Mikis Theodorakis y Cuba
Este 29 de julio se cumplen cien años del nacimiento en Quíos, Grecia, del compositor Mikis Theodorakis y proponemos rendirle este modesto tributo recordando su presentación en Cuba. Son estas, palabras del maestro:
Mi música siempre ha sido la primera en entrar en la cárcel y la última en salir. Hubo jóvenes en los tiempos de los coroneles —el período de represión que duró entre 1967 y 1974— que fueron condenados a diez años de prisión solamente por silbar mis canciones. Nunca una canción ha sido tan caramente pagada.
Son palabras de Mikis Theodorakis, quien arribó a La Habana el 20 de julio de 1981 acompañado de cantantes e instrumentistas griegos; no era su primera visita, aunque sí sería la más recordada. Al compositor lo avalaba el prestigio de su música y también el de su trayectoria de combatiente por la democracia en Grecia.
El 23 de julio, en el Teatro Karl Marx de Miramar y ante un auditorio de casi 3 000 espectadores, estrenó en Cuba su oratorio Canto General que, como de seguro está imaginando el lector, compuso a partir del libro homónimo de Pablo Neruda, el gran poeta chileno entonces ya fallecido.
Un crítico muy recordado por sus amenas y bien documentadas charlas y comentarios sobre cine, el profesor Mario Rodríguez Alemán, apuntaba que, “esta catarata de imágenes poéticas que es Canto General adquiere resonancias inagotables en el oratorio popular. Mikis Theodorakis lo hace palpitar con nuevos bríos, con un entusiasmo metafórico nuevo y desconocido”.
El propio Theodorakis explicaba que sus propósitos con la obra eran, partiendo del basamento de la música popular, trabajar en un texto más elaborado, como sin duda era Canto General. De ahí resultaba un oratorio popular de rico contenido social capaz de conmover a los pueblos y estimularlos en su lucha emancipadora.

Sin embargo, la jornada realmente memorable sería la del 29 de julio, ocasión en que Theodorakis cumplía su 56 aniversario. Tuvo aquella función como escenario abierto y celestial, la Plaza de la Catedral de La Habana Vieja, y contó con la asistencia del presidente cubano.
El oratorio se escuchó como nunca antes: con el acompañamiento de un coro de 150 voces y 15 músicos. En opinión del especialista Manuel López Oliva, “con este oratorio, Theodorakis conseguía integrar la tradición específica de ese género musical, combinando los elementos semioperáticos y las ágiles estructuras de su acepción popular en una composición de evidente modernidad. Mikis Theodorakis encarna en su labor la coincidencia entre lo bello del arte y de la justicia,” concluía afirmando el crítico en su comentario.
“Theodorakis y su música, expresada en sinfonías, oratorios, óperas, ballets, canciones, refleja su militancia política y alineación con la defensa de la justicia y los derechos humanos”.
La música del maestro Theodorakis se apoyó en temas tradicionales y de la historia contemporánea de Grecia, de ahí el enorme poder movilizativo que ejercía sobre las grandes audiencias. Sus canciones suman varios cientos y su música constituyó la banda sonora de los filmes Zorba el griego (1964), Z (1969), Estado de sitio (1972) y varios más.
Theodorakis y su música, expresada en sinfonías, oratorios, óperas, ballets, canciones, refleja su militancia política y alineación con la defensa de la justicia y los derechos humanos. Es ejemplo, además, de cuan útil puede ser el arte cuando se pone al servicio de los pueblos. Por dos ocasiones Mikis Theodorakis fue elegido diputado y además ministro. Vivió 96 años, murió el 2 de septiembre de 2021 y para los suyos, tiene la connotación de un héroe nacional.

