La ciencia desempeña un papel fundamental en las instituciones culturales cubanas: aporta metodologías, investigaciones y herramientas tecnológicas que enriquecen la creación, difusión y conservación del patrimonio artístico. El Instituto Cubano del Libro (ICL), el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE), el Consejo Nacional de Artes Plásticas (CNAP) y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) se alinean con la política de ciencia del Ministerio de Cultura y han implementado estrategias innovadoras que vinculan el conocimiento científico con la gestión cultural.

El ICL ha impulsado estudios para comprender la relación entre el público y la literatura. En este sentido, se destaca el trabajo del Observatorio Cubano del Libro, que en el 2024 desarrolló cuatro investigaciones nacionales y estableció sedes regionales en Pinar del Río, La Habana, Cienfuegos y Holguín. Además, la editorial digital Cubaliteraria amplió su alcance con la tienda virtual librocubano.enzona.net. Así ha facilitado el acceso de los lectores a clásicos literarios cubanos y universales.

“El ICL ha impulsado estudios para comprender la relación entre el público y la literatura. En este sentido, se destaca el trabajo del Observatorio Cubano del Libro, que en el 2024 desarrolló cuatro investigaciones nacionales”. Imagen: Tomada del ICL

Un logro significativo fue la conclusión del Primer Catálogo de Publicaciones Impresas, que integra investigaciones transdisciplinarias que conectan con los lectores. Asimismo, el Programa de Desarrollo del Libro Digital ha consolidado una plataforma clave para la promoción de la lectura mediante la puesta a disposición del público de 777 títulos gratuitos, más de 300 dirigidos a niños y jóvenes.

Del mismo modo, la colaboración con la Universidad de La Habana permitió que editoriales como Gente Nueva trabajen con estudiantes, lo que contribuye a la formación profesional y la investigación editorial.

Por su parte, el CNAE, a través de su Casa Editorial Tablas-Alarcos, ha publicado investigaciones que exploran procesos creativos y estéticos en las artes escénicas. Entre sus títulos destacan Quien porfía (Carlos Padrón), El Lírico Nacional (Enrique Río Prado) y estudios sobre dramaturgia y folclor. Actualmente, se desarrollan proyectos doctorales que analizan temas como el humor escénico cubano, la perspectiva de género en el ballet y la danza contemporánea, según destaca un informe presentado por el Ministerio de Cultura sobre la gestión de la ciencia e innovación.

Un avance relevante es el Observatorio de la Danza Cubana, creado junto a la Facultad de Arte Danzario, que estudia públicos, mercados y circuitos de programación. Además, se realizaron encuestas durante las pasadas ediciones de festivales como el de Teatro de La Habana, Circuba y Aquelarre, en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas.

El CNAP no se ha quedado atrás y ha fortalecido su vínculo con la Facultad de Artes y Letras, a través de la ampliación de líneas de investigación y del diseño de un Observatorio para analizar la Bienal de La Habana en sus 40 años. Otros proyectos incluyen la Memoria Histórica del Archivo del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la catalogación de la Colección de Arte Cubano Contemporáneo. Además, se aprobó la Política Integral para la Comercialización de las Artes Visuales y se avanza en la actualización del Decreto Ley Sobre el desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental.

“el CNAE, a través de su Casa Editorial Tablas-Alarcos, ha publicado investigaciones que exploran procesos creativos y estéticos en las artes escénicas”. Foto: Tomada de Cubaescena

El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural ha logrado importantes reconocimientos, como la inclusión del bolero y los conocimientos tradicionales sobre el casabe en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, además de presentar el expediente del son cubano.

En colaboración con la Universidad Autónoma de México y otras instituciones, se investigó la obtención de pigmentos naturales a partir de piedras y tierras de Granma. También se modernizaron 40 museos con servicios interactivos y se seleccionaron sitios de memoria de la esclavitud para una futura nominación patrimonial. En su trabajo científico destacan proyectos como la conservación del Archivo Central del Ministerio de Cultura (1959-1976) y el guion museológico del Centro Ernesto Che Guevara, que refuerzan la investigación histórica.

“El CNAP no se ha quedado atrás y ha fortalecido su vínculo con la Facultad de Artes y Letras, a través de la ampliación de líneas de investigación y del diseño de un Observatorio para analizar la Bienal de La Habana en sus 40 años”. Imagen: Tomada de Cubadebate

Estos avances en investigación y tecnología han permitido que las cuatro instituciones lleguen a públicos más amplios. La digitalización de libros, los estudios de preferencias artísticas y la modernización de museos demuestran que la ciencia no solo enriquece el trabajo cultural, sino que también lo hace más accesible.

Además, proyectos como la inscripción del bolero y el casabe en la Unesco, la catalogación del arte cubano contemporáneo y los estudios sobre danza y teatro refuerzan la memoria histórica y la identidad cultural. La ciencia no solo documenta, sino que también protege y difunde el legado artístico de Cuba.

“El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural ha logrado importantes reconocimientos, como la inclusión del bolero y los conocimientos tradicionales sobre el casabe en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco”. Foto: radiocamaguey.icrt.cu

Por otro lado, la colaboración entre universidades, centros de investigación y entidades culturales ha generado proyectos innovadores, como el Observatorio de la Danza Cubana o los estudios sobre pigmentos naturales en Granma. Esta sinergia demuestra que el arte se beneficia de metodologías científicas, mientras que la academia encuentra en la cultura un campo fértil para la experimentación. Aunque se han logrado avances aún existen desafíos, como ampliar el uso de tecnologías en la gestión patrimonial y fortalecer las plataformas virtuales. La ciencia seguirá siendo clave para superar estas barreras.