Los rostros son una imagen tangible de la verdad. La escritura nos permite permanecer y este febrero se alzan nuevamente las letras en La Habana, durante la 32 Feria Internacional del Libro.

El pasado domingo 18 de febrero participamos en la presentación de un libro en el que afloran los límites del lenguaje de una joven creadora que nos atrapa en cada lectura. El arte se hace libre y quizá bajo esa premisa la autora de esta nueva propuesta ha podido llegar hasta el fin del mundo.

La mañana nos dio cita en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba para conversar, aún bajo amenaza de lluvias, sobre Elaine Vilar Madruga, narradora, poeta y dramaturga. Licenciada en Arte Teatral, especialidad Dramaturgia por el Instituto Superior de Arte (ISA), es ganadora de diversos premios nacionales e internacionales y considerada una de las voces jóvenes más importantes de la Cuba literaria actual.

Durante la presentación se evidenció que Elaine Vilar Madruga es considerada una de las voces jóvenes más importantes de la literatura cubana actual.

Entre sus libros más recientes se encuentran La tiranía de las moscas (Premio Cálamo Mejor Libro, 2021), El cielo de la selva (2022) y Las cavidades (2023). 

Esta ocasión nos acerca a Girasoles en el fin del mundo, merecedor del XXI Premio Celestino de Cuento, publicado por Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín y la Sección de Literatura de la AHS en la provincia. La presentación fue realizada por Octavio Castillo Quesada, poeta, narrador, dramaturgo y guionista, mención en el Premio David de Poesía, 2023.

En palabras de Octavio, “el camino hacia el fin del mundo es tenue. Sus límites están separados por los truenos y las flores. Materia que narra y resiste al viento”.

Girasoles en el fin del mundo no es un libro para lamentarse. Está lejos de cualquier conflicto melodramático e insípido”.

Girasoles en el fin del mundo es un libro que nos regala seis cuentos, donde el hambre y la miseria se escuecen por las páginas. Observar la vida desde un vidrio que se agrieta, el dolor, la distopía, la anestesia para opacar la realidad, la escasez, el deber de ser madre o maternar por el hecho de ser mujer, son algunas de las líneas dramáticas que nos ofrece este libro.

El encuentro fue conducido por Luis Yuseff, quien dedicó parte del espacio a dar a conocer la convocatoria de la edición número 25 del Premio Celestino de Cuento, cuyas bases pueden ser consultadas en el siguiente link: http://www.ahs.cu/?p=42002

Octavio terminó su presentación afirmando: “Girasoles en el fin del mundo no es un libro para lamentarse. Está lejos de cualquier conflicto melodramático e insípido. Es un llamado a la libertad, una ventana a la naturaleza descompuesta. Es un golpe en pleno estadio y su victoria”.