Al cierre de las actividades de la Jornada Literaria José Jacinto Milanés, organizada por la Uneac matancera en homenaje al aniversario 160 de la muerte de José Jacinto Milanés, se dieron a conocer los resultados del Premio Literario que lleva su nombre. El jurado integrado por los escritores Damaris Calderón, Carlos Esquivel y Luis Manuel Pérez Boitel, decidió distinguir con menciones a las obras El universo sumergido. Libro de viajes, de Alberto Peraza, Pinar del Río; El árbol del pánico, de Herbert Toranzo, Ciego de Ávila; El nombre del arco, de José León Díaz, La Habana; y Cosas que arden sobre el pasto, de Wilfredo Robas Rodríguez, de Guantánamo.

El jurado decidió otorgar el premio a Casa junto a las vías del tren, de Pablo G. Lleonart, de Matanzas. Según el acta del jurado, el libro “logra un equilibro en el discurso e impecable factura desde la exploración de cada poema con particular lirismo. Quizás dado por generar, sin estridencias formales, un ritmo coherente donde la soledad y la angustia fustigan lo contemporáneo de la vida civil”.

Al decir de Cintio Vitier, Milanés encarnaba mucho la “matanceridad”. Imagen: Tomada de Cubaliteraria

En su Matanzas natal, Pablo G. Lleonart ha estado muy relacionado con el poeta y los concursos que llevan este nombre. Ediciones Matanzas, casa editora del territorio, convoca el Encuentro Debate José Jacinto Milanés, El Milanés “chiquito” como llaman algunos, donde se participa con un poema, y Pablo lo ha ganado en dos ocasiones, en 2019 y 2022. Ahora, en 2023, Pablo gana el Milanés “grande”, un concurso que para él tiene mucha importancia porque lleva el nombre de uno de los poetas románticos más importantes de Cuba, y porque al decir de Cintio Vitier, Milanés encarnaba mucho la “matanceridad”.

Actualmente, el Premio de Poesía “José Jacinto Milanés”, que convoca la Uneac en Matanzas es uno de los más prestigiosos y en su catálogo aparecen nombres como Reynaldo García Blanco, Sigfredo Ariel, Alfredo Zaldívar, Laura Ruiz, Sergio García Zamora, Charo Guerra y Yanira Marimón, entre otros. Varios de estos títulos han obtenido también el premio de la crítica literaria.

“Amo mucho a esta ciudad [Matanzas], y mi poesía se construye a partir de las experiencias que vivo en ella”, dijo Pablo G. Lleonart.

El poemario Casa junto a las vías del tren, explica Pablo, está dividido en tres partes: “Habitación junto al mar”, “Sol en el segundo piso” y “Casa junto a las vías del tren” que da título al libro. “Los tres nombres de cada una de las partes llevan nombres de cuadros del pintor estadounidense Edward Hopper, y con toda intención, no solo porque soy admirador de la obra artística de Hopper, sino más bien porque lo que te trasmite la mirada de Hopper fue lo que traté de hacer con mi poesía desde esa estética del hiperrealismo. Son poemas que dialogan con el contexto cubano, básicamente siguiendo lo que ha sido la estética de mis dos anteriores libros a partir de la intertextualidad y referentes universales, dialogo con la realidad del cubano y de nuestro país”. Sobre la ciudad de Matanzas, nos dijo Pablo G. Lleonart: “Amo mucho a esta ciudad, y mi poesía se construye a partir de las experiencias que vivo en ella”.