamás pudieron reencontrarse con sus padres.

La invasión por Girón no detuvo las prácticas terroristas por parte de muchos de sus actores y sus manipuladores yanquis. Consecuencia de esto, a lo largo de estos años más de 4 mil cubanos han muerto y más de 3 mil sufrieron mutilaciones. Así, hemos visto hechos como prender fuego a un círculo infantil con cientos de infantes en su interior, el atentado con bomba a un avión civil en pleno vuelo, la introducción de letales epidemias; como la del dengue hemorrágico, que cobró la vida a 101 niños, entre otros abominables crímenes.

Los mercenarios de Girón fueron una pieza más en ese entramado de terror que ensangrentó a Cuba. Se afirma que no venía a combatir por una paga. ¡Claro que no! Venían por algo mucho mayor que una simple paga. Unos 800 de los invasores eran de familias acomodadas, que habían sido latifundistas, terratenientes, dueños de ingenios azucareros, de industrias, de bancos, de minas, inmobiliarias y de medios de comunicación. Venían a seguir explotando al pueblo con impunidad. 

“Los organizadores del IV Festival de Cine INSTAR, nos dicen que su propuesta de cine no es aquella del arte por el arte (…) Una lógica pregunta se desprende: ¿En pro de qué va entonces su propuesta de cine? ¿Acaso de subvertir la historia, de “santificar” el terrorismo contra Cuba?

Los organizadores del IV Festival de Cine INSTAR, nos dicen que su propuesta de cine no es aquella del arte por el arte. ¡Al carajo el arte por el arte!, enfatizan. De semejante eslogan, una lógica pregunta se desprende: ¿En pro de qué va entonces su propuesta de cine? ¿Acaso de subvertir la historia, de “santificar” el terrorismo contra Cuba?

No son las únicas preguntas que me inquietan: ¿Están dispuestos los otros realizadores participantes del festival a secundar con sus obras ese espectáculo infame? Recordemos un viejo refrán que reza: dime con quién andas… 

Relación de títulos que compiten en el festival:

Veritas

Taxibol

Ventanas

And How Miserable is the Home of Evil

Hojas de K.

Mujeres que sueñan un país

Los Puros

Abisal

El rodeo

Un homme sous son influence

La opción cero

Llamadas desde Moscú

Camino de lava      

Mafifa

Agwe

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