Cuando las notas de “Sensorial” irrumpen con su energía eléctrica, queda claro que Asalto al cielo no es un disco convencional. Este trabajo de Histéresis, nominado en la Feria Internacional de la Música Cubadisco 2025 en la categoría Rock, representa un hito para la escena metalera cubana: ocho temas que van desde el new metal hasta una suite sinfónica de 19 minutos, grabados con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana. “Quisimos actualizar nuestro sonido sin perder la esencia”, confiesa a La Jiribilla Jorge Fernández Acosta, director de la banda.

El álbum, producido por Tiago Felipe para Mylodon Records y el Fondo de Arte Joven de la Asociación Hermanos Saíz, es un mapa de influencias: desde el trip hop en “Por toda la ciudad” (con David Blanco) hasta la trova en “La canción de Laura”, pasando por el metal progresivo de “Carrusel” (con Mechi Vargas). La joya de la corona es “Esclavo del tiempo”, epopeya de 19 minutos grabada con la Orquesta Sinfónica, que después presentó un videoclip con la participación además del Coro Diminuto y César López. “Fue un sueño hecho realidad”, admite Fernández. Las letras, cargadas de poesía urbana, dialogan con la complejidad instrumental: sintetizadores psicodélicos, riffs matemáticos y pasajes sinfónicos se entrelazan en una narrativa musical sin precedentes en Cuba.

“Este fonograma se creó partiendo del punto en que estábamos en nuestra carrera”, explica Fernández Acosta. Tras su álbum debut Histéresis Magnética (nominado al Cubadisco 2023), la banda buscaba dar un salto cualitativo: “El objetivo era lograr un sonido más moderno, actualizando nuestra estética musical en consonancia con la evolución global del metal progresivo”.

“Las letras, cargadas de poesía urbana, dialogan con la complejidad instrumental: sintetizadores psicodélicos, riffs matemáticos y pasajes sinfónicos se entrelazan en una narrativa musical sin precedentes en Cuba”.

Las notas discográficas de Jerson Ricardi describen el álbum como “un trabajo sólido de gran dedicación, que merece ser escuchado y apreciado”. Desde los primeros compases de “Sensorial”, el disco establece su potencia: “Nos inicia en esta travesía con energía, fuerza y mucho ritmo”, destaca Ricardi sobre este tema que combina “groove sorprendente” con “pasajes por complejas atmósferas”.

El álbum representa una síntesis única entre lo contemporáneo y lo tradicional. “Incorporamos elementos de trip hop, música urbana y electrónica”, explica el guitarrista, “sin renunciar a nuestra esencia: estructuras largas, compases asimétricos y armonías complejas”. Precisamente, las notas discográficas destacan especialmente “Asalto al Cielo”, tema que “nos intercepta con un piano mágico de intenciones fantásticas” antes de desatar “una vorágine de metal progresivo inteligente y tenaz”.

Sobre el trabajo con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana, el director de Histéresis lo califica como un sueño cumplido. “Es la primera vez que una banda de La Habana hace metal sinfónico con orquesta en vivo”. Las notas describen este tema final como “una monstruosidad de casi veinte minutos que va de menos a más, introduciéndose de a poco con paciencia y creatividad”.

Este álbum de la banda de rock Histéresis representa una síntesis única entre lo contemporáneo y lo tradicional. Imagen: Tomada de Cubadebate

“El fonograma se grabó en Vida y Production, el estudio a cargo de Tiago Felipe”, detalla Fernández sobre el proceso técnico. “Todo se grabó de manera estándar, los músicos iban, se grababa por pista, por instrumento”. La excepción fue “Esclavo del Tiempo”, donde “tuvimos que movernos a otros estudios” para las secciones con la orquesta y coro. Fernández enfatiza que no buscaron innovar en técnicas de grabación: “Nos concentramos en la música, en los arreglos”.

Más que un disco, Asalto al cielo es un manifiesto. “El rock en Cuba ha sido marginado”, denuncia el vocalista. Por eso trabajaron con estándares internacionales: desde la portada de Massiel Teresa Borges hasta la masterización que equilibra brutalidad y claridad. El título, tomado de una frase marxista, refleja su ambición: “Queríamos tomar por asalto el reconocimiento que merece el metal cubano”. La nominación al Cubadisco valida ese esfuerzo: “Es un paso para que el género ocupe su lugar en la cultura nacional”.

Detrás de cada nota hay innovación. La grabación en V y D Productions combinó técnicas analógicas y digitales, logrando un sonido tan potente como nítido. “No usamos mensajes subliminales”, bromea Fernández, “pero en ‘Esclavo…’ hay guiños a todos los temas del disco”. Un detalle para oídos entrenados.

“El reconocimiento en el certamen no hace más que validar lo que las notas ya anticipaban: se trata de ‘un material imponente, prolijo y cuidado’, donde cada detalle (…) fue concebido para dejar ‘huellas imborrables’ en la escena musical cubana”.

Con más de 100 000 reproducciones en plataformas y reseñas en medios como Nación Progresiva, Histéresis demuestra que el metal cubano puede ser global sin perder autenticidad. “No decimos cómo escucharlo”, dice Fernández, “pero quien se sumerja descubrirá desde jazz hasta son, envueltos en distorsión”. Asalto al cielo es un hito. Como señalan las notas discográficas, es “un paso de avance, un salto de calidad” para la banda y el género. El director de la banda lo resume así: “Queríamos asaltar el cielo musicalmente, y esta nominación nos dice que vamos por buen camino”.

El reconocimiento en el certamen no hace más que validar lo que las notas ya anticipaban: se trata de “un material imponente, prolijo y cuidado”, donde cada detalle —desde los “riffs contundentes” hasta los “interludios instrumentales capaces de sacudirte la cabeza indefinidamente”— fue concebido para dejar “huellas imborrables” en la escena musical cubana. Con Asalto al Cielo, Histéresis no solo reafirma su lugar en el metal progresivo, sino que “demuestra que tiene aún más para dar”, abriendo un nuevo capítulo para el rock hecho en Cuba.