Maestros y Alumnos se juntan en la Bienal de La Habana
Consagrada como un evento aglutinador de generaciones de artistas de diversas latitudes y estilos creativos, la Bienal de La Habana exhibe por estos días, dentro del programa de su 15 edición, la muestra Maestros y Alumnos en la galería del Museo del Ron, en el Centro Histórico de la Habana Vieja.
La muestra, conformada por una treintena de obras, propone un recorrido por la pintura cubana a través de la confluencia de creadores de al menos tres generaciones. En ella resulta notorio la riqueza, solidez y diversidad de las artes visuales en Cuba, particularmente la pintura expresada en el talento y la creatividad de grandes maestros y valiosos nuevos creadores.
De acuerdo con Meyra Marrero, curadora de la muestra, en exclusiva para La Jiribilla, “en la exposición, un amplio abanico de las artes plásticas contemporáneas cubanas en la que convergen los más diversos estilos, cromatismos y discursos, participan quince creadores. Sus obras no se encuentran dispuestas en las dos salas de la galería en un orden cronológico, sino que basamos el recorrido en mezclar de manera equilibrada las creaciones tanto de alumnos como de maestros”.
Asimismo, subrayó que la exposición “se inicia con la exhibición de una obra del maestro Luis Enrique Camejo que retrata el mar, pero el mar hacia el interior de la ciudad. Un mar revuelto, lleno de vida, dador de energía, de fuerza. Y el recorrido concluye con este consagrado creador, quien nos presenta nuevamente al mar, pero esta vez un mar calmado visto desde la tierra, desde la ciudad, desde un camino por andar iluminado con un sol en el horizonte”.
“(…) el maestro Vicente Hernández (…) participa con dos obras que ‘proponen un acercamiento a la historia del pequeño pueblo de Batabanó’ (…)”.
A juicio de esta experimentada especialista, a partir del análisis de las obras que integran la muestra, “el arte cubano contemporáneo se encuentra justamente en un excelente camino con la mirada siempre puesta en el horizonte”.
Entre los artistas participantes en esta exposición devenida sincero homenaje al gran legado pictórico cubano, se encuentra el maestro Vicente Hernández, quien participa con dos obras que “proponen un acercamiento a la historia del pequeño pueblo de Batabanó, donde nací. Un pueblito devastado no pocas veces por fuertes ciclones.
“Pero a estos fenómenos naturales se ha impuesto siempre la voluntad de sus moradores, quienes ponen todo su empeño para su reconstrucción y aunque las circunstancias obligan en ocasiones a algunas personas a instalarse en otros lugares, estas llevan consigo sus historias, sus leyendas y en general todo ese mundo mitológico de los marineros del cual yo partí.
“Ambas obras de Vicente Hernández aluden de algún modo el proceso migratorio de las personas, sus necesidades de superación, las cuestiones positivas de la emigración. Los protagonistas, valiéndose de grandes máquinas representadas en los lienzos, aun cuando se instalen en opulentas ciudades y se recontextualizan, nunca olvidan su origen y a él regresan una vez pasado el ciclón”.
Las obras del maestro son bien conocidas no solo en Cuba; también gozan de gran prestigio en galerías radicadas en el exterior, por ejemplo, “en New York, Miami y la Florida, en Estados Unidos, y en Italia. En estos momentos participamos en una exposición inaugurada en días recientes en el museo El Domos de Salamanca, en España”, dijo Vicente Hernández.
En la muestra, el maestro Luis Enrique Camejo retrata el mar desde dos perspectivas, frente a la ciudad y desde la ciudad.
Más adelante significó que su prolífera carrera artística no se ha limitado solamente a la pintura, “pues soy de la misma manera escultor, grabador y diseñador. Y esta exposición colectiva coincide con otra en la galería Habana, abierta al público en el contexto de la Bienal, como en otra, que ya concluyó su exhibición, en la galería El reino de este mundo de la Biblioteca Nacional. De la misma manera, en mi propio estudio propiciamos con frecuencia encuentros que posibilitan el intercambio de ideas y experiencias, que fomentan el diálogo con otros creadores y jóvenes estudiantes de las escuelas de artes plásticas”.
Quienes por estos días visiten la galería del Museo del Ron, coincidirán con nosotros en que Maestros y Alumnos es solo un término que da nombre a una exposición desde el punto de vista generacional, pues ya sean unos u otros todos son creadores de una inmensa valía artística, diferenciados únicamente por los estilos, formatos y colores empleados en sus excelentes obras.