“La música no tiene lugar ni fecha en el calendario”, afirma Ana Yadira al recomendar cómo disfrutar su miniálbum Mi música, nominado a la Feria Internacional de la Música Cubadisco 2025. Esta filosofía resume perfectamente un proyecto que, bajo el sello Bis Music, compila seis temas grabados entre 2023-2024, una muestra de la versatilidad de una artista que domina desde la kizomba angolana hasta la salsa cubana.

En entrevista a La Jiribilla, Ana Yadira cuenta que el fonograma surgió como compilación de temas publicados independientemente. “Fueron canciones lanzadas durante dos años que presenté a Bis Music y ellos decidieron licenciar el miniálbum”, explica. A diferencia de discos convencionales con unidad genérica, este disco alterna baladas (“Tengo mi razón para quererte”), salsa (“Mi todo”, con Yordis Larrazábal) y kizomba (“Yo vengo a ofrecer mi corazón”). Cada género y estilo es también un reflejo de su identidad artística.

Con una estancia prolongada en Angola, Yadira rinde homenaje a ese país. “Quise versionar el tema de Fito Páez por su mensaje universal. Esta kizomba es el tema emblemático de Mi música. Quiero que me asocien con este género”, confiesa Yadira, cuyo estilo vocal ha sido calificado de “elegante” por el público. A la vez que coquetea con las sonoridades de la nación africana, el disco también mantiene raíces cubanas: “Oyentes extranjeros identifican mi cubanía por el fraseo y la clave”, confiesa.

Ana Yadira contó a La Jiribilla que el fonograma surgió como compilación de temas publicados independientemente.

Tres alianzas enriquecen el proyecto que compitió en los Premios Cubadisco 2025: Manolito Simonet rehízo los arreglos de su tema “Donde te perdí” (“Me escuchó y dijo que era un talento oculto”); Yordis Larrazábal aportó su voz en “Mi todo” (“Un ídolo de mi juventud”); y el pianista Luis Miguel Sánchez acompañó con sus acordes en la pieza “Tengo mi razón para quererte”.

El viaje de Mi música sigue un zigzag emocional: inicia con la salsa energética “Sola” de la autoría de Rubén Rodríguez, desciende a la balada de Simonet, y resurge con la kizomba de Páez. “Buscábamos equilibrio”, dice Yadira sobre esta secuencia que alterna energía y melancolía y le da un sello característico al miniálbum. La balada piano-voz y el tema final con Larrazábal completan un arco narrativo. Para lograrlo, el proceso incluyó técnicas mixtas. “Simonet produjo su tema en sus estudios; la balada se grabó en los estudios Abdala”, detalla. Para Yadira, la nominación al Cubadisco 2025 es “un sueño inesperado: crecí viendo este evento y ahora mi nombre está ahí”.

Mi música es un puente sonoro entre continentes”.

Con solo seis temas, Yadira defendió la esencia del miniálbum: “Cada canción debía ser imprescindible”. Esto se nota en “Reunir”, el único tema en portugués, donde prescindieron de sobreproducciones. “Dejamos que mi voz y la guitarra acústica conversaran solas”, describe sobre esta oda a sus años en Angola.

Mi música es un puente sonoro entre continentes, un disco de seis temas donde conviven la elegancia de un piano cubano y el ritmo pulsante de la kizomba angolana porque la autenticidad, como bien dice Ana Yadira, no tiene fronteras genéricas. Este es solo el primer capítulo, lo advierte esta periodista. La artista tiene mucho para aportar a la música cubana.